En días pasados regresaron a nuestro país los integrantes del grupo universitario que intentó ascender a la cumbre al Nevado Chacrarrajo, 6049 metros sobre el nivel del mar, ubicado en la Cordillera Blanca del Perú. Debido a que el tiempo previsto para la empresa no fue suficiente, así como por algunos problemas de índole técnica los montañeros regresaron cuando se encontraban a 659 metros de la cumbre, aproximadamente.

Gaceta Deportiva entrevistó a José Manuel Casanova Becerra, Jefe de la expedición quien señaló: "no obstante que no alcanzamos la cumbre, superamos algunos pasos en roca con un grado de dificultad según la escala americana de 5.8 (siendo que el grado máximo en esta escala es de 5.12)"

Asimismo, Enrique Miranda Padilla, otro de los integrantes del equipo y encargado del Grupo Universitario que conquistó la cumbre del Monte Alpamayo (ver nota) señaló que el Chacrarrajo es una de las montañas más difíciles, pues presenta dificultades continuas, que impiden que pueda ser escalada con rapidez.

La intención de conquistar la cumbre en cuestión, señalaron los entrevistados, obedeció a que se trata de una montaña de gran calidad, la cual sólo ha sido conquistada en cuatro ocasiones. Además, agregaron, intentamos subir por una ruta que sólo ha sido utilizada por un grupo de montañistas mexicanos.

El equipo universitario integrado por: Lucio Cárdenas González, Hugo Delgado Granados y la doctora Elia Moreno Martínez, así como Casanova y Miranda, contó con la colaboración del guía peruano Cosme Ramos. A su llegada a la ciudad de Huaraz el 20 de junio, los montañeros se dedicaron a comprar alimentos y alquilar animales para el equipo.

Después de dos días de camino los universitarios llegaron a Pampa Paria, donde instalaron el campamento de base a 4,200 metros de altura. Cuatro días más tarde instalaron el campamento número dos, desde donde intentaron atacar la cumbre.

Las mayores dificultades que presentó la montaña fueron, entre otras, algunas paredes de hielo en la que nuestros montañeros debieron utilizar hasta medio día de trabajo. Dichas paredes llegaron a tener una altura de cuarenta metros aproximadamente, lo que ocasionó que el tiempo calculado para llegar a la cumbre no fuera suficiente. Sin duda, la mayor dificultad la constituyó una arista de cerca de 500 metros de longitud, pues al final de ésta, y a 659 metros de la cumbre, como ya hemos señalado, se había formado una cornisa de hielo que, explicaron Casanova y Miranda, resultaba peligrosa puesto que tenía una superficie tan delgada que podía quebrarse con el peso de los expedicionarios.

De tal modo, después de quince días de trabajo efectivo en la montaña y debido al problema antes señalado, además de que los alimentos no alcanzaban para mucho tiempo, decidieron regresar al campamento base y de allí a Huaraz. No obstante no haber llegado a la cumbre, señaló Casanova, los integrantes del grupo están satisfechos por haber intentado trazar una nueva ruta para ascender al Chacrarrajo, además de que sirvió como preparación para futuras expediciones.

Gaceta UNAM, 1981