Celestún
7 mayo 2002
Les mandó nuestros saludos y dijo no conocernos pero en cuanto le dijo que éramos los de "cayucos amarillos", hizo una relación extensa de lo que habíamos hecho y adonde nos dirigíamos. Los demás fareros, a la escucha, comenzaban a saber de nosotros. Este contacto nos serviría de mucho más adelante.
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