Badía Bonilla y Mauricio López, “Una pareja en ascenso”, han escrito una importante página en los libros que guardan la historia del montañismo mexicano, latinoamericano e internacional una vez que, el pasado fin de semana, lograron conquistar en conjunto la cima de la montaña Shisha-Pangma, a 8,046 metros sobre el nivel del mar, la décimo cuarta más alta del mundo.
Este es el logro más importante en la carrera deportiva de ambos exitosos mexicanos pues con dicha cumbre no sólo suman una más a su ya de por sí vasto currículum sino que además, se consolidan como la mejor pareja de montañistas mexicanos de todos los tiempos y Badía, en específico, , como la mejor mujer mexicana montañista en la historia de nuestro país y con esto Badía se colocó entre las aspirantes a contender por el Premio Nacional del Deporte.
Luego de arduo esfuerzo de once horas en total, desde el campamento tres hasta la cumbre, el pasado sábado 5 de octubre a las 14:30 horas Badía Bonilla y Mauricio López izaron la bandera de México sobre el punto más alto de la montaña Shisha-Pangma, convirtiéndose con ello en el primer matrimonio mexicano en tener dos cumbres de más de 8,000 metros en su haber, Cho-Oyu y Shisha-Pangma y Badía Bonilla, en específico, en la primera mujer mexicana con la conquista de tres cumbres de más de 8,000 metros en su haber, Cho-Oyu, Everest y Shisha-Pangma y la primer mujer latinoamericana en dos cumbres de más de 8,000 metros en su haber en un lapso menor a seis meses, Everest y Shisha-Pangma.
Tanto para Mauricio López como para Badía Bonilla el hacer cumbre en el Shisha-Pangma ha sido tal vez la conquista más difícil de su larga carrera deportiva, ya que a la carga emocional que traía para ellos el haber fracasado una vez antes en el intento, recordemos que durante los pasados meses de septiembre y octubre del 2001 tuvieron que renunciar a tal meta por cuestiones de mal clima, debemos sumar el mal tiempo imperante de nueva cuenta en la montaña.
Con fuertes vientos y tormentas de nieve de hasta 1.30 metros de altura, que acarreó como consecuencia la cancelación de algunas expediciones más a la cumbre y, por si fuera poco, el hecho de que antes que ellos no había subido nadie en esta temporada a la cima y por lo tanto tuvieron que ser los encargados de montar las cuerdas fijas para el resto de los alpinistas.
Situaciones que se ven magnificadas si tomamos en cuenta que para los mexicanos la espera a la que tuvieron que someterse entre los campamentos dos y tres para encontrar una ventana de tiempo que les permitiera llegar hasta su objetivo resultó ser por demás difícil y larga obligándolos, incluso, a tener que interrumpir en carias ocasiones su aclimatación a la altura y el abastecimiento a los campamentos intermedios entre el avanzado la cumbre.
El itinerario seguido por los alpinistas en su intento definitivo de cumbre se consolidó de la siguiente manera: el 1 de octubre los integrantes de “Una pareja en ascenso” partieron del Campamento Base Avanzado con rumbo al Campamento Uno. Con tan sólo unas horas de descanso tanto Badía como Mauricio tomaron el camino al Campamento Dos, a 7,000 metros sobre el nivel del mar., en donde tuvieron que esperar dos noches por mal tiempo. En la noche del 3 de octubre los mexicanos arribaron al Campamento Tres, a 7,300 metros sobre el nivel del mar pero debido a los fuertes vientos y a la intensa nevada, se vieron obligados a regresar al Campamento Dos. A mediodía del 4 de octubre retomaron el Campamento Tres para, en la madrugada del 5 de octubre, empezar el ascenso hacia la cima de esta montaña ubicada a 8,046 msnm.
A decir de las propias palabras de Badía Bonilla el camino final hacia la cumbre no fue nada fácil pues diferentes circunstancias obstaculizaron el recorrido: “El último ascenso fue bastante difícil por las condiciones de la nieve, incluso hubo lugares en donde nos llegó a la altura del estómago. Por ser los primeros en intentar la cumbre esta temporada tuvimos que colocar, junto con nuestros Sherpas, cuerdas fijas hasta la cima. Lo anterior, y los fuertes vientos, hicieron muy lento nuestro avance. Finalmente, llegamos a la cima después de 11 horas de arduo trabajo”.
Con la conquista del Shisha-Pangma sumada a las dos anteriores cumbre de más de 8,000 msnm, Everest y Cho-Oyu, que Badía Bonilla había conquistado con anterioridad y una vida ejemplar dedicada en cuerpo y alma al deporte y al estudio, esta exitosa deportista mexicana, como ya se mencionó en líneas anteriores, se coloca como una de las más firmes aspirantes para el Premio Nacional del Deporte 2002, reconocimiento que otorgarán las más altas autoridades deportivas y gubernamentales durante las festividades del aniversario de la Revolución Mexicana.
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Octubre 12 de 2002
