Mi aportación es la siguiente y no toma en consideración la discusión sobre si la espeleologÃa es deporte o ciencia o si se trata de espeleologÃa o espeleÃsmo. Desde nuestro particular punto de vista (la Asociación de Montañismo y Exploración de la UNAM), consideramos que si se ha de hacer espeleologÃa se debe ser deportista primero. No se puede hacer ninguna clase de estudios si antes no se ha cumplido este requisito. Los exploradores polares tuvieron que aprender las técnicas de la exploración polar antes de lanzarse a la búsqueda de datos especÃficos. Asà que a lo largo de mi respuesta hablo siempre de
deporte.
1. DEPORTE
La actividad fÃsica llevada continuamente, con una metodologÃa, se convierte en deporte. El deporte proporciona a quien lo practica: una conciencia corporal más elevada que la generalidad de personas, una adecuación técnica del deporte especÃfico y una mentalidad adecuada a ese deporte y que sólo se desarrolla practicando amplia y largamente el deporte en cuestión. Si uno se introduce a una caverna ocasionalmente con amigos, no se está haciendo deporte, sino "recreación" (es el término más cercano), es decir: no hay preparación fÃsica, ni aprendizaje de la técnica y, por supuesto, la psicologÃa especÃfica no está ni siquiera insinuada.
2. DEPORTE DE ALTO NIVEL
En el deporte uno tiende a ir siempre hacia lo que se ha dado en llamar "los lÃmites" personales, primero, y generales, posteriormente. Me explico: al principio, uno tantea, busca, aprende. Pero llega un momento en que se quiere hacer más. Se hace, se llega a momentos en que uno piensa que no podrá más y sin embargo puede. Se han roto esas barreras personales y es muy común verlo en todos lados.
Otra cosa sucede con los deportistas que tienen un alto nivel de preparación y que tienden a romper marcas en las olimpiadas, por ejemplo. En cada uno de los deportes, ese romper marcas lleva implÃcito también el romper las barreras personales, con la gran diferencia que esos lÃmites no se habÃan rebasado nunca antes.
Y en esto, hay riesgo. Hay ex-gimnastas de la ex-URSS que por hacer un movimiento equivocado han quedado lastimadas seriamente de la columna y una que otra que perdió la vida precisamente por estar en el verdadero lÃmite.
3. LA PALABRA "EXTREMO"
La comercialización del deporte llegó a todos lados, inclusive al montañismo (quizá la espeleologÃa sea el único adonde no han entrado de lleno). A los patrocinadores les importa vender un producto a través de una publicidad. Asà es como fue lanzada la palabra "extremo" al ámbito de la publicidad. Con ello se querÃa decir vagamente que si uno se la pasaba en la oficina toda la semana, era precisamente el fin de semana el adecuado para "soltar adrenalina" en una de las muchas presentaciones (no hay que olvidar el aspecto publicitario): rapel, bungee, bici de montaña, escalada en roca o muro (que no son iguales) o cualquier otra actividad que provocara precisamente cierta descarga de adrenalina (una reacción natural del cuerpo a situaciones estresantes) y en la que se tuviera la impresión de estar haciendo deporte. Todos los de este foro estarán de acuerdo en que el bungee y el rapel (entre otros) no son deportes por sà mismos, pues les hace falta lo que mencionamos al principio.
4. APLICACIÃ?N DE LA PALABRA
Por supuesto, la palabra existe: "extremo". Hay que tener en cuenta que lo que ahora se califica de extremo era hasta hace poco tiempo "sólo" deporte de alto nivel y en vez de personas arrojadas y atrevidas, éramos vistos como un montón de locos que se jugaban la vida por algo (como bien dijo Lionel Terray) "inútil", al menos desde la perspectiva de quienes no practicaban la actividad.
La pregunta surge fácilmente: ¿por qué llamar a esto "extremo" si antes no se hacÃa? ¿Por qué cambian los tiempos? ¿Por publicidad?
5. PONERSE EN EL LÃ?MITE
Una persona cualquiera corre riesgos en la vida cotidiana. En la Ciudad de México, el riesgo de sufrir un accidente al cruzar una calle es más alto que el de subir una montaña y si se da más notoriedad a un accidente de montaña es por el "aislamiento" en que se está con respecto a los servicios de emergencia más próximos y porque escuchar de un accidente de montaña es menos frecuente que un atropellado en una calle cualquiera.
¿Quién se pone en el lÃmite? Desde un punto de vista, prácticamente todos: el principiante que no conoce muchas técnicas y no tiene experiencia está en una situación "extrema" para él mismo porque no la habÃa experimentado. Hay ascensiones a montañas, recorridos en desiertos o exploraciones espeleológicas muy difÃciles que también pueden ser consideradas como extremas porque nadie lo habÃa hecho antes. Y ojo con esto, que es lo mismo que el deporte de alto nivel encierra.
6. UN ESTILO DE VIDA
A los deportes de montaña se les asocia invariablemente el "peligro" y quienes lo practican son "audaces" o "temerarios" o, más recientemente, las personas a quienes hay que admirar porque se "atrevieron" a vivir una "vida diferente", a pesar de que tal vida no sea más que de unos segundos o unas horas. Los montañistas y espeleólogos que llevan practicando su especialidad durante décadas saben bien a qué me refiero cuando digo "vida": se ha convertido en un estilo de vida, con una ética y una filosofÃa particulares que no pueden aprenderse sino con el paso de las experiencias, es decir: del tiempo.
7. ECOTURISMO Y CO.
La publicidad creó necesidades nuevas. La gente necesitaba ir de vacaciones a un lugar que no fuera como aquel en que vivÃa cotidianamente. La palabra "ecoturismo" se inventó referirse a algo no muy bien definido que involucra a una persona metida en la naturaleza, lejos de eso artificial que llamamos civilización. Teóricamente, el ecoturismo salvarÃa a la humanidad de un aburrimiento y a la naturaleza de su destrucción.
Pero con bases tan deficientes como su propia concepción, el camino tomado ha sido muy otro y la naturaleza está cada vez más amenazada mientras que el hombre no ha aprendido que precisamente el ecoturismo es una presentación diferente del turismo, en donde en lugar de tener una habitación con cinco estrellas y comidas a sus horas se tiene balsas de primera, con guÃas de primera que disminuyen al riesgo al máximo (o no serÃa negocio). AsÃ, el turista cree que por pasar algo de hambre y cansarse un poco es un héroe.
Lo que no sabe, porque no se le dice, es que sin el riesgo no hay aventura posible. Desconozco la literatura de espeleologÃa, pero la de montaña está llena de referencias a este aspecto: sin riesgo, no hay motivación ni superación. Es preciso recalcar que se trata de un negocio y que, como tal, el riesgo es tan calculado que todo se convierte en un paseo.
8. ¿DEPORTE EXTREMO O NO?
El tema de ser o no deporte extremo lo hemos discutido varias veces en el foro Xtremers (nótese el nombre, pero asà nació y una vez bautizado fue imposible renombrarlo). La mayorÃa de la gente que ha participado se muestra en contra de considerarse "deporte extremo" por las razones siguientes:
a) No se practica una actividad a nivel turÃstico.
b) En esa actividad se pretende crecer continuamente.
c) No se quiere tomar un nombre reciente para actividades que tienen decenas y, en ocasiones, siglos de edad.
Llamarse "deporte extremo" es caer en definiciones que propusieron quienes no practicaban esa actividad. Nos consideramos deportistas y algunos de alto nivel (o alto rendimiento) y eso deja zanjadas muchas cuestiones.
Yo sugerirÃa que se evitara caer en ese tipo de etiquetas. Hay que recordar que el deporte existÃa ya mucho antes de que se usara la palabra "extremo" incluso para un canal de televisión. Si lo que desean es promover el deporte, no hay nada como enseñarles a hacerlo, a quererlo con la pasión con que se está a 500 o más metros bajo tierra o con que se desciende un rÃo en un kayak. Los verdaderos promotores son los deportistas en sà y ellos son los responsables del futuro que quieran darle a su deporte. Foros electrónicos como éste son una buena base para avanzar rápidamente a la conceptualización de la actividad como un deporte.