El año pasado, las montañas más altas de México se cubrieron de nieve y hielo como hacía muchos años no lo estaban. Con esa capa blanca, las montañas cambiaron sus condiciones técnicas pero como la gente no estaba acostumbrada a eso, hubo varios accidentes, algunos mortales. Pero el manto níveo no duró mucho: en un par de meses las montañas estaban como si nunca hubiera caído nieve en ellas: la esperanza de todos los montañistas de que con nevadas frecuentes los glaciares se recargarían, se esfumaba.
El glaciar de Ayoloco hace un par de años.Fotos: Generación Alpina.Click para agrandar.
Pero terminó de esfumarse estas semanas cuando no sólo no nevó sino que lo poco de los glaciares que quedaba comenzó a desaparecer tan notoriamente que algunas rutas se han vuelto peligrosas por la caída de rocas. Hace poco algunos elementos de la Cruz Roja alertaban sobre la zona de La Cabeza. Ahora, Franco Grasso, de ItalianTrek, alerta sobre la zona de Ayoloco, en el Iztaccíhuatl.
Reporte de ItalianTrek
Debido al fuerte derretimiento que está lamentando el Glaciar del Ayoloco (volcán Iztaccíhuatl) se están verificando fuertes derrumbes concentrados en la zona cercana de la Peña Aguilera.
La zona alta del Iztaccíhuatl suele ser un lugar de mixto (nieve-hielo con piedra) y su estructura está siendo alterada completamente por el fuerte deshielo de estos últimos años. Es por esto que los derrumbes están alcanzando elevada frecuencia y grandes tamaños.
El glaciar, visto desde arriba. La peña que se ve en primer plano es la Peña Aguilera, de donde ahora están cayendo rocas de gran tamaño.
Durante los días 22 y 23 de Enero con ItalianTREK fuimos espectadores de cuatro fuertes derrumbes, por lo que decidimos ajustar el plan de nuestra salida didáctica, debido al hecho que la clásica ruta de acceso al glaciar del Ayoloco cruza la canaleta conocida como el “Embudo” o el “Colador” que es el lugar más peligroso por dichos derrumbes.
Por lo mismo se aconseja de no subir al Iztaccíhuatl por esta ruta si no de usar la ruta de “Los Pies” que, aunque no esté exenta del peligro de caída de piedras (sobre todo cuando [es] muy frecuentada), será la más segura hasta que caiga la nevada necesaria para que el Ayoloco vuelva a recuperar sus características de mixto.
Así era el glaciar hace un par de años.
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