Al menos la mayor parte de las veces. Pero poco a poco, este valor intrínseco del montañismo ha ido cambiando. Ahora no se trata sólo de alcanzar la meta, sino de regresar a toda prisa y contarlo a un público que tiene su parte de �aventura� por la radio o la televisión. Es la segunda meta y, cada vez más, la más importante, porque quien no se hace publicidad no tiene asegurado su �pase� a las puertas de los patrocinadores.
Sin embargo, sigue habiendo gente que va, sube una montaña y regresa a sus mismas actividades de siempre sin hacer alarde de ello y no porque sus eventos sean de menor calidad. En muchos casos, sus expediciones o ascensos significan algo importante que puede ser considerado como un punto en el cual lo que está considerado como barrera es movido un poco más allá. Esto es importante. Hoy no hacemos el montañismo que hacían los pioneros del siglo XIX y tampoco el del siglo XX. El montañismo está en constante movimiento gracias a que Mummery fijó la idea de escalar por la dificultad más que por la cima.
Sin embargo, el gran público, aquel que ve las notas deportivas todos los días y que se deja seducir con las campañas publicitarias sin estar enterado de qué hizo realmente cada persona para valorar su importancia, siguen creyendo que ascender el Everest es lo más difícil que hay. Por supuesto, constituye un reto físico impresionante, pero si se tiene en cuenta que ya han subido más de mil personas, ¿qué de nuevo puede aportar un nuevo ascenso a esa montaña, como no sea de una forma nueva, cada vez más escasa y, además, difícil?
El mes de febrero fue el tiempo de las premiaciones. España, Francia y Estados Unidos y México entregaron premios a escaladores que realizaron algo importante en nuestro deporte. La revista Climbing hizo su primera nominación de sus �Climbing Annual Golden Piton Awards�, que pretende ser un reconocimiento a los escaladores a nivel mundial que hayan destacado por sus logros.
En México, la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, realizó el pasado 6 de febrero los premios a los mejores deportistas que se han destacado por su actividad de alto nivel. Diez deportistas varones y dos mujeres recibieron un reconocimiento público en forma de medalla y efectivo como parte del Programa de Estímulos y Reconocimientos de la Federación.
La importancia que esto tiene es vital: por primera vez en la historia del montañismo mexicano se hizo un balance de lo que sucede en nuestro propio ámbito, se pusieron los eventos ante un jurado y dictaminaron que ellos eran los que habían impulsado un poco más los límites. El que no estén como nominadas todas las personas que hicieron cumbre en el Everest en mayo pasado implica que se atiende más a la calidad y no a símbolos que a todos nos atraen.
Durante la entrega de los premios, un periodista preguntó cómo era que los jueces sabían si los premiados no habían mentido. La respuesta fue: �Todo se sabe�. Yo agrego que si bien no tenemos público que nos esté presionando, sí tenemos un foro donde se presentan los trabajos del año: la Semana del Montañismo y la Exploración, organizada por la Asociación de Montañismo y Exploración, que se celebrará en marzo próximo.