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Montañismo y Exploración
Dhaulagiri: otra montaña de encuentros

El pasado 1 de mayo, el Dhaulagiri se convertía en la montaña donde Iván Vallejo lograba la última de las catorce montañas más altas del planeta, Gerlinde Kaltenbrunner alcanzaba su décimoprimer ochomil, Edurne Pasaban su décimo. Además, Valery Bábanov escalaba en estilo alpino la arista noroeste, inescalada hasta entonces.







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El año pasado, el Broad Peak se convertía en una montaña donde se encontraban varios objetivos reunidos y cumplidos: Silvio Mondinelli se convertía en el hombre número 13 en hollar las cimas de las 14 montañas más altas del mundo y entraba así a un exclusivo círculo de montañistas. Al mismo tiempo, Gerlinde Kaltenbrunner y Edurne Pasaban llegaban el mismo día a la cumbre y obtenían, ambas, su décimo ochomil.


Ahora, la historia se repite muy parecida, pero esta ocasión es el Dhaulagiri el escenario. Una ventana de buen tiempo se abrió después de varios días de un tiempo que había rechazado los intentos de escaladores de gran categoría como Babanov. Y la ventana fue aprovechada por muchos, incluyendo a Gerlinde Kaltenbrunner y Edurne Pasaban, quienes llegaban el 1 de mayo a la cumbre.

Gerlinde llegó a la cima junto con David Göttler y es ahora la puntera en las mujeres con más ochomiles: once. Ahora sólo le faltan el Everest (8,850 metros), el K2 (8,611) y el Lhotse (8,516) para completar la lista de 14 ochomiles.

Edurne llegó a la cima del Dhaulagiri el mismo día junto con el equipo del programa televisivo español Al Filo de lo Imposible. Era su décimo ochomil. Le faltan el Shisha Pangma (8,046 metros), Annapurna (8,091), Manaslu (8,163) y Kangchenjunga (8,586) para completar los catorce.

Gerlinde Kaltenbrunner en la cima del Dhaulagiri

Hasta ahora, Gerlinde y Nives Meroi habían estado en lo más alto de la lista, con 10 ochomiles. Sin embargo, Nives se fracturó una pierna en el pasado intento invernal al Makalu, cuando, después de un verdadero huracán que los despojó de todo su equipo, se retiraban y sufrió un resbalón que tuvo como consecuencia esa fractura. Esta vez, Gerlinde va por delante y al parecer tiene más oportunidades de hacer crecer su marca, pues se acerca la temporada del Karakorum.

Pero no sólo fue esto lo importante sino que el mismo día y en la misma cumbre, otro montañista logró ingresar, como Silvio Mondinelli el año pasado, al selecto club de los hombres que han subido los catorce ochomiles. A Iván Vallejo le corresponde el lugar número 14 en este club, el tercer americano (Carlos Carsolio y Ed Viesturs antes que él) y el segundo latinoamericano (Carlos Carsolio antes) en lograrlo.

Edurne Pasaban

Para Iván Vallejo es la culminación de una larga historia de expediciones al Himalaya. Lo que continúe para él, ya no tendrá que ver con esta carrera en la que estuvo metido tantos años pero que crea adicción. La pregunta es: ¿quién le seguirá? Hay varios nombres en la lista y después de 14 nombres, en lo que uno se fija no es que haya uno más sino en las condiciones en que lo hizo, el estilo, la temporada, la velocidad. Ahora no basta con ser un número más, sino ser, como siempre, creativo a la hora de emprender los retos para que dejen marca en la historia del montañismo mundial.

Iván Vallejo

Gerlinde, Nives y Edurne quedan en la mira de todos pues quien logre primero la meta entrará a la historia como la primera mujer en lograr los catorce ochomiles. Y no importa el estilo. De las tres, la única que ha usado oxígeno y un gran grupo de apoyo es Edurne mientras que Gerlinde y Nives luchan por un estilo más limpio, más puro.

Y hablando de estilos puros, a la cima del Dhaulagiri también llegaban Valery Bábanov y Nickolay Totmjanin por una nueva ruta: la arista noroeste, que nunca había sido escalada y de la cual ambos ya habían sido rechazados en días anteriores. Por supuesto, en el estilo que le es familiar: alpino y muy ligero en retos de verdadera dificultad.

Aunque hasta el momento sólo se tiene noticia de su ascenso, también el día 1 de mayo, se esperan noticias desde la página oficial de Bábanov, un hombre que ha logrado retos de gran envergadura en el Himalaya, como la reciente escalada a la cara oeste del Jannu y por el cual recibieron él y Sergey Kofanov el segundo lugar de la primera edición del Piolet de Oro ruso.

Valery Bábanov y Nickolay Totmjanin



 



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