De repente sucedió: a las montañas, a las paredes y a todos los lugares que los montañistas considerábamos algo así como "cotos privados", comenzó a llegar una gran cantidad de personas. Primero fueron aquellos que querían realmente escalar y ser uno más de nosotros. Era como tener a los principiantes de antes, pero en mayor cantidad. Pero después llegaron aquellos que sólo querían dar una "probadita", hacer un rapel o escalar unos metros. Esto, creíamos, no era más que pasajero: la dificultad del deporte en sí ahuyentaría a quienes no tuvieran las características necesarias.
Pero nos equivocamos. Ellos no se integraron a la comunidad de montañistas, es cierto, pero se fueron del lado de los turistas y comenzaron a pagar por hacer lo que nosotros hacíamos gratis. Pero seguimos pensando que nuestro argumento de "calidad técnica" era irrebatible. Sí, lo era y lo sigue siendo. Pero la montaña se pobló de turistas y aparecieron los "guías" de turistas. Ahí comenzó el problema.
El cuerpo de guías más antiguo es el de Chamonix, en Francia, y uno tiende a comparar "guía de montaña" como aquel que lleva clientes que saben escalar montañas o que pretenden aprender, es decir: un guía como aquel que va en la punta en cualquier montaña o como aquel que enseña a los principiantes. Pero los guías que surgieron en poco tiempo eran las dos cosas al mismo tiempo. ¿Cómo resolver el problema de los "guías" sin calidad técnica?
La Secretaría de Turismo (Sectur) realizó una NOM-09 (Norma Oficial Mexicana) en la que se contempla al "guía especializado de turismo de aventura", es decir: a aquel que lleva turistas y sólo eso. La entonces Federación Mexicana de Excursionismo y Montañismo no actuó en su momento mientras que Sectur siguió avanzando con pláticas y comentarios de "gente especializada", que mayoritariamente eran prestadores de servicios.
La NOM-09 está ya en vigencia por una sencilla razón: a Sectur le urge reglamentar a los guías que ya están en activo desde hace tiempo y para ello implementó la certificación por una de dos vías. La primera es un seminario que debe aprobarse íntegramente. La segunda es presentar un examen de habilidades técnicas.
La pregunta surge inmediatamente: ¿quién es la persona que va a realizar los exámenes o que impartirá el curso? ¿Tiene la calidad técnica mínima para ello? O, visto desde la perspectiva de quienes quieren acreditarse: ¿son mejores que ellos?
El problema apareció recientemente en el Foro Xtremers, cuando alguien "descubrió" que existía la NOM-09 en la página de Sectur y se reavivó cuando un miembro más mencionó que acababa de ser certificado por un curso de Sectur.
Los montañistas pegaron el brinco: ¿Sectur tiene la capacidad de realizar tales exámenes o seminarios? ¿No es la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada la indicada para realizar todo eso?
La discusión fue bastante nutritiva pero el hecho es uno: Sectur ha delegado los exámenes en ciertas instituciones y los cursos en algunas personas que cubrieron los requisitos de licitación en un momento dado, cuando eran requeridos.
¿Cuántos se presentarán a estos tipos de certificaciones? Sectur habla de más de cinco mil "guías" que deben normalizar su situación. Un mundo de gente. Pero las preguntas más importante es: ¿qué hará la Federación para tener presencia en este proceso? Y ¿qué haremos los montañistas para colaborar?