El Nanga Parbat seguirá sin tener un ascenso invernal al menos por otro año. Simone Moro, Denis Urubko y su equipo, dijeron adiós a la montaña tras muchos días de necadas continuas que aumentan el riesgo de aludes.
Una montaña hermosa y una aventura intensa con verdaderos amigos. Gracias a Dios aún estamos aquí, listos para empezar nuevos retos.
Denis Urubko
“Amigos, No deja de nevar aquí. Nos mantenemos pero la naturaleza está contra nosotros. Acabamos de recibir el pronóstico del tiempo y dice que estará igual durante dos semanas. Así que decidimos detener la expedición… El pronóstico es de 100-150 centímetros de nieve que nos bloquearía aquí. Y a los porteadores también. [Al quedarnos aquí] tomamos riesgos extra de los que normalmente tomamos pero la situación no está cambiando.”
Es la voz de Simone Moro desde el campo base del Nanga Parbat, anunciando que finaliza su intento de subir a este ochomil en invierno por primera vez. Su expedición comenzó el 26 de diciembre de 2011 y ahora se retiran, no sin pesar. Los detuvieron el frío, los fuertes vientos, la lentitud de aclimatarse en invierno y ahora, la nieve, que más que detenerlos, puede atraparlos. Dos semanas bajo nieve puede hacer que no sólo los porteadores sino los mismos escaladores tengan serios problemas.
Durante más de 50 días, Simone Moro y Denis Urubko se adentraron poco a poco en la montaña. Primero encontraron que la vía que habían elegido (la Kinshofer y que ahora es prácticamente la ruta “normal”) era demasiado peligrosa para ascenderse porque en invierno las pendientes estaban cubiertas de un hielo muy sólido. Así que cambiaron a otra parte de la montaña, ahí donde quizá Messner realizara su bajada cuando descendió del Nanga Parbat tras su ascenso en solitario por la vertiente de Diamir.
Los dos alpinistas escalaron la montaña hasta los 6,600 metros pero a partir del 27 de enero, todo el equipo ha estado recluido en el campo base debido a las nevadas.
“La preparación, entrenamiento, logística y tecnología son apoyos vitales para proyectos alpinois como este en el Nanga Parbat. Hacen la diferencia, como lo notamos el año pasado en la expedición al Gasherbrum II. Sin embargo, al final la relación es entre el hombre y la montaña.; si la naturaleza no ofrece condiciones perfectas para alcanzar el objetivo, esto no debe ser considerado como un fracaso, sino como una experiencia para futuros proyectos”, comentó Simone Moro.
Con esto, Simone admitía que la montaña y el invierno habían ganado finalmente la batalla y fueron más fuertes que su paciencia, determinación y voluntad. Con esto, la última expedición invernal en el Karakorum terminaba: los rusos en el K2 y los polacos también en el Nanga Parbat, ya se habían retirado.
“Karl Gablenunca falla. Nos dijo que iba a estar así hace una semana. En el pasado ha salado nuestras vidas. Ha sido una gran aventura. La naturaleza gana, como siempre desde que el hombre está en el planeta. Algunas veces nos deja tener algunos éxitos, pero esta vez no. No nos lamentamos porque hemos tenido suerte en el pasado. Este es un adiós. Es una decisión que tomé junto con Denis.”
Simone Moro y Denis Urubko son la pareja de montañistas que están enfrentando retos nuevos. El año pasado, lograron ascender el primer ochomil del Karakorum en invierno, junto con Cory Ricards. Urubko tiene ya los 14 ochomiles, todos sin oxígeno y varios de ellos por rutas nuevas y difíciles. A Simone no le hace gracia el coleccionar ochomiles y prefiere los retos que no se han terminado, como subir los ochomiles invernales, entre otros. Esta ocasión, estuvieron acompañados por el fotógrafo Matteo Zanga.
Nanga Parbat- Dispatch 1
Nanga Parbat- Dispatch 2
Nanga Parbat- Timelapse from Basecamp
Nanga Parbat- Simone speaks about weather conditions
