ANTECEDENTES
Los cursos de Exploración de nuestra Asociación están encaminados a que los estudiantes conozcan partes de nuestro paÃs que pocas personas o nadie antes ha recorrido. Las técnicas que se les imparten a lo largo de los cursos son las que han llevado a cientos de estudiantes universitarios a explorar Baja California, Chihuahua, Sonora, Chiapas, Jalisco, Zacatecas, Veracruz y otros estados de la república además de algunos otros paÃses
como Guatemala y Belice.
Como objetivo de cada curso se elige una meta definida y se trabaja sobre ella para que los deportistas aprendan las técnicas especÃficas que aplicarán en la zona especificada a explorar. En el curso técnico de exploración de 2001, el objetivo era el desierto que se extiende desde la Sierra Los Remedios, Coahuila, hasta la Zona del Silencio, Durango, con un recorrido aproximado de 120 kilómetros.
TEMPORADA
Por anteriores exploraciones realizadas en diferentes desiertos del paÃs, se eligió la Semana Santa (abril 6 a 15 de 2001) para realizar la exploración. Después de esta fecha, el calor se volverÃa más intenso e impedirÃa cualquier tipo de caminata en el desierto. En ocasiones anteriores (1986) habÃamos estado en octubre y el calor nos impidió avanzar hasta donde querÃamos. Sin embargo, en abril de 1987, cuatro montañistas universitarios realizaron el tramo final del recorrido que se habÃa tenido planeado el año anterior y reportaron que las temperaturas eran más benignas que en octubre.
ELECCIÃ?N DE LOS PARTICIPANTES
Las personas que asistieron a esta exploración eran alumnos aprobados del curso técnico de exploración o aquellos exalumnos de la misma especialidad que habÃan cursado en años anteriores. Para los primeros, serÃa su primera experiencia en exploración mientras que los segundos asistÃan en calidad de ayudantes con el fin de perfeccionarse deportivamente y ayudar al buen desarrollo de la exploración.
Los integrantes de la exploración fueron los siguientes:
- Ivone Herrera Penilla
- Abraham Ã?vila Licona
- Aarón Caballero Mendieta
- David Hernández Forcada
- Oliver Xavier López Corona
- Gonzalo Gómez Castañeda
- José David Márquez Marquina
- Santiago Arriaga Noguez
- José MarÃa González González
- Alberto Mendoza Castillo
- Manuel Rivero Mercado
- Francisco Ruiz Sala
PLANEACIÃ?N
La planeación del recorrido tomó varias semanas e incluyó nociones de supervivencia en el desierto, fisiologÃa del hombre en temperaturas elevadas y diversas técnicas de orientación. Para realizar un avance rápido, desde la Ciudad de México se planeó dividir al total del grupo en dos equipos de trabajo que se desplazarÃan de manera independiente. Uno de ellos estarÃa a cargo de Oliver López Corona, uno de los deportistas más avanzados y que fungió durante todo el curso como ayudante, y el segundo por Carlos Rangel Plasencia, entrenador del curso y responsable de la exploración.
El plan de exploración era introducirse al Valle del Sobaco, subir la Sierra de los Remedios y cruzarla hasta llegar al Valle de Acatita y luego cruzar la Sierra de Tlahualilo para llegar a la Zona del Silencio, en Durango. En el plan se consideró que lo primero era explorar la parte alta de la Sierra de los Remedios antes de decidirse a cruzarla, pues el agua que podrÃamos cargar serÃa insuficiente para cuatro dÃas de caminata.
A continuación se menciona de forma cronológica los hechos de la exploración.
INICIO DE LA EXPLORACIÃ?N
Viernes 6 de abril
Nos reunimos a las 19:00 horas en la Central Camionera del Norte. El autobús partió rumbo a la ciudad de Torreón, Coahuila, a las 20:05 horas.
Sábado 7 de abril
Llegada a la ciudad de Torreón, Coahuila, a las 09:15 horas. Permanecemos en la ciudad hasta las 14:30 horas, en que un autobús nos lleva hacia El Mezquite, en la carretera San Pedro de las Colonias a Cuatro Ciénegas, Coahuila.
En El Mezquite contratamos una camioneta pick-up para que nos llevara al poblado Margarita del Norte, al pie de la Sierra Los Remedios, que querÃamos cruzar. Marcamos la hora de partida para las ocho de la mañana o antes. Los equipos de caminata quedaron de la siguiente manera:
EQUIPO UNO
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EQUIPO DOS
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Oliver López Corona |
Carlos Rangel Plasencia |
Gonzalo Gómez Castañeda |
Ivonne Herrera Penilla |
Aarón Caballero Mendieta |
José David Márquez Marquina |
Abraham Ã?vila Licona |
Santiago Arriaga Noguez |
David Hernández Forcada |
José MarÃa González González |
Alberto Mendoza Capetillo |
Francisco Ruiz Sala |
Juan Manuel Rivero Mercado |
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COMIENZA LA CAMINATA
Domingo 8 de abril
Los habitantes de Margarita del Norte nos informaron que el cañón del rÃo Buenavista, que pretendÃamos seguir, estaba seco completamente, por lo que cargamos todavÃa más agua de la que cada quien llevábamos, con un promedio de seis litros por persona, lo que serÃa suficiente para dos dÃas y medio de caminar en el desierto.
El primer equipo salió con rumbo a la cañada del RÃo Buenavista y el grupo dos partió quince minutos después. La distancia desde Margarita del Norte hasta la entrada del cañón es no mayor de siete kilómetros por un camino para vehÃculos bastante bien marcado. Alrededor de las 9:15, el grupo dos alcanzamos al grupo uno, que estaba descansando a la sombra ya en la entrada de la cañada. Como equipo autónomo, el grupo dos se adelantó unos metros más hasta una sombra todavÃa más fresca y ahà nos detuvimos. A rato, vimos pasar a Gonzalo y Aarón, integrantes del primer equipo, que habÃan comenzado a caminar por delante de ellos. Pocos minutos después, pasó el resto del equipo.
Por el fondo de la cañada, habÃa una brecha bastante amplia que en ocasiones se confundÃa con el lecho seco del arroyo aunque con una ligera revisión, se descubrÃa el verdadero camino porque tenÃa marcadas llantas de camioneta que en algún tiempo habÃa pasado por ahÃ. De esta manera, el camino quedaba facilitado para todos nosotros, pues en vez de dificultades técnicas, encontramos un camino amplio por el cual podÃamos transitar.
En la segunda parada a una sombra, el equipo uno estaba incompleto pues faltaban precisamente Aarón y Gonzalo, a quienes se suponÃa delante del grupo a no más de unos cuantos metros. Apresurados a mantener a su equipo junto, el primer grupo se adelantó nuevamente, pero a las once de la mañana el calor era tan fuerte que se detuvieron y los alcanzamos nuevamente. Debido a que el camino seguÃa siendo muy claro y a que iba por el fondo de una cañada, asumà que era imposible que quienes iban delante se perdieran pues sólo podÃan ir hacia arriba o hacia nosotros, asà que nos detuvimos para pasar las horas más calurosas del dÃa a la sombra de una peña.
EN BUSCA DE AARÃ?N Y GONZALO
A las 3:30 de la tarde, el grupo uno comenzó a caminar nuevamente. Esta vez llevaban la orden de caminar lo más rápido posible hasta alcanzar a sus otros compañeros o, si se daba el caso de que no sucediera esto, detenerse una hora antes de oscurecer para esperar al segundo grupo, que irÃa rastreando posibles caminos que pudieran haber tomado como equivocados. Además, el cañón del RÃo Buenavista estaba por terminar e iniciar el Valle Buenavista, donde serÃa más probable que Aarón y Gonzalo pudieran tomar otro camino.
Los dos grupos nos encontramos poco antes de oscurecer y no habÃamos encontrado rastro de los dos compañeros asà que seguimos caminando de noche hasta aproximadamente las 22:00 horas a todo lo largo del camino de terracerÃa bien delineado y que impedÃa que los muchachos equivocaran el camino fácilmente. A esa hora encontramos un lugar para colocar las tiendas de campaña. Pese a que la situación de no encontrar a dos de nuestros compañeros era extraordinaria, yo todavÃa no estaba del todo preocupado porque en la teorÃa y durante todas las prácticas siempre habÃamos remarcado y aplicado el compañerismo que debe existir, asà que esperábamos hallarlos al dÃa siguiente muy cerca de nosotros.