Ana Mónica Rodríguez
Con miras al encadenamiento que iniciará con la expedición al Shisha Pangma, para continuar sin pausa en el ascenso al monte Everest el próximo año, Guillermo Carro confía en que la intensa preparación le permitirá llegar al pico más alto de ambas montañas sin oxígeno artificial ni sherpas.
A sus 23 años, Carro es considerado uno de los más jóvenes alpinistas mexicanos y asegura convencido que “escalar es una lucha constante para superar tus miedos, las limitaciones y fortalece el carácter”.
El montañista no tendrá receso este fin de año, ya que este miércoles viajará a Argentina, en donde atacará los días posteriores la cima del Aconcagua como parte del entrenamiento.
“He crecido con la montaña, he madurado en ella y hasta ahora es mi forma de vida”, expresó tras agregar que su abuelo le inculcó la pasión por esta disciplina desde que tenía apenas tres años. Desde ahí “descubrí que era lo que me gustaba hacer y empecé a dedicarme a ello en forma”, señaló.
Este año Carro intentó llegar al techo del mundo por la cara norte, lo cual no fue posible debido a las condiciones climatológicas adversas y porque la intención era hacerlo al más puro estilo alpino: sin oxígeno, sin guías y cargando él solo su equipo.
“Me gusta adaptarme al reto. Sé que tengo la capacidad de poder subir sin oxígeno y no me parece lógico llevarlo porque puede haber fallas.
“En esa altura —más de ocho mil metros, en el caso del Everest— pueden averiarse las válvulas de gas o la manguera, y para evitar esos imprevistos prefiero tener una aclimatación más estricta”, aseguró el escalador, quien planea estudiar ingeniería mecánica.
Consciente de que el alpinismo es un deporte de alto riesgo, comentó que “también entiendo que existe gente a la que no le llama este deporte, porque a algunos no les atrae estar sin bañarse hasta ocho semanas, además de una serie de factores como es el caso de la comida, la cual no es la mejor”.
—¿Intentarás atacar los 14 ochomiles?
—Hay varias montañas de los ochomiles que me interesan. El Grand Slam no me llama porque hay cumbres muy sencillas y es más difícil conseguir el permiso de las autoridades —como es el caso del Carstenz en Indonesia— que llegar a la cima. Hay montañas muy técnicas en Nepal y en el Tibet que me gustaría escalar.
Además del encadenamiento que realizará de abril a agosto próximos, Carro emprenderá expediciones en los Andes del Norte, en los Alpes franceses e italianos y cimas neozelandesas, con los cuales culminará 2003.
La Jornada
Diciembre 24 de 2002
