Las primeras fotografÃas aéreas del Everest que recuerdo haber visto están en el libro de la expedición de Eric Shipton de reconocimiento a la montaña por el lado de Nepal en 1951: una montaña enorme y casi toda negra, sin nieve apenas. Un engaño visual, pero era lo más cerca de la cumbre de la montaña más alta del planeta que alguien podÃa estar entonces.
En 1953, Edmund Hillary y Tenzing Norgay llegaban a la cima. Tras ellos han subido más de mil personas hasta el momento, en toda clase de expediciones, desde las clásicas de la época de la conquista, con toneladas de carga, muchos miembros y bastantes campamentos de altura hasta las de estilo alpino, solitario y sin oxÃgeno.
Pero entre ellas aparecieron las expediciones comerciales que suben a sus clientes por dos rutas básicas: la norte y la sur. Esta Â?invasiónÂ? de gente en la montaña ha sido rechazada por la mayorÃa de los montañistas que, después de todo, tuvieron que quedarse cruzados de brazos ante la inmensa mayorÃa que resultaron ser los demás, pese a advertencias y a razonamientos lógicos de seguridad. Nepal y China abrieron más permisos cada vez para que entraran más divisas.
El pasado 14 de mayo un helicóptero Ecureuil/AStar AS 350 B3 de la compañÃa Eurocopter se colocó en la cumbre del Everest durante dos minutos, tiempo que la Federación Internacional de Aeronáutica establece para ser considerado Â?aterrizajeÂ? como tal. El piloto, Didier Delsalle, rompió asà el record de aterrizaje de altura, récord que además no puede ser superado pues se trata del punto más elevado de la Tierra.
La empresa lo promueve como todo un logro de la tecnologÃa moderna. Este logro podrÃa abrir las puertas a rescates de gran altitud pero también a una nueva invasión a la montaña: aquellos que quisieran llegar con ropa muy confortable, un dÃa espléndido, una mascarilla de oxÃgeno y estar sólo un minuto en la cima más alta del planeta pero sin hacer más esfuerzo que el de descender del aparato para tomarse la foto.
En cuanto a rescates, es cierto que se abre una ventana de posibilidades pero hay que recordar que el aterrizaje se realizó en un dÃa de excelentes condiciones meteorológicas y en un tiempo breve, que es muy diferente a pensar en alguien con problemas en mal tiempo. El tiempo usado en un rescate serÃa mucho más largo, lo que acortarÃa las posibilidades de éxito en rescate.
Por el momento lo único que se vislumbra es que Eurocopter se convertirá en una empresa asediada por personas que harán fila con sus miles de dólares para �estar en el Everest� de la misma manera que llegan ahora a los polos norte y sur, bajando sólo un pequeño tiempo para la foto. Y claro: por aquellos que quieran un rescate seguro tendrán que alquilar los servicios seguros de la empresa.
Por donde se mire, es importante sentar los pies antes de embarcarse en el Everest pues si la ilusión de un rescate en helicóptero hace acudir a muchos más de los que hasta ahora han ido, quizá se enfrenten con que el helicóptero no puede alcanzar la cota en donde se le necesita. Y entonces se enfrentarán a la noción básica del montañismo: salir por uno mismo.
PELÃ?CULA DEL ATERRIZAJE
La pelÃcula era de libre acceso pero ahora está restringida.