SENTIMIENTOSMiércoles 23 de Abril, 2003Con el tiempo he comenzado a tener mas compañeros con los que puedo salir a escalar. Cuando recién comenzaba nadie querÃa escalar conmigo. No los culpo. Realmente la vida de uno depende de la habilidad y buen juicio del compañero; era obvio que me faltaba experiencia. Me sentà un poco Â?apartado del grupoÂ? con mi inexperiencia, mi inglés imperfecto y la inseguridad propia del novato. Sin embargo seguà adelante.
Ahorrando pagué por un par de seminarios donde conocà algunos de los compañeros con los que ahora escalo, leà una docena de libros, ponÃa atención, practicaba movimientos que veÃa de los mejores escaladores... poco a poco comencé a crear la imagen de un escalador sólido en mi mente.
Después de interactuar más constantemente con compañeros de escalda, decidà buscar más experiencia en un club de escalda; un club muy activo en el Ã?rea de la BahÃa, el Cragmont Climbing Club, que tiene gran historia y, sobre todo, experiencia y gente positiva con quien compartir aventuras. Durante los últimos meses me he reunido con integrantes de dicho grupo aprendiendo invaluables técnicas y conocimiento de escaladores con mas de dos décadas de experiencia.
Ahora me siento parte del Â?grupoÂ? tengo que planear mejor mis salidas con invitaciones que tengo de varios compañeros. Después de nueve meses de entrenar y absorber un poco del mundo de la escalda me siento participe del mundo de aventura y vida que reina en las montañas, en los rÃos, en las cavernas, en la nieve y en cada aliento del alma que me ayuda a apreciar de manera mas profunda el invaluable regalo de la vida.
DÃ?AS PREVIOSSe llegó el dÃa marcado en mi calendario del Club; el primer viaje de la temporada al majestuoso Valle de Yosemite. Los viajes de este tipo son exclusivos para los miembros y sus invitados. Soy un Â?aspiranteÂ? a miembro del club; lo que significa que debo seguir participando y aprendiendo antes de ser aceptado como miembro.
Este viaje era el primero en el que quizá algún miembro me podrÃa invitar, estaba ansioso de ir.
El pasado lunes, Dan Zimmerman, uno de los miembros mas longevos y coordinador de este viaje, envió un e-mail para informar acerca de la cercanÃa de la fecha del viaje, pidiendo a los no-miembros que desearan asistir al viaje mandaran un mensaje al correo del grupo para presentarse y con suerte ser invitado por algún miembro. Asà lo hice: mande un mensaje expresando mi deseo de asistir al viaje, dando de manera breve información personal y experiencia asà como equipo con el contaba para escalar.
Pasó un dÃa y nadie me contactó. Pasó otro y comencé a hacer planes para escalar con algún amigo por aquà cerca. Pero hoy fui contactado por Tim Laidman (presidente del club) y por George Ridgley (el más veterano del club y no quiero decir el mas viejo, sino el que más años ha pertenecido al club), ¡qué gusto y que honor! Me cuesta trabajo concentrarme en la oficina, estoy muy emocionado, ya siento el granito en mis manos y el olor de montaña que llenaran mis pulmones... ¡Yosemite, nos vemos muy pronto!
VIERNES 25 DE ABRIL, 2003Se me hizo un poco tarde. Por un motivo u otro no podÃa salir a tiempo de la oficina; finalmente me escapé y corrà para alcanzar mi tren. Llegué deprisa a la casa me di un baño de 5 minutos, empaqué los últimos esenciales y me despedà de mi mujercita.
TenÃa que encontrarme con Tim Laidman en el aeropuerto municipal de Livermore, ahà estacionaria mi carro y nos irÃamos en el suyo al parque. La cita era a las 6:30 PM. Llegué 15 minutos tarde porque el trafico estaba muy lento. Tim no estaba en el lugar pactado, asà que lo esperé y antes de las 7 PM llegó y de volada subimos mis triques y nos encaminamos al Parque Nacional de Yosemite.
El clima no era muy alentador, hubo lloviznas en casi todo el camino, pero tenÃamos la esperanza de que acercándonos al parque las condiciones climatológicas cambiarÃan favorablemente... Jajajaja, ¡qué ilusos!
El camino se hizo largo. Nos conocimos y platicamos de manera muy amena y confortable. Ya en las inmediaciones del parque comenzó a llover muy tupido por partes, con agua-nieve y mucha neblina. Entramos al parque y encontramos nieve, mucha lluvia y una neblina muy, muy densa... la esperanza estaba perdida. Llegamos al campamento casi a la medianoche y para nuestro asombro sólo lloviznaba aunque todo estaba mojado.
De volada tendimos mi tienda y preparé mis chivas para dormir, Tim por el contrario no dormirÃa en mi tienda; él dormirÃa a Â?la luz de las estrellasÂ? según él. Le llovió casi toda la noche, aunque con el saco de dormir que traÃa no le causó la mayor incomodidad. Comimos un poco antes de dormir ya que la temperatura bajarÃa a los cero grados durante la madrugada.
No puede conciliar el sueño pesado que deseaba. Mi emoción e ilusión por escalar al siguiente dÃa se veÃa sombreada o será... empapada por las lluvias. Todos nuestros planes estaban en duda.
SÃ?BADO 26 DE ABRIL, 2003La mañana estaba frÃa, tenia que usar guantes y sombrero de lana para tratar de calentarme. El dÃa se veÃa bastante claro lo que removió en todos nosotros el apetito por la escalada.
Desayunamos algo ligero. Dan Zimmermann vino a visitarnos y se ofreció a escalar con nosotros. Se decidió escalar una ruta llamada �The Grack, Center Route�. Es una excelente ruta de poca dificultad como de 180 metros de altura dividida en tres segmentos; la ruta se encuentra en la parte llamada �Glacier Point� que es famosa por el continuo desprendimiento de roca, en ocasiones en forma de avalancha o como enormes bloques de granito que se desprenden de la pared rocosa. Asà ha habido algunas fatalidades. Sin embargo, las probabilidades de perecer en esta área son muy bajas; hay desprendimientos pequeños continuos pero las avalanchas o desprendimientos mayores son espaciados en ciclos de alrededor de diez años.
Después de preparar el equipo y un pequeño refrigerio emprendimos la caminata. Cruzamos el campamento, un riachuelo y nos comenzamos a internar en el bosque, mi espÃritu se encontraba relajado y hambriento de la energÃa divina que reina en el aire montaña. Avanzamos rápido y pronto el terreno se presentaba mas inclinado, tuvimos que encontrar nuestro camino a través de innumerables árboles caÃdos y rocas de tamaño mediano. Realmente creo que si no hubiera sido guiado por el par de expertos con los que iba, me hubiera costado encontrar el camino adecuado. Finalmente llegamos al pie de la formación... ¡Ay güey! Se veÃa un tanto impresionante. No se trataba de una pared vertical pero el ángulo se incrementaba hasta unos 60 ó 70 grados por lo que desde su base se veÃa casi vertical.