A diez años de haberse quedado a 98 metros de alcanzar la cumbre del Everest, y tras 41 días de expedición, Elsa Ávila de Carsolio se convirtió —la madrugada de ayer— en la primera mujer latinoamericana y la séptima entre los montañistas mexicanos que ha pisado la cima del mundo, desde que el 17 de mayo de 1989 lo hiciera Ricardo Torres Nava.
Elsa llegó a la cumbre de 8 mil 848metros a las 12:30 de Nepal (6:30 locales), con la ayuda de tanques de oxígeno, ante las extremas condiciones climáticas que presentaba la montaña, informó su esposo Carlos Carsolio, quien se encuentre en su hogar de Valle de Bravo, estado de México, al cuidado de sus dos hijos.
Durante la temporada primaveral 1989 de los ascensos himalayos, Elsa y Carlos realizaron un intento por conquistar el Everest sin la ayuda de oxígeno artificial —lo que ese mismo año Carlos logró—, pero tuvieron que desertar cuando Elsa presentó principios de edema cerebral.
En el otoño de ese mismo año, bajo condiciones aún más difíciles, Elsa volvió a atacar el pico y llegó a los 8 mil 200 metros, pero de nuevo sufrió problemas de hipoxia, una disminución en la concentración de oxígeno en la sangre, además de congelamiento de córneas que le hicieron desistir.
La fortaleza de su carácter, destacó Carsolio, ha llevado a Elsa a superar situaciones adversas, entre ellas la amputación de algunas partes de las puntas de las manos al sufrir congelamiento cuando intentaba, en 1992, llegar a la punta del Kangchenjunga, la tercera montaña más alta del mundo (8 mil 596 metros).
Aunque su recuperación fue lenta, adquirió movimiento y flexibilidad, al tiempo que procreó dos hijos y desarrolló, junto con su esposo, una empresa de sistemas motivacionales.
El ataque de Elsa a la cumbre comenzó hace tres días, cuando partió del campamento base junto con otros colegas hacia el otro puesto a 6 mil 200 metros, donde pernoctó. Retomó el ascenso hasta llegar al Collado Sur. En ese punto las condiciones climáticas se complicaron y varios alpinistas optaron por retroceder, entre ellos, algunos mexicanos que junto con Hugo Rodríguez intentan conquistar esa cima. Sin embargo, los que se quedaron se vieron beneficiados con la disminución de los vientos, lo que les permitió concretar el objetivo.
La mexicana ya empezó el descenso y pasará la noche a 7 mil 980 metros en la zona del Collado Sur, y continuará su retorno hacia el campamento base, instalado a 5 mil 100 metros.
La llegada de Elsa al Everest, como parte de una expedición británica en la que participan varias mujeres europeas, coincidió con el arribo de otros diez alpinistas de diferentes nacionalidades, integrantes la mayoría del grupo multimedia National Geographic, así que al margen del material que la mexicana presente para comprobar su ascenso, contará con el testimonio de esa empresa.
La temporada de ascensos al Everest inició a fines de marzo pasado y se estima que serán unas diez expediciones las que se realicen por cada lado de la montaña para este año. Destacan el intento del nepalés Arvind Timilsina, quien a sus 15 años trata de convertirse en el hombre más joven en subir a esa cumbre, y el del sherpa Babuchhiri, quien pretende establecer marca de permanencia en la cima al estar 20 horas.
La Jornada
Mayo 6 de 1999