En mayo del 2003 se celebraba en la Ciudad de México el Campeonato Panamericano de Escalada en Roca. Este hecho fue importante porque situaba a los escaladores en una competencia de talla internacional; pero no sólo eso: también el público se ubicó dentro de la competencia sin relatos de otras personas, sufriendo el calor y emocionado con los logros de los escaladores, pese a que había gente que no tenía idea de lo que era separarse unos metros del suelo por la vertical.

El reciente Campeonato Norteamericano de Escalada en Roca, también celebrado en la Ciudad de México, tuvo el mismo efecto pero con algo adicional: se competía sólo con escaladores de Canadá y Estados Unidos y con la mira de pertenecer al grupo que estaría en los Juegos Mundiales, a celebrarse en el 2005 en Alemania. Los Juegos Mundiales son considerados la antesala de los Juegos Olímpicos y esto da ya un nivel diferente a las competencias. No era sólo �un Panamericano más�, sino un evento único donde se jugaba la entrada de un deporte muy reciente a las Olimpiadas.

Es fácil imaginar el estado de los competidores, al menos de los mexicanos, aunque no dudo que los demás sintieran lo mismo. Tres países para pocos lugares. Dura prueba. Sin embargo, la competencia se realizó y es sorprendente que haya salido tan bien cuando hace cuatro años no había competencias oficiales de este tipo en México, mucho menos de carácter internacional.

La CONADE ha emitido listas de resultados con base en los días de la competencia pero habrá que esperar la lista oficial de la UIAA, pues no se trata de un evento importante para un solo país o para los tres involucrados, sino para la totalidad de países que han competido en eventos similares para tener resultados por continente (en América se dividió en América del Sur y del Norte para que fuera más fácil).

Los competidores, ¿lo hicieron bien?, ¿fallaron?, ¿se quedaron cortos? Este tipo de comentarios los emitiría una persona de las que hablaba antes: aquellos que no saben lo que es despegarse del suelo. Ninguno falló pues todos estuvieron a la altura de presentarse ante un público y jueces internacionales, estrés incluido.

Nuestra más sincera felicitación a los competidores de los países participantes y, sobre todo, al organizador del evento: Alfredo Velásquez Iñiguez, presidente de la Federación Mexicana de Montaña y Escalada, quien se ha dado a la tarea en los últimos tres años de levantar una imagen del montañismo acorde al nivel internacional.