Después de la lluvia de toda la noche donde la tienda presentó sus fallas en forma de una gotera continua que caía del lado de Alex, salimos con todas las cosas mojadas y mal empaquetadas. Teníamos que llegar a Coatzacoalcos (Puerto México, diría don Claudio) y quedarnos un par de días ahí.

Coatzacoalcos. En teoría, esa había sido la meta de la etapa anterior, en diciembre de 2000, pero ahora descubríamos que era demasiado, aún estando bien entrenados. Y no era sólo el cansancio físico que se está transformando en agotamiento, sino en esa ansia de no sentir sal ni arena ni nada pegajoso que se parezca al agua de mar. Hemos estado expuestos al sol y al mar por mucho tiempo y eso nos está desesperando.

El agua es clara y los pescadores se adentran mucho al mar para pescar. Me pregunté varias veces cómo en esta agua tan nítida no había crecido ningún tipo de vida marina. Abajo no se veía nada salvo arena y ocasionalmente algunos agujeros como de cangrejos. De esa forma, los peces tienen que alejarse de la costa, los pelícanos no tienen que comer y su población disminuye, las gaviotas no pueden robarle a los pelícanos y los rabihorcados son cada vez menos numerosos.

A lo lejos vimos el muro de entrada a la bocana del río Coatzacoalcos, ahí donde entran los barcos cargueros. Alex dijo: "Como para ponerse junto a uno parea que vean el tamaño". En eso vi uno que apenas iba a salir y remé lo más de prisa que pude, pero con escaso resultado, salvo el de fotografiar a otro carguero que entraba. El paso por la bocana fue tranquilo porque nos cercioramos de que no hubiera barco a la vista. Y luego, a poca distancia, la zona hotelera. Ahí descansaríamos.

Era Coatzacoalcos en viernes a mediodía con sus playas solas pero con muchos vidrios de botellas pese a la campaña de "Limpiemos nuestras playas" que estuvo vigente una semana.

Coatzacoalcos implicaba también que sólo nos hacían falta 251 kilómetros de costa para llegar al puerto de Veracruz.

Bueno pues gracias por aguantarme y apoyarme de veras gracias y por cierto hoy al lado del hotel en una casa hay un letrero de fiesta así que si estoy en forma pues voy a ir a ver que tal, pero lo mas seguro es que este mejor en cuarto frío, con tele y la panza llena de comida rica…