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Montañismo y Exploración
Isla Arena

La costumbre adquirida en la costa de Yucatán y en el Caribe de dirigirse recto hasta la punta de tierra más lejana resultó aquí verdaderamente dolorosa, pues de repente estábamos muy metidos en el mar y la tierra seguía igual de lejos. Remar y remar, mientras recordaba la conversación con la familia de pescadores de Isla Arena…







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Día de navegación 15. Jueves 9 de mayo, 2002


A la mañana siguiente remamos hasta la entrada a la ría de Celestún para entrar nada más como dos kilómetros porque ya era tarde y los flamingos y otros animales ya habían sido asustados por las lanchas de motor para los turistas además de que era una mañana con mucho viento. Seguimos remando, pero muy orillados porque el viento nos pegaba de lado sacándonos a mar abierto así que nos protegimos por el manglar...


La costumbre adquirida en la costa de Yuca-tán y en el Ca-ribe de dirigirse recto hasta la punta de tierra más lejana re-sultó aquí muy dolorosa, pues de repente es-tábamos muy metidos en el mar y la tierra seguía igual de lejos. Remar y remar, mientras recordaba la conversación con la familia de pescadores de Isla Arena, la gran familia de quien el tronco principal era el farero y que nos había recibido prácticamente con los brazos abiertos después de remar desde Celestún y de haber entrado un poco al estero en busca de flamingos (que no vimos porque comenzaron a entrar las lanchas a motor y con ese ruido era sencillamente imposible hacerse a la idea de encontrar algo realmente interesante) y luego merodear por algunos brazos de agua que se metían entre el manglar.


Ahí encontramos unos cangrejos azules que se trepaban a las raíces aéreas de los mangles en grandes cantidades, además de garzas grises, blancas, aves rapaces y más todavía. El mangle, esa extensión que pareciera no tener vida y a la cual el hombre no tiene un acceso fácil, es ahora uno de los ecosistemas donde se puede encontrar la vida silvestre tal cual es.


...y de paso pues nos metimos en varias entradas que tenían ocho metros de ancho, hubo una entrada, de hecho la primera, a la que nos metimos que estaba increíble porque percibías que eras un ser extraño en el lugar porque todos los animales hacían ruido de más, conductas raras, etc. etc., a pesar de la cautela que tomábamos, pero recuerdo mucho las iguanas, los cangrejos en todas las ramas, los peces, las aves y demasiados insectos que te bailaban en la cabeza, perdón pero "pinches tábanos", cuando te atacan muchos a la vez no hay ni cómo defenderse.


Seguimos remando muy cansados porque pegados al manglar el agua es más densa y la remada cuesta mas, lo bueno es que Isla Arena no estaba lejos y demás tiene agua y demás víveres...


Así habíamos llegado a Isla Arena: ahítos los ojos de ver vida natural y cansados por o haber descansado pero tener a cambio esa recompensa. Nos bajamos de los kayaks y nos dirigimos al farero, de quien no recuerdo su nombre por desgracia, y en un momento tuvimos comida, un baño de agua dulce y una plática interesantísima que se reducía a un tema: el mar, desde los tipos de peces, las formas y épocas de pesca, las vedas y... los problemas con los pescadores de Celestún, que viene a ser aproximadamente así:


Celestún vive prácticamente del turismo mientras que Isla Arena es una islita de pescadores. Los pescadores de Celestún, con la mira puesta en vender cualquier producto a los turistas, han acabado con sus recursos pesqueros, mientras que los de la isla mantienen un estrecho vínculo con las vedas y res-petan mucho todo lo que sea vida de mar. Los celes-tuneneses van a la zona de la isla a pescar, sobre todo a partir de agosto, que comienza la época del pulpo. Entonces comienzan los verdaderos problemas y han llegado a ha-ber verdaderas batallas cam-pales entre flotas de pesca-dores de un pueblo y otro.


El ejército quiso apaciguar la situación, pero lo único que pasó fue que los isleños se reunieran y dijeran que los llevaran a todos presos a la cárcel o que les pusieran reja a todo el rededor. Asunto concluido: el ejército o la naval no pudieron hacer nada y el problema sigue. Por supuesto, los celestunenses tienen su versión, en la que los "malos" son los isleños, pero lo cierto es que los de Isla Arena son ahora calificados de "piratas modernos" o "quemalanchas" porque incendiaron dos lanchas de SEMARNAT porque no detenían la pesca del pulpo cuando era época de veda.


Y de todo esto me acordaba mientras remaba hacia la orilla y me lamentaba de no tener una brújula fija a Thor, que me serviría para calcular y aprovechar la deriva por marea. Cuando finalmente llegué a la otra orilla, había perdido de vista el faro y me refugié debajo de un manglar, cubriéndome del viento y del sol. Al rato llegó Alex y seguimos. Era 10 de mayo y ese día nos esperaba una costa con una sola interrogante: ¿habría algún lugar donde pudiéramos parar a dormir? De no ser así, tendríamos una jornada larga, quizá hasta nocturna.


...llegamos a Isla Arena y el faro estaba del otro lado así que una vez en el faro salió una familia que era justamente el farero y su familia y nos atendieron de maravilla, primero nos abrieron el faro para que guardáramos los remos y la ropa, luego nos dieron "la muy valiosa oportunidad de darnos un baño de jícara de agua de pozo", que baño tan rico porque después de remar con la sal pegada en todo el cuerpo es un verdadero placer, de hecho todas las mangas, el chaleco y la cubre bañera llegan blancas por la sal que se queda pegada y nuestro cuerpo igual, pero bueno que cosa tan más rica es sentir el agua dulce en tu cuerpo. Y más tarde nos ofrecieron una botana que era hueva de pescado y pescado si mal no recuerdo era pargo que es un pescado muy rico y lo acompañamos con tortillas y nos dieron agua con hielos, me sentí en casa atendido como rey, realmente sientes muy feliz de que en México haya muchas personas con un gran corazón.




















Después de una charla de casi tres horas con esta familia acerca de la pesca de pulpo, los problemas que acarrea está entre comunidades pesqueras, porque en Celestún los pescadores no cuidan su ambiente, cosa que en Isla Arena si lo hacen, de hecho no pescan pulpo en temporada de desove, no atrapan la comida del pulpo, no contaminan su pedazo de agua, en fin saben que si cuidan todo el entorno del pulpo y de otras especies cuando comienza la temporada alta del pulpo pues van a tener más ganancias.


Isla arena es una franja de tierra demasiado angosta que termina en una punta donde la arena está llena de concha de caracoles de gran tamaño, muchos más de los que hemos visto en toda la costa hasta ahora, salvo en el canal que conectaba la Laguna de Chetumal con el Caribe. Y ahí, justo a pocos metros, se alza el faro donde pasamos la noche con lo que podríamos llamar frío, porque el viento que llegaba de tierra se arremolinaba y nos pegaba durante toda la noche. Pero fue un frío rico, sabroso, de esos que uno quiere sentir cuando hace tanto calor que ni el agua quita la sed y sólo el sol a pleno rayo ahuyenta a los mosquitos, los chaquistes y los tábanos.







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