Desparece otro lago en la Patagonia chilena
15 abril 2008
En la Patagonia, un lagfo desapareció en doce horas. Este es el segundo lago en el territorio chileno que desaparece en menos de un año. Sin embargo, se trata de un proceso geológico común en esa zona.
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El 27 de mayo del 2007, los miembros de la Corporación Nacional Forestal de Chile comprobaron que había desaparecido una masa de agua enorme: el Lago Témpanos junto con su río, de hasta 40 metros de anchura y varios kilómetros de longitud. Lo habían visto apenas dos meses antes pero era así de sencillo: desapareció una masa de agua impresionante.
Los habitantes del lugar daban por sentado que un terremoto que sacudió la zona fue quien abrió la tierra para tragarse el agua y hasta hay quienes aseguran que el lago fue succionado por extraterrestres, pero los científicos están hasta ahora elaborando hipótesis de trabajo en base a sus estudios de campo.
Ahora ha desaparecido un segundo lago también en la Patagonia chilena: el Cachet 2 y fue con muy pocas horas de diferencia en la madrugada del miércoles 9 de abril. El Cachet 2 era un lago de cinco kilómetros de largo por casi uno de ancho y aproximadamente 200 mil millones de litros de agua.
Los comentarios iniciales son que se abrió un túnel debajo del lago y por ahí se fue toda el agua, que se derramaba en el río Baker de tal manera que “comenzó a fluir contracorriente” y se comenta que la causa principal “reside en el cada vez más inquietante aumento de la temperatura en la región austral”, mencionó el glaciólogo chileno Andrés Rivera.
Consultado por Montañismo y Exploración, el doctor José Juan Zamorano, doctor en geomorfología de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que la roca de Patagonia es principalmente caliza (carbonato de calcio). Esta roca es totalmente impermeable y puede retener, como un recipiente hecho de una sola pieza. Además, con el paso del tiempo se deposita en su superficie el material residual de la desintegración de este tipo de roca, que se conoce como Terra rosa y la sella completamente.
Sin embargo, la caliza también es quebradiza y si debajo de ella hay túneles que tengan conexión con un sistema de aguas subterráneas, la masa de agua se irá definitivamente para allá. El rompimiento puede deberse a un terremoto o al golpeteo de los hielos.
El Lago Caché recibía aguas del glaciar Colonia y las aguas inundaron el río Baker, el más caudaloso de Chile, logrando que la corriente fuera en sentido contrario durante dos horas. Este fenómeno es conocido como Glof por los especialistas y es habitual en Chile y América del Sur.