Pasar la noche en la naturaleza no es tan sencillo como se cree. No basta llegar a un lugar cualquiera, plantar la tienda e instalarse. El lugar del campamento ha de reunir ciertas condiciones mínimas. La siguiente es una lista de lo que un lugar para campamento ideal debe reunir:
Seguridad. Uno no sabe en qué momento una rama de un árbol, por muy fuerte que parezca, caerá. Quizá sólo sea la “piña” de un pino o alguna basura tirada por animales, pero esto puede ser tan desagradable como un golpe en la cara o algo peor. Lo mismo sucede con las paredes rocosas, sobre todo encima de ella crecen muchas plantas.
Elevado sobre la generalidad del terreno. Muchos campistas eligen un lugar completamente plano por comodidad, pero esto tiene sus desventajas en época de lluvias, cuando el paradisiaco lugar se inunda en cuestión de un par de horas y es imposible encontrar otro lugar donde acampar, sobre todo si sucede de noche.
Drenaje natural. A pesar de estar por encima del terreno, el drenaje hará que toda el agua de lluvia que venga, se vaya sola. Por otro lado, esto evita que nosotros mismos hagamos uno. En muchas partes se aprecian zanjas que se han cavado alrededor de una tienda de campaña (se nota por las dimensiones), pero esto sólo hace descubrir a las personas que no saben acampar.
Cubierto del viento. Se puede buscar una buena roca sólida, un grupo de árboles o algo similar para colocar el campamento detrás de esa barrera natural. Si no se cuenta con esa protección, es importante colocar la entrada de la tienda o la parte más expuesta del vivac en sentido perpendicular al viento. Esto se debe a que si por la tarde o noche el viento sopla de una dirección, por la mañana cambiará en sentido opuesto. Pero aún en el caso de encontrar esa barrera natural que proteja el campamento, es necesario cumplir con este último requisito.
Plantas espinosas o urticantes. En muchas ocasiones habrá que acampar en un sitio lleno de plantas, pero es preciso identificar aquellas que son urticantes y espinosas para no dormir cerca de ellas. En algunas partes hay plantas que son venenosas, y otras que despiden un aroma que puede dejar ciego a alguien que duerma bajo su sombra. Para conocer si existen este tipo de plantas, sólo basta preguntar a la gente del lugar o a otros campistas que ya hayan estado en el lugar.
Terreno plano. A pesar de que es lo primero que todo campista busca al elegir su sitio de campamento, la hemos puesto hasta ahora porque consideramos que es preciso elegir un sitio libre de riesgos. Un sitio plano es algo que naturalmente tendemos a buscar para no resbalar por la pendiente (sobre todo si nos toca dormir con esa pendiente de lado) y generalmente olvidamos lo que nos rodea.
Limpieza. Debe estar libre de ramas, rocas y otros objetos que impidan un buen descanso. Muchas veces se limpia el lugar en el que se duerme y se olvida el resto, por donde uno transitaría por la noche y tropezar con ramas grandes. Si el lugar las tiene, todos deben estar conscientes del lugar en el que está cada obstáculo o no alejarse mucho si es de noche.
Agua. El agua es indispensable tanto para beber como para cocinar y la limpieza en general. De ahí la indicación de que el lugar para el campamento deba tener agua potable en las cercanías. Deben evitarse las propias fuentes, que es donde beben los animales por las noches.
Incendios. En muchos campamentos se hacen fogatas. Sin embargo, el nuevo campismo está sustituyéndolas por las estufas de gas. Hacer una fogata tiene sus riesgos. Si se ha de hacer una fogata, habrá que limpiar el lugar de ramas secas y todo lo que pueda ocasionar un incendio. Por las noches, es importante apagarla bien y alejar todo tronco encendido de las brasas.
Caminos. Finalmente, el lugar menos agradable para acampar es estar cerca de caminos transitados o de carreteras. Es poco agradable para quienes acampan como para aquellos que pasan por las veredas y descubren que el único camino está obstaculizado por una, o más, tienda de campaña. Se puede notar que hay dos categorías en esta lista: la primera tiene que ver con la seguridad del campamento y de quienes lo colocan. La segunda pertenece a la filosofía propia del deporte: (no hacer zanjas, no dormir cerca de fuentes de agua para no impedir que los animales beban, no dejar basura en el sitio, dejarlo en mejores condiciones que como lo encontramos). Sin embargo, la división es puramente racional. En la práctica uno se da cuenta que ambas van de la mano y que en la medida en que se respete al medio en el que acampamos, disfrutaremos de nuestro campamento.