¿Se puede diseñar un plan si saber sobre el estado actual de salud y condición fÃsica? En México y en muchos otros paÃses donde la cultura fÃsica y deportiva no existe es muy común hacerlo. Plantear "programas" de entrenamiento sin hacer un diagnóstico general previo, es una práctica habitual de deportistas o exdeportistas que se autodenominan entrenadores o que simplemente por acto cultural se pasan la receta.
Un programa de entrenamiento es mucho más complejo de lo que parece. En principio, un buen programa obedece a una planificación cuya periodización temporal puede estar dada en un ciclo que puede ser -en el mayor de los casos- anual o plurianual. Dentro de esta periodización las cargas y los medios del entrenamiento deben estar fundamentadas bajo principios de orientación fisiológica y principios de orientación pedagógicas. Los primeros nos llevan a el estudio de los métodos de entrenamiento aplicados desde la perspectiva de principios como:
- La relación óptima entre carga y recuperación
- El incremento progresivo de las cargas
- El incremento discontinuo de las cargas
- La versatilidad (variabilidad) de la carga
- La repetición y continuidad
- La periodización
- La adaptación a la edad e individualidad del deportista
- La alternancia reguladora
- La regeneración periódica
- La sobrecompensación (Ley Seyle)
Mientras que los segundos nos remiten a los métodos aplicables al proceso enseñanza-aprendizaje:
- Principio sensoperceptual
- Concientización
- Accesibilidad e individualización
- Sistematización
Como podemos observar, dichos principios implican una cantidad de variables que son imposibles de controlar en cualquier programa de entrenamiento realizado al vapor o con la experiencia de que a alguien le "funcionó". Lo coloco entre comillas porque pudo haber funcionado parcialmente por sobrecompensación pero si no hubo alternancia reguladora o adaptación a la edad, los cambios fisiológicos pueden ser a largo plazo perjudiciales para el deportista en cuestión.
Ejemplo: una persona que abusa de una carga netamente aeróbica desarrolla sus cavidades cardiacas con gran capacidad de volumen pero sin un desarrollo sustancial en el grosor de las mismas paredes ventriculares, esto podrá ocasionar problemas de salud a futuro.
Proponer una planificación de entrenamiento requiere de hacer un diagnóstico previo del estado psico-fisiológico del deportista asà como de la especialidad a la que se le va a entrenar.
En el diagnóstico habrá que determinar consumo máximo de oxÃgeno, calidad de la coordinación psicomotriz, fuerza máxima general y especifica, somatotipo, porcentajes de masa magra (grasa), tolerancia al lactato en intensidad submáxima, Ãndice general y especifico de movilidad, problemas ortopédicos o fisiológicos de otra Ãndole, actividad extradeportiva (estudiante, empleado, obrero, etc.) y sus periodos de carga y tipo de la misma, grado de cultura fÃsica, tiempos de recuperación en trabajo cardiaco, edad , peso, estatura, nutrición media, cultura fÃsica (¿domina el proceso fisiológico de calentamiento?) y otras variables que son importantes.
Si hablamos de la especialidad deportiva, habrá que determinar los porcentajes de carga y el tipo de la misma a la que va dirigido el programa. No es lo mismo un plan de entrenamiento para excursionismo que para alta montaña.
Asà pues, nunca sigamos un plan de entrenamiento al pie de la letra y menos si no hubo un proceso de diagnóstico previo e instrumentos de control durante el periodo de entrenamiento. Siempre habrá que hacer modificaciones en base a los principios mencionados. Un proceso de entrenamiento mal diseñado redundará seguramente en lesiones posteriores a la etapa competitiva del deportista.
Como último comentario, quiero decir que para mà es muy difÃcil elaborar un plan de entrenamiento, debido a que en México las condiciones e infraestructura para poder diseñar, controlar y dar seguimiento a una planificación del entrenamiento son difÃciles.