Aunque mucha gente todavía no sabe qué es la UIAA ni qué quiere decir que una cuerda tenga en su etiqueta esa marca, los estándares de calidad de la UIAA (Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo) para la fabricación de equipo son ampliamente conocidos y regulan precisamente la calidad del equipo que un montañista usará. Aunque la UIAA fue la que estableció la primera norma de calidad, ahora existe una más: la CE, establecida por la Directiva Europea para los EPI (equipos de producción individual), que nominó CE.
Un EPI es "cualquier dispositivo o medio que vaya a llevar o del que vaya a disponer una persona, con el objetivo de que la proteja contra uno o varios riesgos que puedan amenazar su salud y seguridad". Las normas de calidad son muy fuertes y quienes fabrican esta clase de equipo tienen que esperar mucho tiempo para que se les dé el visto bueno por la cantidad de exigencias que se tienen que cubrir por parte del fabricante.
El marcado de un equipo por parte de los fabricantes con una o ambas de estas normas significa una responsabilidad tecnológica y el respaldo institucional de quien emitió la norma. Aunque la mayoría del equipo está marcado en sí mismo, si el instrumento es tan pequeño que no permita el marcaje con el logotipo de la norma, entonces debe buscarse en la envoltura de compra. Actualmente, la mayoría de los montañistas busca esa norma para estar seguros de la calidad del equipo al que confían sus vidas.
No obstante, los estándares se vuelven más estrictos conforme se realizan adelantos tecnológicos. Y es mejor que así sea porque las necesidades del equipo especializado son cada vez mayores. Un ejemplo es el mencionado por Helmut F. Microys en uno de los artículos que se incluyen en este boletín:
"Hace cincuenta años, una cuerda de 11 mmm de diámetro apenas soportaba dos caídas. Actualmente, las cuerdas de 9.5 mm de diámetro pueden aguantar ocho caídas."
La norma UIAA sobre cuerdas se ha vuelto más severa incluyendo una prueba sobre arista metálica ya la cuerda interactúan directamente con el mosquetón y éste puede ser un factor de ruptura importante.
EL MEJOR EVENTO
Este mes, Badía Bonilla terminaba de ascender el Shisha Pangma, en el Tibet, con lo que se convertía en la primera mujer mexicana en ascender tres ochomiles (Cho Oyu, 2000, y Everest, 2002) y dos en un solo año. Con este ascenso cabe preguntarse si Badía seguirá a otros ochomiles y entrará a la carrera de los "catorce".
Lo cierto es que el ascenso de Badía la coloca como candidata a uno de los premios deportivos que otorgará la Federación Mexicana de Deportes de Montaña al mejor evento en una de cuatro modalidades. Los otros considerados son el ascenso en solo al grupo de los Huandoy de por César Sánchez Vázquez del Mercado (Boletín 93), La Nariz en menos de 24 horas, por Andrés Delgado y Jorge Colín (Boletín 93); Marisol Monterrubio como la primera mujer en escalar la Esfinge; el ascenso de Santiago Rodríguez y Zian Fanti por su escalada técnica en la Esfinge; el primer 5.13 femenino mexicano o el primer 5.14 mexicano.
Independientemente de que se trata de eventos que son por sí mismos imposibles de poner en la misma mesa de comparación y de que la mayoría de los montañistas tendemos a no catalogarnos como "el (o la) mejor", el jurado tendrá sus apuros.