La mexicana Elsa Carsolio, de 35 años, se convirtió hoy en la primera alpinista latinoamericana en alcanzar la cumbre del Monte Everest, tras 41 días de expedición, informó a Excélsior su esposo Carlos Carsolio.

Elsa llegó a la punta de la montaña más alta del mundo (8,848m) a las 12:30 horas de Nepal (6:30 horas GMT) con ayuda de tanques de oxígeno ante las extremas condiciones climáticas del lugar, informó Carlos vía telefónica.

Después de conquistar la cumbre, la mexicana inició el descenso y pasará la noche en el Collado Sur, ubicado a 7,980 metros, y continuará su retorno este jueves o viernes cuando se espera llegue al campamento base.

El ascenso de Elsa a la cima, como parte de una expedición británica en la que se incluyen varias mujeres europeas, coincidió con el arribo de otros diez alpinistas de diferentes nacionalidades integrantes del grupo Multimedia National Geographic.

El intento de Elsa empezó hace tres días cuando abandonó, junto con otros colegas, el campamento base a 5,100 metros de altura, después llegó a los 6,200 donde pernoctó. Retomó el ascenso hasta llegar a los 7,300, donde pasó la noche y volvió a subir a los 7,980 metros donde se localiza el Collado Sur.

En este punto se presentó un fuerte viento que hizo retroceder a varios de los alpinistas, entre ellos algunos mexicanos, comentó a Notimex, Carlos Carsolio, quien se mantuvo en contacto permanente con la expedición por medio de Internet.

Pero hubo otros que decidieron permanecer, aferrados a su objetivo. La perseverancia de este grupo, integrantes de otras tantas expediciones, se vio premiada cuando las condiciones mejoraron un poco, no mucho. La madrugada de este miércoles retomaron el intento alcanzando la cumbre a las 12:30 hora de Nepal.

Elsa Carsolio se convirtió así en la primera mujer latinoamericana en conquistar dicho objetivo y se sumó al casi 4 por ciento de los ascensos totales al Everest realizados por el llamado sexo débil, los cuales iniciaron en 1975.

Con este logro, Elsa se cobró una deuda personal con esta montaña, pues hace justamente diez años se quedó a sólo 98 metros de alcanzar la ansiada cima.

Carlos Carsolio relata que en la primavera de 1989 la alpinista mexicana sufrió un edema cerebral cuando realizaba un intento serio por alcanzar el pico, el cual tuvo que abandonar. Volvió al ascenso en esa misma temporada y un nuevo revés le hizo desistir al sufrir un caso de hipoxia.

En el otoño de ese mismo año, con condiciones aún más difíciles por el extremo frío de la estación, pudo llegar hasta los 8,200 metros. La congelación de sus córneas le hizo imposible su ascenso y le obligó a dar la espalda al pico con su regreso.

La fortaleza de su carácter ha llevado a Elsa Carsolio a superar adversas situaciones, una de ellas grave, como la amputación en algunas partes de las puntas de los dedos después de sufrir congelamiento cuando intentaba en 1992, llegar a la punta del Kangchenjunga, tercera montaña más alta del mundo a ocho mil 586 metros, a causa de fuertes tormentas.

Su recuperación fue lenta, adquirió nuevamente funcionamiento y movilidad.

Para esta expedición, con un costo individual de 100,000 dólares, Elsa se sometió a un fuerte entrenamiento antes de partir a Nepal, en el que incluyó escaladas y campamentos a diferentes montañas mexicanas, natación sistemática en la laguna del Nevado de Toluca y una larga aclimatación en el Pico de Orizaba.

Elsa estará de regreso en el campamento base el 16 o 17 de este mes y el 20, probablemente, llegue a México. Miles de personas, en palabras de Carlos, han intentado tocar la punta del Everest, apenas un millar ha podido concluir de manera exitosa.

La temporada de ascensos al Everest se inició a fines de marzo y se estimó serían unas diez expediciones por cada lado (Sur y Norte) las que registre la montaña este año. Por la ruta Sur serán unas 120 personas las que hagan el intento y por la Norte otras 80, sin contar a los sherpas.

Excélsior
Mayo 6 de 1999