SOÑANDO EN EL DESIERTO
15 mayo 2004
Caminar por las dunas es estar perdido en un sueño, fascinante. Trato de guardar cada paso, cada pedazo del paisaje de arena dentro de mí, dentro de la sangre. Éste es el lugar que me gustaría ver para siempre: a mi espalda el volcán de donde venimos, una pequeña cordillera hacia mi izquierda, el mar a la derecha y nuestro objetivo al frente: Puerto Peñasco.
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