Hola
La llegada al Parque Provincial de Bugaboos es sencillamente espectacular: el camino desde Vancouver está repleto de interminables bosques y rÃos inmensos que junto con las formaciones montañosas crean un paisaje impresionante. Justo antes de llegar al lugar hasta donde nos es posible acceder en coche hay que recorrer aproximadamente 40 kilómetros de terracerÃa, que nos costaron por la pobre señalización y a que llegamos a este tramo aproximadamente a las 2 de la mañana. HabÃamos estado diez horas en carretera y aún pasamos dos horas más buscando el camino correcto hasta que lo logramos.
En el Lodge de CMH (Canadian Mountain Hollidays) conocimos a David, el Manager del lugar, y al saber que éramos mexicanos nos extendió todo tipo de amabilidades. Recordaba muy gratamente su estancia en México en el circuito de los volcanes. Asà que además del pequeño refrigerio se resolvió el problema del transporte de regreso, aunque sólo fuera el tramo de terracerÃa.
Desde el estacionamiento pudimos observar por primera vez las impresionantes formaciones de los Bugaboos con sus emblemáticos Little Snowpatch y Snowpatch, rodeados por los glaciares Bugaboo y Crescent. La visión desató en todos nosotros ese sentimiento de anticipación de poder empezar a escalar de inmediato; sin embargo no era tan sencilla la cosa, pues primero habÃa que armar el campamento y surtirlo desde un sitio localizado a ocho kilómetros de distancia y con un desnivel de unos 900 metros. Una interesante caminata. Más aún cuando se llevan cargas de 25 a 30 kilos. La mayorÃa hicimos dos viajes.
Al dÃa siguiente estábamos demasiado cansados y preferimos descansar, familiarizarnos con la zona y planificar la escalada. Al siguiente dÃa Luis, Oscar y Mike harÃan su ataque a la ruta Warrior, de la Torre Norte del Macizo Howser. Asà aprovecharÃan la ventana de buen tiempo que tenÃamos. Esa escalada los dejarÃa aislados de cualquier contacto, tanto visual como de radio. Alicia y yo aprovechamos para hacer un ultimo viaje para subir el resto del equipo y de paso aproveché el viaje para darme un chapuzón en el rÃo esperando que el agua no estuviera demasiado frÃa: no pude haberme equivocado más.
Por la noche llegaron Adrián y Rubén. HabÃan decido al Bugaboo Spire vÃa el North East Ridge, pero cometieron un pequeño error de interpretación: leyendo la guÃa habÃan entendido que les tomarÃa de dos a tres horas hacer la ruta cuando en realidad ese tiempo era el necesario para llegar a la base saliendo del refugio. Asà que tuvieron que pasar una noche en la cumbre.
Alicia y yo escalábamos en el área de Crescent Spire la ruta Roof Mctech. Tiene un techo muy bonito de aproximadamente cinco metros menos difÃcil de lo que parece. En la guÃa aparece como 5.10 pero yo creo que es más como 5.10d.
Al siguiente dÃa, luego de un intento en la ruta Sunshine, alcanzamos en el descenso a Adrián, Rubén y Miguel y les pudimos dar unos sandwiches y un poco de Gatorade para que se repusieran después de su odisea en la cumbre. Nos contaron que al perder la vÃa de descenso se vieron forzados a rapelar por la cara este teniendo la fortuna de encontrar reuniones que Â?después nos enteramosÂ? pertenecÃan a un grupo de diez japoneses que tuvieron la misma suerte de perder el descenso tan sólo un mes antes.
A pesar de las chocoaventuras hasta el momento lo que más me tiene impresionado es la temperatura. El campo base, rodeado de nieve, mantiene una temperatura de entre 20 y 30 grados centÃgrados durante el dÃa y por la noche llega a estar entre -10 y Â?15º C a lo mucho, no hay ni una sola nube en el cielo por lo que el sol es bastante pesado.
Un saludo, Carlos