La expedición mexicana compuesta por Leonardo Torres, Alejandro Pérez, Emiliano Hurtado y Gustavo Montalvo conquistó la cima del monte McKinley al subir por la cara oeste sus 6,194 metros sobre el nivel del mar.

Lo anterior lo comunicó el presidente de la Federación Mexicana de Excursionismo y Montañismo, Alfredo Velázquez, quien informó que la expedición hizo cumbre el sábado 9 de junio, invirtieron 4 días en el ascenso, tres en activa escalada y uno en espera a mejores condiciones climáticas.

El McKinley conocido también como Denali, es una de las montañas más frías del planeta y sobre todo su lado oeste es muy difícil de conquistar, por ello la hazaña mexicana cobra mayor fuerza.

“A dos semanas de haber llegado a Alaska y en medio de un clima inestable, lograron la cumbre. Todos subieron la pared de hielo de casi 500 metros de alto en el estilo superlibre, sin cuerdas, y en la modalidad alpina (ultraligeros), se tuvo una inclinación de 65 grados”, relató el federativo.

Y agregó: “En un principio la ruta a seguir por los montañistas era la conocida como Espolón Cassin Ridge —la más difícil— y se intentaba empleando el estilo alpino, considerado como el más puro dentro del montañismo, ya que se carece de cuerdas fijas y campamentos de apoyo, cabe decir que esta técnica fue creada por el padre del alpinismo moderno, el inglés Alfred Mummery cuando en 1922 (sic) ascendió a siete mil 500 metros en el Himalaya”.

Sin embargo, la expedición nacional desistió de ir por la ruta Espolón y terminó en la cara oeste, ruta menos complicada; no obstante, indicó Velázquez es un logro importante del montañismo mexicano.

Comentó que dicha montaña está catalogada entre las más frías del mundo con temperaturas mínimas que llegan a oscilar entre los -50 grados Celsius. Con sus seis mil 194 metros de altitud, el McKinley es la segunda cumbre más alta de América, solamente superada por el Aconcagua en Argentina.

Boletín de prensa de la Confederación Deportiva Mexicana
Junio 12 de 2001