HIMALAYA CLUB
Francamente creo que muy pocos Clubs excursionistas tengan
un ambiente de sabor tan montañero como el Himalaya Club. El decorado de su local es completo, tan completo así que después de estar en él un rato se tiene la ilusión de que está uno en una cabaña alpina y es que Panchito Bravo supo darle a su decorado un gusto extraordinario: sus paredes semejan las de un albergue rústico con sus añosos troncos en los que se resaltan pedazos de cuerno [asta] de venado que se utilizan como percheros, al fondo de una bonita chimenea que ayuda a que este lugar se sienta más acogedor. ¿Y sus muebles? Bancas de tipo rústico lo mismo que su mesa y cómodas y para que la ilusión sea más real cuentan con una ventana que tiene como fondo una pintura del imponente Cervino. Todo este cuadro se encuentra salpicado con fotografías de nuestro montañismo y banderines de clubes amigos, con cables, piolets... en fin, con la herramienta que se utiliza en la práctica del más bello de los deportes, el Alpinismo. Y a este simpático lugar he venido para platicar con sus dueños, con los alpinistas del Himalaya Club que en lo que llevan de vida han sabido darle lustre a su nombre y han cooperado en una forma verdaderamente efectiva al engrandecimiento del Alpinismo Mexicano.
Nuestro Club, me dice Luis Olivares, actual Presidente, fué fundado el 4 de septiembre de 1940 y la primera directiva estuvo formada por Alfonso Tirado, Daniel Molina, Francisco Bravo, J. Manuel Arroyo y Roberto Vargas quienes supieron imprimir en el Club el espíritu de confraternidad que es una de las cosas de que nos sentimos orgullosos.
¿Quiere decirme cómo vive su Club y cuáles son sus principales actividades?
Vivimos como la mayoría de los clubes, es decir, por la cooperación de sus socios, nosotros somos en la actualidad 20 y tenemos asignada una cuota que nos permite vivir más o menos desahogadamente. Nuestras actividades las podemos dividir en dos: Deportivas y Sociales.
En el terreno social con frecuencia organizamos ciclos de conferencias o pláticas de distintos aspectos, pues lo mismo se habla de arte que de industrias, deporte, etc., etc. Ahora, en el terreno deportivo elaboramos periódicamente un programa a desarrollar en el que abarca todo tipo de excursión, pero en los que sobresalen ascensiones a alta montaña y escalamientos en roca.
¿Dentro de estas cosas que han hecho ustedes con toda seguridad deben tener algo de que se sientan satisfechos, por ejemplo sé que fué el Himalaya [Club] quien conquistó la famosa roca del Cirio en Money, Pue.
Sí, es cierto que nos sentimos contentos de esta conquista que se realizó en marzo de 1942 y fué lograda por Joaquín Ceballos (quien iba como guía) y J. Manuel Arroyo, Francisco Bravo y Roberto Vargas. Pero también no [sic] pueden olvidársenos otros triunfos que ha alcanzado nuestro Club, como el fantástico recorrido del Río Balsas, que se hizo desde el Puente Mezcala hasta la Barra de Zacatula y en el que se emplearon 13 días, esta expedición, pues así puede llamársele, se hizo en confraternidad con el Club España y estuvo formada de la siguiente manera: Alfonso Tirado y Regino Arámbula del Himalaya [Club] y Leopoldo y Miguel Costa, Luis G. Zorrilla y Jerónimo Moral "Momy" del España.
También la conquista de una aguja rocosa que se encuentra exactamente arriba de la Cueva de los Macheros en la cañada de los Ermitaños, a esta roca la bautizamos con el nombre de Pico Himalaya. Por cierto que el [Club] Águilas Rojas la subió varios domingos después y ya la andaba bautizando, pues ellos creían haber sido los primeros en conquistarla, ya que el Club Peteretes en escalamiento posterior había bajado los comprobantes de nuestro escalamiento y no había dejado ninguna nota.
La plática de Luis Olivares es interesante y agradable, y para hacerla más amena encendemos un cigarrillo a tiempo que me cuenta de otra conquista del Himalaya [Club] de Peña Sola, imponente roca que se encuentra en Valle de Bravo, Edo. de Méx.
También hacen estos muchachos agradables recuerdos de las cruces que han colocado en el Cofre de Perote (acompañados de sus grandes amigos del España), y en la Flecha del Aire del Ventorrillo.
...lo único que lamentamos es que por ahí anda otro Club que se ha apropiado de nuestro nombre, pero creo yo que tendremos algunas pláticas y todo quedará en su sitio, ya que no queremos que ellos carguen con nuestras culpas ni nosotros con las de ellos, me dice otro de los muchachos que ha seguido paso a paso esta plática, y también ojalá se olviden algunos de salir a pintarrajear lo que encuentran a su paso, nosotros hemos sufrido a estos "artistas de la brocha" en nuestro escudo que tenemos en el Solitario.
Nuestro amigo se siente indignado y con bastante razón, mas pronto se calma y yo les hago otra pregunta.
¿Por qué razón ustedes no están dentro de la Federación?
Sería un poco largo de exponer las razones, pero así puedo decirle que ya hemos tratado este asunto con todos los compañeros, y creo que pronto estaremos unidos a esa Central. La mayoría de nosotros estamos de acuerdo en trabajar en el seno de esta Institución, pero... nada más la mayoría, no la totalidad y, como le decía al principio, en nuestro Club no hay imposiciones, tenemos todos que estar de acuerdo y creo que pronto lo estaremos.
Nuestra charla se desvía y platicamos de su casa y es entonces cuando veo claramente la amistad que hay en este grupo y la estimación que sienten por uno de sus socios, por Panchito Bravo, a quien consideran no uno de los puntales de este glorioso Himalaya [Club], sino la columna, la base de sostén de este Club que lleva como lema: "Gloria a nuestro paso. Honor a nuestro Suelo."
© Alpinismo, revista mensual. Tomo 2, número 15, diciembre 16 de 1950. Páginas 26 y 32.