Andrea Cardona es una montañista de Guatemala que actualmente está en pos de las siete Cimas, de las cuales ya ascendió cuatros: Aconcagua, Denali, Elbrus y Kilimanjaro, las cumbres más altas de América del Sur, América del Norte, Europa y África. En los momentos en que aparece esta nota, Andrea Cardona está en el Himalaya, preparándose y aclimatándose para subir el Cho Oyu, que sería su primer ochomil. Esta es una entrevista que Montañismo y Exploración hizo a Andrea en Kathmandú.
Andrea Cardona en el Himalaya.Fotografías cortesía de Andrea Cardona.Haz click en las imágenes para agrandarlas.
MyE: ¿Cuándo comenzaste a practicar el montañismo?
Andrea: En 1990 cuando, yo tenía ocho años de edad, fui al Volcán de Pacaya con mis papás. El Pacaya es volcán activo muy lindo y fácil. Pensé haber hecho una gran hazaña. Mi segundo volcán fue San Pedro en el Lago Atitlán, cuando tenía 15 años. En ese tiempo yo vivía a orillas del lago Atitlán, muy lindo y con la vista del tres imponentes volcanes enfrente; el San Pedro era uno de ellos. Tuve la suerte de tener papás jóvenes a los que les gustaba hacer viajes de aventura en Guatemala. Mis mejores recuerdos de niña son cuando acampábamos en la vera de un río caudaloso o en cualquier lugar remoto. Creo que de allí saque el gusto por acampar y estar cerca de la naturaleza.
Hace tres años viajé de mochilera en India y Nepal. Fue en Nepal donde hice mi primer trekking: al campamento base del Everest y simplemente me enamoré a primera vista de las montañas. Nunca imaginé que ésta pasión se iría a convertir en lo que es ahora, todo un estilo de vida por el que estoy dispuesta a renuncias a muchas cosas.
Catedral de San Basilio, Plaza Roja de Moscú.
MyE: ¿Eso fue lo que te motivó, las grandes montañas?
Andrea: Sí, la belleza de la naturaleza de los Himalayas, la gente magnífica que tengo la oportunidad de conocer y con quien compartir momentos tan intensos. Y más que todo, el reto que la montaña me presenta cada día. Es increíble cómo me siento cambiada y mejorada como ser humano. En poco tiempo aprendí muchos valores muy importantes como la perseverancia, la paciencia, en enfoque y la humildad. ¡Todo gracias a las montañas!
MyE: ¿Hubo alguna razón por la cual comenzaras en este deporte, alguna persona?
Andrea: Conocí a mi pareja en la India y viajamos un tiempo juntos. Era entonces sólo un compañero y nunca pensé que se fuera a convertir en algo importante. Yo tenía una vida en Italia, donde estaba viviendo hacía cinco años. Pero al regresar, después de ocho meses de viaje, sentí que ya no pertenecía a ese lugar y extrañaba mucho a Manoel. Él ya hacía montaña hacía mucho tiempo, pero practica también muchos otros deportes y tiene miles de intereses diferentes.
Lo que nos conectó fue el amor por los viajes y la aventura. Empezamos a trabajar juntos como guías de grupos temáticos como yoga, filosofía, fotografía, paisajismo, peregrinaciones budistas, etc. También teníamos en nuestro menú dos trekkings al Campo Base del Everest al año.
Club Alpino Ruso.
MyE: ¿Cómo fue tu primera experiencia en montaña?
Andrea: En uno de esos viajes, en el 2007 escalé el Island Peak, una montaña de 6,200 metros y me encantó. Fue mi primera experiencia de llegar a una cumbre (aparte de los dos volcanes en Guatemala) fue tan emocionante y me sentí tan bien que quise repetir esa experiencia. Después fui al Aconcagua y la experiencia, de nuevo, me encantó. Desde allí decidí que quería escalar el Everest y darme dos años a partir de ese día para entrenar.
El Island Peak fue un descubrimiento diferente, algo que cambió mi vida. Podía ver desde lo alto el Ama Dablam, Lhotse, Nuptse, Everest, Baruntse y muchas otras lindísimas montañas alrededor. El valle estaba cubierto de nubes y por eso tenía la sensación de estar muy muy alto viendo el mundo por encima de las nubes mientras amanecía en los Himalayas.
Día de aclimatación en la Suiza rusa.
MyE: Además de Manoel ¿has tenido otros compañeros de montaña?
Andrea: Aparte el primer viaje al Campo Base del Everest, todo el resto de trekkings que he hecho, los he guiado con Manoel. Hice un curso de escalda en hielo en Bolivia y que quedé 40 días escalando allí, después nos fuimos a Perú a hacer trekkings, porque el tiempo no estaba bueno para ir al Huascarán, y después fuimos a Ecuador a escalar Chimborazo y Cotopaxi. Esas fueron las únicas experiencias que hemos tenido solos. El resto ha sido siempre guiando grupos, con excepción del McKinley, en donde fuimos en una expedición comercial.
MyE: El Everest… pero entonces ¿tu historia de montañismo ha estado siempre fuera de Guatemala?
Andrea: Sí. Escribo muy poquito de mi país pero la verdad es que el verdadero montañismo lo empecé fuera de él.
A veces encontramos algunas secciones un poco resbaladizas.