La gran proliferación de los llamados "deportes de aventura" ha incluido desde hace pocos años al desierto, esa superficie del planeta que impresiona por sus atardeceres y por su aparente ausencia de vida pero su perpetuo silencio. Así, cada vez hay más gente que se interna en el desierto y lleva consigo un bagaje de ideas preconcebidas o heredadas muy característica. Algunas de ellas son: "el hombre puede aclimatarse al calor tal como lo hace con un maratón", "El hombre puede ahorrar agua de alguna manera", "El hombre puede almacenar agua bebiendo toda la que pueda", etc.

Por supuesto, todo este tipo de ideas es verdadero mientras no se acuda a alguien que haya demostrado científicamente la falsedad o certeza de tales ideas. Así, aquellos que viajan al desierto acuden a libros de primeros auxilios que les hablan de "golpe de calor" o "insolaciones" o términos parecidos. Pero la lectura de esos libros no despejan las dudas de las preguntas hechas. Es sorprendente que de entre la cantidad de información que existe sobre primeros auxilios, sea en general o de montañismo en particular, haya un porcentaje impresionantemente bajo de trabajos que tratan de la deshidratación en el desierto.

La palabra clave "deshidratación", conduce a los buscadores a páginas que tienen que ver con la diarrea y su prevención, pero nada con la exposición a un ambiente árido, como si los desiertos no existieran o sólo pudieran verse las fotografías de dunas como una belleza. Y por cierto: los desiertos ocupan el 25 por ciento de la superficie de la tierra emergida y de ese total, sólo el 10% es zona de dunas. Lo demás es lo que se conoce como "zona árida" y cuya clasificación es un tema aparte.

En mi biblioteca particular tengo un ejemplar de Desert Animals: physiological problems of heat and water, escrito por Kunt Schmidt-Nielsen en 1964. El primer capítulo habla de cómo funciona el hombre en el desierto y ha sido el texto fundamental para la preparación de todas mis exploraciones al desierto. Pese a no ser un trabajo muy reciente, la información proporcionada es muy clara y precisa. Por supuesto, no se habla de golpes de calor ni insolaciones, sino de un cuerpo humano puesto en un ambiente muy caliente y se explica cómo funciona ese organismo, desde que se produce un desequilibrio de calor que es controlado por el sudor, hasta la muerte por esa exposición, incluyendo todas las etapas por las que pasa el hombre y sus síntomas.

El trabajo es muy importante y lo hemos colocado en nuestro sitio web al mismo tiempo que presentamos un resumen en el boletín. No se trata de un trabajo que pueda ser leído rápidamente. De hecho, es difícil de leer, por lo largo y porque se necesitan ciertos conocimientos previos (con educación de bachillerato es suficiente) para no atorarse con ciertos conceptos.

Para que el montañista pueda disfrutar de su acercamiento a la montaña, al desierto o a cualquier otra parte de la naturaleza, es preciso que se acerque a fuentes de información que no sólo sean reportes de viaje, sino muchos más aspectos de los que se puede uno imaginar.

En esto, la ciencia nos ayuda mucho, pero debemos ser capaces de acercarnos.