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Montañismo y Exploración
Yuri, 2a cumbre en 20 días
30 octubre 1997

Signatario del peligro, el montañista mexicano Yuro Contreras coronó el pasado 23 de octubre la cima del Ama-Dablam, de 7,856 metros sobre el nivel del mar, pero una inclemente tormenta de nieve le hizo revivir horas de zozobra cuando, en …







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Signatario del peligro, el montañista mexicano Yuro Contreras coronó el pasado 23 de octubre la cima del Ama-Dablam, de 7,856 metros sobre el nivel del mar, pero una inclemente tormenta de nieve le hizo revivir horas de zozobra cuando, en compañía de un integrante de la expedición, se vió obligado a pernoctar una noche a la intemperie, antes de regresar al campamento base.

El doctor Yuri Contreras, quien retornará a la ciudad de México el próximo lunes, procedente de Francfort, había coronado la cima del Cho Oyu, de 8,201 metros y en menos de 20 días, acompañado de tres personas más inició el ascenso al Ama Dablam (la madre con collar de semillas), considerada la montaña más bella de la cordillera del Himalaya.

La odisea final de la nueva empresa arrancó el pasado 21 de octubre, cuando Yuri, el escocés Víctor Saunders, el taiwanés J.T. Chang y el sherpa Pasang, montaron el campamento II a una altura de 5,750 metros.

Un día más tarde, luego de atravesar la peligrosa arista sureste y escalar la torre negra llegaron a las verticales paredes de hielo, donde los 6,480 metros marcaron el campamento IV. (sic)

“Desde allí —relata el montañista mexicano que este año fue propuesto al Premio Nacional del Deporte—, bajo condiciones climatológicas aceptables el grupo salió en punto de las seis treinta de la mañana en busca de la cumbre.

“Pasamos junto al espectacular glaciar colgante del Dablam y horas después la bandera mexicana ondeó en todo lo alto…  todo parecía perfecto”.

Los cuatro enfilaron al campamento III, donde Contreras y Chang, exhaustos, decidieron quedarse para rehidratarse. Saunders y Pasang siguieron hasta el centro de abastecimiento número 1. “Lo difícil vendría cuando mi acompañante y yo rapeleábamos por las paredes de hielo y fuimos sorprendidos por una tormenta que impidió la visibilidad; en ese momento entendimos que el descenso era imposible (hacerlo ponía aun más en riesgo nuestra vida) y como pudimos logramos encontrar una repisa en la que esperamos hasta las seis de la tarde.

“Para entonces, en medio de la oscuridad y con la tormenta en su apogeo decidimos hacer un Bivauc (sic) (dormir a la intemperie). ¡Estábamos a seis mil metros de altura! Y prácticamente atrapados: el siguiente rapel conducía a una difícil travesía en roca. Fue una decisión drástica, pero no había más remedio. Con las mochilas como sleeping bags, toda la noche pasamos quitando la nieve de nuestros trajes.”

El doctor Contreras, que actualmente presta sus servicios en el Instituto Mexicano del seguro Social, relata que cayeron 30 centímetros de nieve, pero con el amanecer encontraron que la tormenta no cedía; por el contrario. “Ahí, a la mitad de la arista rocosa, comprendimos que se debía correr el riesgo. Si bien era cierto que el descenso se antojaba peligroso, también [lo era] que nadie subiría por nosotros”. Yuri Contreras estaba otra vez en peligro de muerte y no obstante fue su compañero Chang el que estuvo a punto de perderse en el vacío luego de resbalar en el rapel. Una cuerda de 6 milímetros detuvo su caída.

“Volvió a nacer y no desmayó en el intento. Como pudimos concluimos en cuatro horas esa travesía de 80 metros en roca”, comenta Yuri, quien agrega que en la base de dicha arista encontraron a Henry Todd (líder de la misión), con quien bajaron al campamento I, donde la tormenta se reanudó.

Cuando al fin llegaron al campamento base se encontraron que la nieve de los dos días precedentes había sepultado metro y medio el lugar.

A escasos tres días de la odisea, Yuri y su compañero aún presentan el “costo” de la montaña: dedos y pies congelados, pero de ello, agregó, “ya habrá tiempo para comentar”. El arribo del doctor Contreras está programado para este lunes, en punto de las 18 horas.

Excélsior
31 de octubre de 1997



 



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