En 1956 apareció una película titulada La montaña. Su historia es simple: un avión se estrella en lo alto de una montaña. Se organiza un grupo para llegar a ellos pero no tienen éxito. Entonces, un viejo escalador veterano (Spencer Tracy) que se ha retirado de la escalada, es chantajeado por su hermano menos (Robert Wagner) para subir por una ruta que sólo él ha ascendido antes.
Después de lo que parece una larga jornada, llegan a la cima y en ella encuentran los restos del avión. El hermano menor despoja de sus pertenencias a los muertos porque lo que quiere es salir de la vida miserable que lleva en el valle, siendo hermano de un pastor de ovejas, cuando el mundo le espera por delante.
Pero también encuentran a una chica que sobrevivió al impacto del avión. Wagner decide que no debe sobrevivir porque entonces no podría quedarse con el dinero que bajará de la montaña y trata de estrangularla, pero su hermano lo impide y comienza a bajarla. En el camino, Wagner piérdela vida al tratar de cruzar un puente de hielo en mal estado.
Tracy llega al pueblo con la sobreviviente y cuenta que fue su hermano quien lo obligó a salvar a la chica porque él mismo lo único que quería era quedarse con el dinero. Nadie le cree.
La película pudo haber sido buena en su tiempo. Hay que recordar que en ese tiempo ya se había conquistado el Annapurna, Everest y K2, entre otros, y que sus películas habían sido un éxito. Pero la parte técnica en sí es bastante mala, además de enormes huecos en el guión.
La escalada es aproximadamente buena, pero lo que trataron de hacer como una hazaña (escalada artificial) es simplemente ridícula. En una época donde ya existían los estribos, esa escalada se hace a fuerza de manos. Pero quizá es todo en lo técnico.
Spencer y Wagner son hermanos en la película, pero nadie se lo creería porque a simple vista parecen padre e hijo. En la vida real se llevaban 30 años de diferencia. El papel de “bueno” y de “malo” son llevados a extremos y sus papeles son tan ficticios que no son creíbles.
La película es recomendable sólo por ver el guión de una película hollywoodense de mediados del siglo pasado sobre montañismo. La triste realidad es que no ha mejorado mucho. Sí, las actuaciones, los escenarios, el equipo… pero Hollywood sigue haciendo películas malas (Límite Vertical, Riesgo total) y las que son excelentes pasan casi desapercibidas (Tocando el vacío).