El montañismo actual visto por un sherpa
29 mayo 2011
En casi todas las fotos están, pero no se les menciona. En la gran mayoría de los ascensos, están, pero ni se les reconoce. Los sherpas están ahí, en las grandes montañas de la tierra y esta es una forma de ver el montañismo por un sherpa.
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En 1921, la primera expedición al Everest tuvo que contratar a porteadores para que les ayudaran con la enorme cantidad de peso que suponía la expedición por la cara norte de la montaña más alta del mundo. Ahí comenzaron a ser conocidos los sherpas, aquellos habitantes del Himalaya que con el tiempo serían casi tan conocidos como las montañas y a quienes no se les da tanto reconocimiento como a los montañistas de otros países, aunque hayan hecho lo más importante e incluso algo más.
Actualmente la mayoría de la gente reconoce como “representante” de los sherpas al legendario Tenzing Norgay, quien holló la cima del Everest en 1953 por primera vez junto con Edmund Hillary; a Apu Sherpa, quien recientemente logró subir por 21ª ocasión a la cumbre del Everest o a Babu Chhiri Sherpa, quien subió a la cumbre en 21.5 horas sin oxígeno. Ellos son los reconocidos, pero ¿qué hay de los miles de sherpas que no se mencionan y que también han estado en cientos de expediciones?
Nepal estuvo cerrado a los occidentales hasta 1951 y ese año se realizó una expedición de reconocimiento al Everest, dirigida por Eric Shipton y también estuvieron involucrados los sherpas. En 1953, Tenzing se convirtió en uno de los primeros hombres en alcanzar la cumbre más alta del mundo. Si él podía, ¿por qué no otros sherpas? Así surgió la primera escuela de montañismo en Nepal, orientada a que los sherpas obtuvieran una buena técnica y pudieran cumplir con sus funciones con mejor calidad.
De entonces para acá, las cosas han cambado mucho. Ahora, Nepal vive prácticamente del turismo, sobre todo el turismo hacia los ochomiles, sea en forma de trekking o de ascensos a las cumbres. Este año es el Año del Turismo en Nepal, una campaña oficial de Nepal para promover el turismo en ese país. Y por supuesto, crear más empleos.
¿Y dónde quedaron los sherpas en todo esto? Recientemente, la revista Travel, de la BBC, hizo una entrevista a un sherpa: Karma Sherpa, que da una idea de lo que es la comunidad sherpa actualmente. Karma es dueño de la Sherpa Mountain Travel y algunas de sus respuestas indican cómo vive el pueblo sherpa su vida:
“En mi experiencia, para escalar el Everest la gente necesita ciertas habilidades en montañismo. Pero es más importante la resistencia física que el entrenamiento técnico. Es decir, escalar en el Everest también es cosa de suerte. La persona debe tener buena suerte. No importa quién seas, algunas veces no es fácil alcanzar la cumbre. Un montón de cosas deben conjugarse: tiempo, condición física, guías…”
“Lo que sabemos es que cuando la gente es realmente experimentada, tienen mucha más confianza, pero la cosa es que cuando eres demasiado confiado, puede suceder un accidente. Puede suceder si estás manejando o caminando. Por eso es que cuando llevo gente a la montaña siempre digo que no importa qué tanta experiencia tengas, la montaña es siempre una montaña. Debes tener precauciones y conocer las condiciones. Cuando haya indicios de mal tiempo, baja y regresa al siguiente día.”
“Como sherpas, sabemos que las condiciones pueden cambiar en cualquier momento. Aún en los días soleados puede llegar el mal tiempo. Hemos vivido por muchos años ahí, así que podemos decir ciertas cosas. También, los sherpas respetamos el Everest como parte de la Madre Tierra. Cuando escalamos, tenemos mucho cuidado de también respetar a la naturaleza. Algunas veces la gente no conoce esa tradición así que hacen su escalada como pueden y como quieren, y algunas veces pueden suceder accidentes.”
“Siempre han partes buenas y partes malas para todo. Hasta donde yo sé, lo positivo sobrepasa lo negativo. Ha creado un montón de trabajos. El turismo es la principal industria que trae un crecimiento económico al país. Y el pueblo sherpa aprecia la industria del turismo; siempre dan la bienvenida a los turistas occidentales. Quiero decir que hay algunos cambios o influencias que hemso visto. En algunos lugares la cultura que tenemos parece desaparecer, lo cual es malo; pero aprender cosas nuevas ni es malo. Mientras mantengas tu cultura original y también aprendas de la nueva cultura, es bueno. Pero algunas veces cuando la gente aprende cosas nuevas, olvidan las viejas… Así que siempre recomendamos a la gente que mantengan lo que tenemos pero también que aprendan de otras culturas.”
A Karma le formulan una pregunta que parece ser fundamental en la mentalidad occidental: ¿No se sienten mal porque a los occidentales se les da más crédito por sus logros en montañismo? La respuesta es clara:
“Probablemente haya cosas controvertidas para algunas personas. Pero en general, al pueblo sherpa no le interesan. Estamos más en ayudar a la gente y llevar a la gente a la cumbre. En el pasado no había mucha competencia por establecer un récord… En mi opinión, la competencia es algo bueno si se hace positivamente. Algunas personas lo hacen negativamente y entonces crearán problemas en la comunidad y entre los montañistas… y deteriorarán las relaciones. Pero si alguien tiene éxito, entonces debemos estar felices. Eso es lo que el budismo y la cultura sherpa enseña.”
Probablemente esta última respuesta no deje satisfechos a todos. Demasiado simple, quizá. Pero suficiente para él. Y hay que notar que aunque a ellos no les interese el reconocimiento, sí es justo dárselo. La gran mayoría de quienes ascienden a un ochomil nunca mencionan el gran apoyo de recibieron de los sherpas. En varios relatos parece que ni existieran, salvo en las otras expediciones. Y al final, es hacerle justicia al sherpa pero también al estilo con que uno sube.