Lo que cuenta es la experiencia que se vive.
Anderl Heckmair
El pasado martes 1 de febrero, morÃa en Baviera, a los 98 años, Anderl Heckmair, el lÃder de la cordada austro-alemana que escalara por primera vez la pared norte del Eiger en 1938. Anderl Heckmair nació en Alemania en 1906 y perteneció a la llamada Â?Escuela de MunichÂ?, acomete la escalada con el equipo y la técnica de la época, pero con una voluntad que le hace destacar en poco tiempo.
En 1937 realiza la primer ascensión sin vivac a la Cima Grande di Lavaredo y al año siguiente escalaba la Eigernordwand con su compañero Ludwig Vörg, quien habÃa hecho un intento a la pared en 1937 y se habÃa convertido en célebre al ser de la primera cordada en regresar viva de la pared. Vörg conocÃa la pared y Heckmair conocÃa la técnica.
El Eiger era entonces el último gran Â?problema de los AlpesÂ?, pues los otros dos habÃan sido ya escalados (norte de las Grandes Jorasses y norte del Cervino). El cambio de mentalidad que Heckmair le proporcionó a la escalada fue clave: consideró que no se trataba de una pared de roca con problemas de nieve y hielo, sino precisamente lo contrario: una pared de hielo y nieve con problemas de roca.
A la entrada de la pared se encontraron a la cordada de Heinrich Harrer y Fritz Kasparek, dos austriacos que habÃan vivaqueado en la base de la pared. Esta cordada, al contrario de la de Heckmair, estaba mal preparada para los problemas sobre hielo y de hecho sólo uno de ellos llevaba crampones.
Además de los problemas resueltos en la pared, Heckmair también hizo historia en la técnica y equipo de alpinismo, pues el piolet y los crampones que llevó eran lo más novedoso. El piolet, de pica curva, se convirtió nuevamente en la novedad cuando Yvon Chouinard lo lanzó al mercado. Similar historia tuvieron los crampones de doce puntas, que comenzaron a usarse hasta bastantes años más tarde.
Por este equipo novedoso y por el entonces escaso poder adquisitivo (entre ambas guerras mundiales) de los escaladores, a los cuatro conquistadores del Eiger se les tachó de elementos del partido nazi, pues sólo de ahà podÃa venir el equipo tan costoso. Como sea, Heckmair sólo posó junto al Führer en una ceremonia y nunca se mezcló con el partido ni sus altibajos.
Convertido en guÃa de montaña, vivió toda su vida de su trabajo y de la publicación de dos libros: Los tres últimos problemas de los Alpes y My life as a mountaineer.