Daniel Contreras
El alpinismo mexicano está viviendo un momento de crisis, luego de los buenos resultados que se consiguieron durante tres años. Por ello es urgente la unión de alpinistas para formar un equipo mexicano que realice expediciones que resuenen en el ámbito internacional
Andrés Delgado, quien ya ha escalado ochomiles, sabe de la urgencia de conseguir buenos resultados por lo cual presentó el proyecto “Aventura: vivir” el cual arrancará los primeros días del próximo año con el aval de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada.
Uno de sus objetivos es formar un equipo meramente de escaladores mexicanos para dejar atrás las individualidades que hasta el momento existen en ese deporte.
“Esas individualidades que durante un tiempo le dieron buenos resultados al alpinismo, ahora están mermando la actividad. Patrocinadores se desaniman al dar dinero para apoyar a alpinistas cuando los buenos resultados o lo que prometieron no llega”, comentó Delgado.
El proyecto “Aventura por Vivir” es un ambicioso programa, con el cual Delgado y otros alpinistas esperan conseguir recursos para que sean bien encauzados para que crezca el deporte.
Los objetivos de “Aventura por vivir” son: apoyar en su máxima expresión el desarrollo del alpinismo en sus diferentes facetas. Demostrar que trabajando en equipo se pueden lograr imposibles. Crear una filosofía de conocimientos a las nuevas generaciones. Documentar cada etapa del proyecto. Lograr cuando menos seis ascensos mexicanos en los primeros 18 meses. Repetir el proyecto cada 18 meses y que los egresados del mismo transmitan lo aprendido para mejorar el nivel del alpinismo mexicano.
Andrés Delgado es apoyado por personalidades como Alfredo Velázquez, presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada. “Eso no quiere decir que será obligación para todos los alpinistas. Simplemente significa que es un programa serio y quien quiera entrar será bien recibido”.
“Queremos formas un equipo que posea no sólo un altísimo desempeño en el alpinismo moderno de dificultad, sino además una consciencia sobresaliente en cuanto al compromiso, responsabilidad e integridad moral que se requieren para formar un equipo, en donde lo menor que entregamos el compañero es nuestra vida”, agregó Delgado.
El Heraldo
Enero 9 de 2002
