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Montañismo y Exploración
Una razón de entrega
2 agosto 2004

El pasado 20 de mayo, Guillermo Carro e convirtió en el alpinista latinoamericano más joven en alcanzar la cima del Monte Everest; es apenas el segundo mexicano en lograrlo sin oxígeno suplementario.







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Daniel Galán


A los 5 años de edad, Guillermo Carro descubrió que el ascenso de montaña era lo que quería hacer en la vida, y desde entonces se fijó la meta de llegar a lo más alto del mundo: “Soy obstinado cuando me planteo algo, me gusta hacerlo tal como me lo propuse y busco ser congruente con los objetivos que me trazo desde el principio”, señaló el joven alpinista.


A los 24 años Guillermo cumplió con un reto de vida, ser el más joven en llegar al techo del mundo, pero reconoce que lo más trascendente es ser un mexicano más en conseguirlo, lo vual es su principal orgullo. La expedición al Everest sin oxígeno suplementario fue un reto aparte, ya que sólo lo han logrado 6 por ciento de los alpinistas que han llegado a la cima más alta del planeta.


Aprovechando su juventud, sus capacidades físicas y su gran fuerza de voluntad, Guillermo se propuso cumplir con este objetivo:


“Fue un reto difícil, pero siempre conté con el apoyo de mi familia y amigos, su energía y buenos deseos me impulsaron a dar mi mejor esfuerzo, por eso los últimos pasos hacia la cima estuvieron dedicados a ellos”.


En su expedición Guillermo encontró diversos obstáculos: el frío de la noche, la falta de oxígeno y el cansancio, siempre estuvieron presentes, pero la motivación de cumplir su sueño fue más fuerte: “ES importante reconocer cuándo parar y cuándo seguir adelante, pero en esta misión siempre estuve convencido del reto que tenía frente a mí y tenía que lograrlo”.


Guillermo aseguró tener espíritu tenaz y perseverante, que busca en la vida diaria razones de entrega: “más que un ejemplo, prefiero ser un testimonio de esfuerzo, preparación y valor que invite a otros a luchar por sus objetivos en la vida”. El joven alpinista señaló que la lucha contra las condiciones de la montaña no es lo más interesante, ni lo más difícil a vencer, sino la batalla contra uno mismo:


“Vencer tus miedos, tus limitaciones y superar tus capacidades, más allá de los sueños, hace que todo este esfuerzo valga la pena”.


Además el gusto por el alpinismo, Guillermo dedica su tiempo a ser guía de montaña y a impartir talleres de comunicación y liderazgo aplicando su experiencia alpina:


“Sobrevivir a una experiencia, frente a las fuerzas de la naturaleza permite generar una cultura de montaña, la cual requiere de un verdadero compromiso”.


Una nueva aventura vendrá para Guillermo Carro, pero difícilmente se comparará con esta experiencia en donde el objetivo era llegar a lo más alto. “Los hombres crecen cuando los inspira un propósito elevado, cuando contemplan nuevos horizontes. El sacrificio nunca es demasiado grande para quien arde en pasión por una gran aventura”.


Récord

Agosto 2 de 2004





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