En junio de 2010, un grupo de científicos y exploradores se acercaron a la playa del lago de lava hirviente en las profundidades del Crácter Nyragongo, en la región de los grandes lagos de África. El equipo había soñado con esto: caminar sobre las playas del lago de lava más grande del mundo.
Los miembros del equipo tenían en mente el documental que hiciera el vulcanólogo y espeleólogo Haroun Tazieff en 1960 “The Devil Blast”, que fue el primero en mostrar al público erupciones volcánicas desde el fondo de un cráter, a finales de la década de 1950. El fotógrafo Olivier Grunewald, miembro de la expedición, estuvo a un metro de distancia del lago de lava y con eso pudo captar la belleza de la materia líquida.
El volcán Nyiragongo es el más activo de los ocho volcanes que forman la cordillera de Virunga.
Fotos: Olivier Grunewald.
El Nyiragongo, en la República Democrática del Congo, África, es uno de los volcanes más activos del mundo pues ha hecho erupción medio centenar de ocasiones en los pasados 150 años. El 10 de enero de 1977 las paredes del cráter se fracturaron y la lava viajó a casi cien kilómetros por hora hacia el sur, al pueblo de Goma, a 20 kilómetros de distancia y esto le da una característica a ese volcán, pues la lava no suele desplazarse con tanta velocidad. Aunque mucha de la lava se solidificó en el camino, por ello perecieron al menos 70 personas. El 17 de enero de 2002 hubo otra erupción importante y a partir de ahí, la actividad se ha delimitado exclusivamente al cráter.
En el principio del descenso de la segunda terraza, el mayor peligro son las rocas sueltas y el gas ciega los ojos.
En abril de este año, la revista National Geographic publicó un artículo sobre otra expedición al fondo del volcán en la que el lector puede creer que se trata del primer descenso al cráter: “Pero la tenía. La muestra de edad cero. Por una zona de guerra, montaña arriba, bajo un cráter, hasta el borde del lago de lava, la tenía. Ahora, por fin, la ciencia podía comenzar.”
Jacques Barthelemy, montañista y veterano en el Nyiragongo, usa una cuerda para subir equipo a la segunda terraza.
El lago de lava fue el objeto de estudio del vulcanólogo y espeleólogo francés Haroun Tazieff, quien descendió al fondo del cráter para estar lo más cerca posible. La película pertenece a Tazieff únicamente pues es el director, protagonista y guionista y ganó dos premios de cine.
Durante la noche, el campamento base en el borde del cráter, es iluminado por la luz de la lava.
El mejor método de descender.
Marc Caillet es el primer miembro del grupo en alcanzar el borde del lago de lava.
El riesgo principal cerca del lago es la lava que brota como sobreflujo. Aquí se está a pocos metros del borde del lago.
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