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Montañismo y Exploración
AÑO INTERNACIONAL DE LAS MONTAÑAS

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió que el año que empezamos (2002) esté dedicado a las montañas y al ecoturismo, simultáneamente. Vivir un “Año Internacional” de cualquier cosa es importante. Ya en 1956, durante el Año Geofísico Internacional, …







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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió que el año que empezamos (2002) esté dedicado a las montañas y al ecoturismo, simultáneamente. Vivir un "Año Internacional" de cualquier cosa es importante. Ya en 1956, durante el Año Geofísico Internacional, los resultados y apoyos para el montañismo fueron abundantes. ¿Qué es lo que espera la ONU al declararse tan decididamente por la montaña y el ecoturismo? Sin duda, el nivel de conciencia sobre los ecosistemas y su deterioro ha tenido algo que ver y no precisamente una menor parte.

Desde el punto de vista de los montañistas, el Año Internacional de las Montañas implica un fuerte reconocimiento al medio donde practicamos nuestro deporte. ¿Nos vamos a quedar sólo con el reconocimiento y ya? ¿No se podrían programar y realizar algunas actividades que promuevan una conciencia de conservación al mismo tiempo que una cultura de montaña que tienda a la misma conservación y a la seguridad.

La declaración simultánea del Año Internacional del Ecoturismo (19 al 22 de mayo, 2002, en Québec, Canadá) implica que se promoverá a éste, así, sin que se haya llegado a una definición específica. Me explico: en 1956, cuando el Año Geofísico Internacional, quienes participaron tenían muy claro de qué se trataba. Lo mismo en el Año Internacional de la Mujer y así sucesivamente. Pero ¿qué es ecoturismo? Las definiciones han sido tan vagas que se habla de ecoturismo o de turismo de aventura y se mezcla al mismo tiempo con la aventura real, cuando es imposible que se tenga una aventura como tal si todos los factores están controlados. De cualquier manera, de alguna manera se incluye al montañismo también en esa segunda declaratoria.

El problema no es que se declare o no un año internacional para una serie de actividades tan "nuevas" o para un ecosistema tan peculiar como son las montañas, sino en el apoyo que se puede encontrar para realizarlas. Los nuevos impuestos en México incluyen un IVA de 20% a los artículos de "campismo" y aunque nosotros sabemos que campismo y montañismo son diferentes (aunque similares) es dudoso que las aduanas y Hacienda no coloque a un piolet como "artículo de campismo", considerado a partir del 2 de enero como "de lujo".

Es muy posible que el enorme desarrollo del ecoturismo y la promoción de los paquetes con balsas inflables, con tanques de oxígeno para bucear o con equipo sofisticado y caro �accesible a muy pocas personas� que se utilizan en estos viajes de ecoturismo sean culpables en gran medida de esta visión parcial, pues quienes no practican el montañismo como actividad deportiva organizada la consideran "de lujo". Es risible: quizá por primera vez en la historia del montañismo se pedirá que no se nos dé tanta importancia. Después de todo, ¿cuántas personas pueden adquirir el equipo caro que se necesita? ¿Cuántas, a partir de ahora, podrán hacerlo?

La verdad es que el montañismo es practicado mayoritariamente por gente de muy bajos recursos económicos y no sólo en México, sino en el mundo entero. Sólo hay que asomarse a la historia del montañismo europeo para percatarse que Kart Diemberger, Reinhold Messner y cientos más que llegaron a destacar, tuvieron grandes problemas económicos en sus inicios. Lo que sí es previsible y temible es que la cantidad de personas que puedan adquirir el equipo de seguridad indispensable para la práctica del montañismo aumente y, por consiguiente, los accidentes en montaña

La protesta sobre el aumento al IVA en material deportivo ya está siendo nutrida y esperamos que la Federación Mexicana de Montañismo y Deportes de Montaña presente una protesta por ello. En cambio, el cobro por acampar en determinadas zonas del país no ha sido mal acogida, pues muchos pensamos que ya era hora de que se hiciera, con tal de mantener la zona en condiciones aceptables tanto para impedir el deterioro del medio como para la práctica del deporte. Por supuesto, la mayoría se queda con un "¿pero adónde irá a parar ese cobro? ¿Al mantenimiento del lugar?".

Es aquí cuando la declaración de la ONU puede servir de mucho, como esperamos que lo sea.


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