De nuevo en el mar
20 abril 2002
…las primeras horas de remada fueron disipando todo. Era acostumbrarse nuevamente a Thor, al movimiento de las olas, a la intensidad de la luz, al movimiento continuo en los brazos y a tener las piernas casi fijas, sin movimiento alguno salvo los ligerísimos toques con la punta a cada pedal para dirigir el timón.
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