¿Recuerdan a Mauricio Huerta? Un muchacho de 19 años y que desde hace siete practica la escalada en roca. En el mes de agosto pasado participó en el Campeonato Mundial Juvenil de Escalada que se celebró en la ciudad de Ibarra, Ecuador, y quedó en el lugar número 13 de todos los participantes de su categoría. Un mes después, en septiembre, participó en el Campeonato del Mundo y ocupó el lugar número 75.

Hasta entonces, había pintado un buen año para Mauricio, pero él decidió hacer lo suyo: se fue a Europa y ha decidido participar en cuanta competencia tenga a la mano. El resultado: en la séptima etapa de la Copa del Mundo, celebrada en Valence, Francia, ocupó el lugar número 33 de 38.

Estar en las competencias le está dando a Mauricio el mejor espacio para nutrirse del ambiente de la escalada a nivel internacional, donde la pelea está dada entre Patxi Usobiaga y Ramón Julián (ambos españoles), en la rama varonil, y Angela Eiter y Maja Vidmar (Austria y Eslovenia, respectivamente), en la femenil.

La última etapa de la Copa del Mundo se celebrará el 17 y 18 de noviembre en Kranj, Eslovenia.

Mauricio Huerta Magdaleno es originario de la ciudad de Morelia, Michoacán y tiene siete años escalando. En sus principios tomó un curso de escalda con Salvador Marines y en el 2002 ingresó al mundo de las competencias, organizadas por la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, como parte de la categoría juvenil B. Entonces quedó en segundo lugar.

En el 2003 participó en el Campeonato Panamericano de Escalada que se organizó en México y quedó en segundo lugar de su categoría. En el 2005, Mauricio logró ser el campeón Panamericano de su categoría y, con esto, el primer mexicano en conseguir ese lugar en ese campeonato, además de que la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme) lo condecoró con el premio “El luchador Olmeca”, la máxima presea deportiva nacional. Era, además, la primera vez que este premio era entregado a algún escalador.