CUIDADOS DEL MATERIAL
Las herramientas afiladas penetran con facilidad en el hielo y tienen menos tendencia a fracturarlo, lo que redunda en tu propia seguridad. Asà pues vigila con regularidad el grado de afilado de tus crampones y piolets. Excepto para el caso de las modificaciones funcionales especiales que se recomiendan en este libro, afila todas las puntas de los piolets y crampones manteniendo la configuración con que vinieron de fábrica. Para evitar sobrecalentar el acero y dañar su temple, nunca emplees para el afilado un aparato eléctrico. Personalmente, siempre llevo conmigo una pequeña lima, guardada en un lugar accesible.
Seca y engrasa muy ligeramente todas las partes metálicas para impedir que se oxiden. Antes de cada escalada, inspecciona todas las correas de crampones, dragoneras, martillos y piolets en previsión de señales de desgaste, grietas finas o fisuras por fatiga del material. Comprueba también que los tornillos y tuercas estén bien apretados. Algunos productos lÃquidos como el Loctite pueden ayudar a reforzar la solidez de las tuercas.
MATERIAL PARA EL ASEGURAMIENTO
La fiabilidad de las protecciones colocadas en nieve y en hielo es tan variable como el propio medio donde se emplazan éstas, si bien es cierto que los modernos dispositivos para la protección en hielo a menudo aportan tanta seguridad como la que confiere un buen spit de doce milÃmetros sobre roca de buena calidad. En paralelo a las mejoras en cuanto a experiencia, técnica y preparación fÃsica, los nuevos y superafilados tornillos de hielo y los pitones tipo Snarg han permitido a los escaladores alcanzar niveles cada vez más altos de dificultad.
TORNILLOS DE HIELO TUBULARES
Dependiendo de la calidad del hielo, un tornillo tubular bien colocado puede soportar entre 900 y 2.200 kp, por lo que confieren una excelente protección. En hielo podrido, los tornillos aguantan muy poco. Evidentemente, los tornillos más largos con diámetros más grandes y roscas más profundas van mejor en nieves heladas y hielos podridos. En un buen hielo de fusión los tornillos largos son innecesarios. En la práctica, el noventa por ciento de las veces nos desenvolveremos perfectamente con tornillos de 20 a 25 cm de longitud. Para el caso de hielos de muy escaso grosor, lleva unos pocos tornillos preparados del siguiente modo: pasa el tornillo por la estrecha abertura que queda al quitar uno de los mosquetones de una cinta exprés. Tan pronto como el tornillo toque roca al introducirlo en el hielo, no tienes más que dar vueltas a la exprés para que "baje" por la rosca hasta quedar en contacto con el hielo, formando una presilla sobre el tornillo. Esto elimina la necesidad de transportar tornillos cortos y permite el uso de tornillos en serie, tal y como se recomienda para hielos finos en la sección técnica de este libro.
Uno de los problemas que tienen los tornillos tubulares es que el núcleo de hielo tiende a adherirse a la pared interna del tornillo. Un tubular lleno de hielo no podrá volver a colocarse mientras no se elimine dicho núcleo de hielo, lo que puede ser extremadamente difÃcil a menos que el diseño del tornillo tenga en cuenta este problema. Se han ideado varias soluciones eficaces. Uno es la construcción con diámetros interiores diferentes, de modo que el hielo penetra por la punta del tornillo a través de un orificio ligeramente menor y puede eliminarse por la parte posterior con sólo sacudirlo. Algunos de los excelentes tornillos de acero inoxidable o cromo-molibdeno que existen hoy en el mercado tienen en la punta unos dientes tan cortantes que el corazón de hielo queda pulverizado al entrar a presión en el tubo. Estos tornillos se vacÃan generalmente con sólo golpeárlos ligeramente contra la cabeza de un piolet.
PITONES DE HIELO
La nueva generación de tornillos de hielo ultra-afilados son tan fáciles de colocar que han eliminado en gran medida la necesidad de emplear pitones de hielo. Sin embargo, en ocasiones es útil colocar este tipo de protecciones, que entran a martillazos. Los hay de dos tipos diferentes. Los de tipo "gancho" tienen un diseño similar a la hoja de una herramienta para hielo. Aunque su gruesa sección tiende a fracturar los hielos frágiles, a menudo se dejan colocar rápidamente en el orificio dejado por un piolet o en un hueco entre dos estalactitas de hielo, o bien pueden clavarse "a muerte" como protección rápida y provisional. Estos dispositivos suelen extraerse con relativa facilidad tirando del mosquetón hacia arriba y hacia fuera, pero en ocasiones el segundo de cuerda tendrá que picar el hielo para poder recuperarlos.
Para hielos duros, el pitón tubular comúnmente conocido como Snarg, que entra a martillazos y se extrae a rosca, ofrece mayor resistencia en caso de caÃda si se compara con los pitones de tipo gancho. Una hendidura longitudinal recorre todo el tornillo hasta pocos milÃmetros de la punta, y permite el vaciado mecánico del núcleo de hielo con el pico de un piolet o un martillo.
ANCLAS Y ESTACAS DE NIEVE
En nieves relativamente blandas, el mejor método de protección son los "deadmen" ("hombres muertos") o anclas de nieve, que son placas de aluminio equipadas con cables y pueden encontrarse en diversos tamaños, desde aproximadamente 15x20cm hasta 25x30cm. (A los tamaños pequeños se les llama a veces "deadboys", o sea, "chicos muertos"). Las anclas de nieve se hunden en la nieve a martillazos en un ángulo de unos 45°; si están bien colocadas tienden, al ser sometidas a carga, a "anclarse" más profundamente en la nieve, confiriendo un margen variable de protección. En nieves más duras (especialmente en las paredes de las rimayas, cornisas, etcétera) las estacas de nieve pueden ser un elemento útil de protección. Su sección es tubular, en ángulo o en T, y se hunden directamente en la nieve en un ángulo apropiado para resistir el eventual impacto de una caÃda. La longitud de las estacas de nieve oscila entre 45 y 90 cm, dependiendo su uso de las condiciones de la nieve. Una variante de las estacas de nieve son las llamadas "flautas", que tienen sección tubular y suelen llevar orificios destinados a incrementar su resistencia al impacto. Una gran ventaja de este diseño tubular es que pueden emplearse para construir puentes de hielo (según se describe en el capÃtulo Protección y Reuniones)
DISIPADORES DE ENERGÃ?A
La fiabilidad de un anclaje dudoso sobre hielo o nieve puede mejorar usando algún sistema de disipación de energÃa interpuesto entre el pitón y la cuerda. Estos sistemas, bien sean de placa o más sencillamente de cinta, (como los Air Voyagers o Screamers, provistos de series de costuras que en caso de caÃda absorben energÃa al romperse sucesivamente) limitan a unos trescientos kp la fuerza efectiva que llega a aplicarse al anclaje.
CUERDAS
Las cuerdas "secas" o dotadas de tratamiento hidrófugo suponen una enorme ventaja para el escalador de hielo, ya que se congelan mucho más difÃcilmente que las cuerdas no tratadas. Es importante leer con detenimiento la información del fabricante con respecto a dicho tratamiento hidrófugo. Si cada filamento de la cuerda se ha tratado individualmente antes de su trenzado, las caracterÃsticas hidrófugas de la cuerda perdurarán a lo largo de toda la vida de ésta. Sin embargo la mayor parte de los tratamientos van desapareciendo con el uso, asà pues la preciada caracterÃstica puede acabar por perderse.
Los tratamientos hidrófugos confieren la ventaja añadida de reducir la fricción de la cuerda a través de los mosquetones y sobre la roca, y de aumentar la resistencia de la camisa frente a la abrasión. Para rutas fáciles en terreno de nieve y glaciares, probablemente basta con una cuerda dinámica de 8 o bien 8.5 mm. Para rutas largas y difÃciles llevo una sola cuerda de unos 100 metros en doble y 8.5 0 9 mm, estrategia que constituye un seguro en caso de una eventual rotura, y también puede ser usada en simple para poder escalar tiradas largas y rápidas en terrenos fáciles. Como es natural, también puedes emplear cuerdas de 10 u 11 mm en simple si asà lo deseas.
ACCESORIOS
Además de la ropa y el material de escalada, hay otros elementos que en un momento u otro resultan esenciales para la escalada en hielo.
- Una linterna frontal suele ser muy útil durante los cortos dÃas invernales o para actividades que se inicien antes de amanecer. Las pilas de litio duran mucho más tiempo que las baterÃas corrientes, pero resultan caras y requieren bombillas especiales. Las baterÃas alcalinas son la siguiente mejor opción, y salen más baratas. Si guardamos las baterÃas cerca de nuestro cuerpo durarán más tiempo que si las dejamos directamente expuestas al frÃo en una mochila.
- El arnés con perneras graduables nos vendrá bien con cualquier tipo de ropa. Si debemos transitar por un glaciar, el arnés de pecho combinado con un arnés de cintura reduce el peligro de lesionarse la espalda en caso de caÃda cuando se lleva una mochila pesada.
- Para evitar que los lÃquidos se conviertan en sólidos imposibles de beber, utiliza un termo o una cantimplora recubierta de aislante.
- Un mapa y una brújula -y al menos unos conocimientos rudimentarios acerca de cómo emplearlos- te ayudarán a orientarte en condiciones de mala visibilidad.
- El altÃmetro indica la altitud a la que hemos llegado, y también avisa de los cambios de tiempo. El termómetro explica porqué tienes tanto frÃo... mientras que el inclinómetro muestra que, en realidad, esa pared no es tan vertical como parece.
- Una idea inteligente es llevar un pequeño estuche de reparaciones, con una lima, hojas de repuesto para las herramientas, llaves para los piolets y crampones y ese tipo de cosas.
- Siempre es recomendable llevar un pequeño botiquÃn de primeros auxilios.
- Un casco homologado por la UIAA podrÃa evitar el uso del botiquÃn de primeros auxilios.
- Es esencial contar con un dispositivo para rapelear y asegurar.
- Para los recorridos sobre terreno glaciar, un bloqueador mecánico que muerda bien sobre cuerdas heladas resulta un buen sustituto del nudo prusik.
- Una pala ligera es fundamental para el rescate de vÃctimas de avalanchas o para excavar cuevas en la nieve.
- Las raquetas de nieve y los esquÃs facilitan las aproximaciones y los descensos sobre nieve profunda.
Para el transporte del equipo, ropa, alimentos y bebida es preciso llevar una mochila. Tal vez tienes ya una pequeña mochila que utilizas para la escalada en roca: irá perfectamente para empezar, pero si te decides a comprar una mochila para alpinismo ha de reunir las caracterÃsticas siguientes: hombreras y cinturón acolchados y de longitud graduable, tensores para la estabilización de la carga en el cinturón y en la parte superior de las hombreras; tensores de compresión en los costados de la mochila, fijaciones adecuadas para el transporte de piolets, crampones, esquÃs y demás, y una estructura interna o plancha de espuma que se pueda quitar y poner.
Después de toda esta charla acerca de extravagantes equipamientos y ropajes, quiero repetirte que el objetivo no consiste en poseer la más moderna e imponente parafernalia para la escalada en hielo. Para empezar, puedes muy bien usar prendas de lana del ejército o vieja ropa de esquÃ; cómprate un par de crampones y un juego de piolets de segunda mano en buen estado, y parte hacia las nevadas montañas.