El 5 de diciembre se produjo un incendio en la bodega de Alpinist, una de las mejores revistas de montañismo en el mundo. En ese almacén, se guardaba todo lo que se había producido durante los últimos cinco años, que es cuando comenzó a salir al público.

Según la nota puesta en su página web, “la bodega en donde se mantenía su inventario —ejemplares atrasados, sombreros, playeras, recipientes para agua, calcomanías, todo— se quemó por completo. Nada se salvó. La destrucción de todo lo que construimos en los últimos cinco años hubiera sido ya bastante malo. Pero esta vez, viene en mitad de las fiestas de fin de año”.

Alpinist invita a sus lectores a renovar su suscripción, a suscribirse o a regalar una suscripción de la revista para poder levantarse nuevamente. Es importante subrayar que Alpinist no pide dinero para levantarse, pues les queda claro que eso sería pedir limosna y si algo enseña el montañismo es a levantarse por sí mismo, con ayuda de los demás, si se puede, pero por las propias fuerzas. En eso se nota que es una revista joven y con mucho dinamismo.

Alpinist es una revista que comenzó sin tener anuncios, en un intento de colocar sólo lo más relevante del montañismo mundial y pronto se colocó entre las mejores fuentes de información de nuestro deporte.