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Montañismo y Exploración
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14 junio 2002

Por Ricardo Coello La montañista Badía Bonilla, quien se convirtió el pasado 17 de mayo en la tercera mujer mexicana en hacer cumbre en el Everest, afirmó que para ella, llegar a la cima de la montaña más alta del …







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Por Ricardo Coello


La montañista Badía Bonilla, quien se convirtió el pasado 17 de mayo en la tercera mujer mexicana en hacer cumbre en el Everest, afirmó que para ella, llegar a la cima de la montaña más alta del mundo representó más que un reto personal deportivo, debido a las facilidades que existen para llegar a la cumbre, aunque no por ello deja de ser complicado por las condiciones de altura.


Su esposo, el también montañista Mauricio López, se quedó a 148 metros de la meta por cuestiones físicas provocadas por la altura de la montaña y una falla en los tanques de oxígeno.


“Esta cumbre representa una satisfacción personal y de pareja, porque encontré lo que buscaba, tenía problemas personales y afortunadamente reforcé muchas cosas y vengo con ganas de hacer muchas cosas. Sí (es un logro) más personal, el esfuerzo que tuve que hacer me reafirmó mi autoconfianza y mi seguridad”, dijo Badía.


“Cada paso es un reto, el utilizar la máscara, los lentes, los guantes, y en cada paso quieres renunciar. Se ha facilitado mucho (el ascenso al Everest), el apoyo de los Sherpas, las escaleras, las cuerdas, pero aún así la montaña está ahí y tiene un riesgo”, agregó Bonilla.


Por su parte, Mauricio tuvo problemas visuales en su ascenso al Everest, y a 8 mil 700 metros de altura desistió de su intento de hacer cumbre al lado de su esposa debido a que pensó en lo complicado del descenso de la montaña, y en que la meta de un montañista es no solamente hacer cumbre, sino regresar con vida a casa.


“Cuando llegué y vi la magnitud de la montaña y el esfuerzo que habría que hacer, me puse oxígeno, falló el aparato y cuando me di cuenta pensé ‘pues hasta donde pueda llegar’, mi idea era llegar a la cumbre, pero preferí darle prioridad a mi vida y sobretodo que pensé en el descenso, que son tramos muy largos de caminar entre un campamento y otro”, señaló Mauricio.


La pareja planea viajar en septiembre al Shisha Pangma, montaña de 8 mil 13 metros de altura, que se ubica también en la cordillera del Himalaya, en donde esperan poder tener una revancha de un intento no logrado en septiembre del 2001.


Reforma

Junio 14 de 2002





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