En el Estado de Yucatán existe un gran número de cavidades activas (cenotes) y cavidades fósiles (cavernas), la mayoría de las cuales parecen tener algún grado de interconexión con el agua subterránea, única fuente de abastecimiento en la región. Este hecho permite que existan conductos preferenciales a través de los cuales el agua de la precipitación pluvial se transporta hacia el acuífero. Muchas de estas manifestaciones cársticas están abiertas a la superficie del terreno y están conformadas por pasajes y cámaras de varios cientos de metros de longitud que constituyen conductos por los que se mueven rápidamente grandes volúmenes de agua superficial para recargar al acuífero, pudiendo de esta manera provocar la contaminación del manto freático debido a que el agua de recarga se transporta directamente a través de la matriz rocosa antes que pueda ocurrir algún proceso de purificación natural, absorción y filtración.

En este estudio se emplea la técnica de resistividades eléctricas induciendo una corriente directa en el subsuelo y leyendo por medio de electrodos los cambios en las resistividades de las diferentes capas del subsuelo o las resistividades equivalentes a ellas. La finalidad es la de detectar la presencia de cavidades o agua subterránea en la matriz rocosa; esta misma técnica se puede emplear para determinar si existen cenotes o cavernas que posean conexiones hidrológicas directas con el acuífero yucateco correlacionando éstas con la presencia de agua en la matriz rocosa, la calidad de la misma o la diferente conformación geológica en el subsuelo de la península.

Conociendo la presencia y extensión de una cavidad y empleando la técnica citada se trató de correlacionar la resistividad o sus cambios con la presencia del elemento hídrico y la cavidad misma.