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Montañismo y Exploración
Vestimenta por capas
1 marzo 2000

La mejor manera de protegerse del frío no es precisamente ponerse ropa muy aislante porque cuando la temperatura se eleve quedaríamos en la situación contraria. ¿Cómo solucionar esto? El sistema de aislamiento por capas permite tener versatilidad y una gran efectividad.







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Hasta no hace demasiado tiempo, el clásico plumón era la prenda más utilizada para combatir las bajas temperaturas. A pesar de que su magnífico poder de retención del calor y a causa de su enorme volumen y los problemas que aparecen en la pluma en caso de mojarse (los modelos que no disponen de membrana impermeable), han restringido su uso a situaciones específicas, como pueden ser las expediciones.

La vestimenta por capas se ha impuesto hoy en día como la mejor solución. Así, pues, con una camiseta térmica (aleja la humedad del cuerpo, secando la piel), un forro polar (retiene el calor) y la chaqueta con membrana (impermeable, transpirable y protector contra el viento), cubriremos todas nuestras salidas.

Según la época del año o las condiciones de la actividad a realizar, las combinaremos todas juntas o por separado obteniendo así el mejor rendimiento.


SISTEMA DE VESTIMENTA POR CAPAS

Es el modo de conseguir el mejor rendimiento de nuestras prendas. Con ello se controla el calor y la humedad corporal.

La primera capa (ropa interior). Aleja de la superficie de la piel la humedad producida al sudar, evitando así la sensación de estar empapados. Estar secos es fundamental para evitar los problemas de congelación.

La segunda capa (prendas térmicas). Retiene el calor producido por el cuerpo entre las cámaras de aire que forman sus tejidos.

La tercera capa (membranas impermeables-transpirables). Protege contra el viento y el agua.


La facilidad del sistema de vestir por capas es la de evitar los 4 tipos distintos de pérdida de calor.

Convección

El aire frío penetra y circula por el interior de la prenda, desplazando y expulsando el calor hacia el exterior. Una envoltura impermeable, cierres en los puños, tobillos y cuello y cordón ceñidor en la cintura, impedirán la salida de calor corporal y la entrada del frío exterior.

Conducción

Al entrar en contacto con superficies frías, como por ejemplo al sentarnos encima de la nieve, perderemos nuestro calor a través del tejido. Se evita gracias a las protecciones en las zonas de contacto de los guantes, calzado y pantalones. Evitando que la prenda se moje, también reduciremos este efecto.

Evaporación

A bajas temperaturas el sudor representa un serio problema. Las moléculas de agua del sudor que se filtran a través de las prendas quedan embebidas por el tejido, convirtiéndose en un perfecto conductor del calor corporal hacia el exterior. Por esta razón es importantísimo suprimir la humedad de la piel.

Radiación

El cuerpo convierte los alimentos en radiaciones infrarrojas que irradian de la piel en todas direcciones. Sólo las texturas compactas pueden interceptar estas radiaciones, que transformándolas en calor, lo mantienen entre estas capas.


EFECTO DEL VIENTO SOBRE LA TEMPERATURA










































































Velocidad del viento


Temperaturas resultantes (º C)


0 Km/h


0


-5


-10


-15


-20


-30


-35


15 Km/h


-7


-14


-22


-28


-35


-45


-50


30 Km/h


-15


-22


-30


-35


-40


-55


-65


40 Km/h


-18


-25


-32


-40


-48


-60


-68


50 Km/h


-21


-28


-35


-45


-55


-65


-73


60 Km/h


-22


-30


-36


-46


-57


-67


-75




TEMPERATURA CORPORAL

Creemos que es importante conocer los mecanismos reguladores que utiliza nuestro organismo para mantener la temperatura corporal.

Nuestro cuerpo se mantiene a una temperatura constante de aproximadamente 36,5ºC. En determinadas ocasiones estas temperaturas se elevan a propósito, aunque de forma inconsciente. Esta hipertermia, conocida como fiebre, no es más que un sistema de defensa de nuestro organismo que limita la actividad de ciertos virus y bacterias que no pueden desarrollarse a temperaturas superiores a los 38º C. Esta es una de las razones por las que estas reacciones del organismo no deberían tomarse tan a la ligera, contrarrestándolas de inmediato con toda clase de antibióticos y armas químicas.

Cuando no actúan estos sistemas de defensa natural, el organismo debe regular la falta o el exceso de temperatura de forma inmediata.

En el momento en que disminuye la temperatura el organismo, entre otras medidas, reduce el caudal de riego sanguíneo que circula a las extremidades, concentrando de este modo los fluidos y el calor en los órganos vitales, que son el tronco y la cabeza. Esta es una de las razones por las que cuando hace frío, los primeros síntomas los acusan nuestras extremidades.

Otro de los sistemas para aumentar la temperatura interna es el de hacer temblar los músculos (tiritar), ya que de este modo se quema más energía.

Cuando la temperatura aumenta, nuestra cabeza y nuestras axilas actúan como un radiador. Se dice que la cabeza puede llegar a expulsar hasta un 40% de la radiación corporal. Este es el motivo por el que usar un gorro puede equivaler al uso de un jersey.

Además, nuestra piel empieza a transpirar y a expulsar sudor. Para evaporarse, el sudor debe absorber calor, tomándolo de nuestro organismo, que es el que tiene más cercano. Precisamente por esta razón, si mantenemos lejos de la piel, con prendas interiores especiales, el sudor de la transpiración, también conseguiremos mantener más caliente nuestro organismo.

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