No tengo especial predilección por un número determinado. Por eso, el año pasado me negaba a caer en el juego de hacer una expedición de "cambio de milenio", sobre todo porque el milenio y el siglo terminan hasta el último día de este año. Esta vez podría ser más factible caer en el juego, pero me sigo negando.

Sin embargo, hemos llegado ya a cincuenta números emitidos del boletín. Cincuenta es un número considerable de horas de trabajo, montones de información leída, de intercambios con otros sitios web. Todo ha sido para lograr que este medio informativo sea algo más que otra revista electrónica. Nos hemos preocupado por enseñar y por la seguridad, además de colocar en línea algo de la prolongada trayectoria de nuestra Asociación, que en febrero del próximo año cumple tres décadas.

¿Qué era en aquel entonces nuestra Asociación? Éramos un puñado de estudiantes que queríamos escalar montañas y aprender, que nos enorgullecíamos de "ponernos la camiseta" sin tener ningún fanatismo nacionalista o partidista. Ningún "~ismo", en pocas palabras. Sólo un puñado que no llegábamos a diez.

En 1991, cuando, en la Expedición Científica Internacional al Popocatépetl para ver el eclipse total de sol del 11 de julio, uno de los grupos contratados para subir material al cráter se negó a continuar (me recordó mucho las huelgas de los porteadores en el Himalaya, pero con un cariz menos legítimo), la discusión que tuvo lugar fue muy acre y frente a todos nosotros. Simplemente, no eran "cargadores, sino montañistas." Independientemente de lo que a ello se refería y de las demandas que posteriormente pudieran realizarse, el hecho era uno: la expedición tenía que continuar. La UNAM continuó junto a los científicos y subimos los casi 600 kilogramos de equipo científico al borde del cráter para que realizaran sus mediciones.

Un reportero que estaba como cronista de la expedición por parte del CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) se acercó y me dijo: "Si me preguntaran qué es el espíritu universitario, les respondería que es eso que ustedes están haciendo. Se siente, se palpa."

Así que desde el principio, desde 1971, hemos estado portando como bandera ese "espíritu universitario" tal como lo captó una persona que no era de nosotros. Un puñado de estudiantes que perseveraron y convirtieron sus sueños en uno de los grupos montañistas más importantes de México y no por puras palabras: la cantidad y calidad de nuestras expediciones hablan por sí mismas, desde la más elemental escalada hasta la primera expedición al Himalaya de un grupo Mexicano.

Precisamente, el 24 de septiembre de este año, Mauricio López, con quien escalé la ruta Salathé del Capitán en 1979, llegó a la cumbre del Cho Oyu, en la cordillera del Himalaya, junto con su esposa Badía, en una expedición que avaló nuestra Asociación y de la cual dimos a conocer los datos anteriormente. Un buen logro. Para unas personas, quizá, pero un buen logro departe de nuestra Asociación. Sobre todo si tenemos en cuenta que desde el principio considerábamos que lo más importante era ascender montañas que nadie había escalado antes y dejar de lado los clichés de altitud, de moda o de fama.

Así que celebremos. A casi treinta años de formado, recibimos ese ascenso y las noticias de dos expediciones más. La primera es la exploración de la zona de Iztaxochitla, en la sierra de Puebla, proyecto espeleológico que ha rendido numerosas cavernas halladas y exploradas hasta el final y que parece tener mucho más potencial. Esto también es la continuación de la trayectoria que el grupo de espeleología marcara en la década de los ochentas con la Sierra Gorda de Querétaro.

La segunda expedición es "Mares de México", el proyecto que inicia el 25 de noviembre con el objetivo de navegar por todas las costas de México a bordo de kayaks de mar. Esta primera etapa, la península de Yucatán, es el inicio del proyecto y si hemos logrado irnos es porque hay gente que cree en nosotros. Y porque seguimos llevando ese "espíritu universitario" más allá, a rumbos nuevos.

Es precisamente por esta expedición que la emisión de nuestro boletín será un tanto irregular y no podrá contener información planificada continuamente. A cambio, les enviaremos notas de lo que está sucediendo en nuestra expedición... cada vez que encontremos un teléfono para enviar el boletín. Así que 50 números de boletín también traen un cambio: el monitoreo de una de nuestras expediciones "on line".

Durante esta expedición se puede mantener contacto con uno de los dos miembros (los otros dos no pudieron cristalizar sus ansias por problemas personales) que la conformamos por medio del correo electrónico. Supongo que será hora de ver cuántos amigos tenemos a distancia, aunque aquellos de siempre estarán ahí, con nosotros, incluso desde el día de echar los kayaks al mar.

Pero cambiemos de tema. En este número hemos colocado un artículo sobre hipotermia del doctor Zdzislaw Ryn, especialista polaco en medicina de montaña y, si alguno conoce ya The Climbing Dictionary, podrá darse cuenta de los "Términos de escalada en diferentes idiomas" no es más que el ordenamiento de éste al español. Esperamos que sea una herramienta útil.

Cada vez que salgo de expedición se me atora un nudo en la garganta y me sudan las manos. La sensación de entrar a algo que no conozco (mar, costa, sol, desierto, selva, montaña, caverna) es algo que nunca he podido describir. No pretendemos realizar una expedición que sea "La primera del siglo XXI" ni tampoco que celebre los 30 años de nuestra Asociación. Simplemente queremos ir porque, en primer lugar, está el gusto personal por algo intangible y que no es inútil, pues todo aquello que se conquista no es nunca inútil.

INICIA LA EXPEDICIÓN

El día 25 de noviembre inicia la expedición "Mares de México", en su primera etapa, que navegará alrededor de la Península de Yucatán, desde Chetumal, en el estado de Quintana Roo, hasta Coatzacoalcos, en Veracruz. El Grupo de Exploración te invita a visitar la página de su próxima expedición alrededor de la Península de Yucatán: http://www.montanismo.org.mx/mares