El 12 de octubre del 2006, Andrés Delgado y Alfonso de la Parra llegaban a la cima del Changabang, en el Himalaya del Garhwal y vecina de la famosa montaña Nanda Devi. El Changabang es el escenario donde muchos montañistas de gran renombre se han citado para vencer dificultades grandes. Andrés y Alfonso habían llegado a la cima haciendo la primera repetición (es decir, el segundo ascenso) de la ruta inglesa de la pared norte.
Las estatuillas de El Luchador Olmeca
Después de eso, desaparecieron y no se les encontró más. Hubo hace unos meses una Conferencia en donde se conmemoraba a Andrés Delgado, pero no su desaparición, sino su prolífica trayectoria. Entonces, Héctor Ponce de León, quien exponía la conferencia, se disculpaba por no poder hablar de Alfonso, a quien no llegó a conocer bien, a diferencia de Andrés, con quien compartió algunas expediciones importantes.
Andrés y Alfonso bien pudieron haber pasado al olvido, pero el día de hoy, la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, otorgó el Premio Luchador Olmeca a Alfonso de la Parra por ser quien había logrado el mayor logro deportivo dentro del montañismo en el 2006. Al mismo tiempo, ingresó al Salón de la Fama a Andrés Delgado. Con esto, ambos montañistas obtienen un merecido lugar en la historia del montañismo nacional.
Placa de Andrés Delgado como parte del Salón de la Fama 2007
El Premio Luchador Olmeca es un reconocimiento deportivo que la Confederación Deportiva Mexicana (CODEME) entrega cada año a los mejores deportistas de cada deporte por la mejor actuación a lo largo del año. El jurado de la Federación de Deporte de Montaña y Escalada consideró que el ascenso de Andrés y Alfonso había sido lo mejor que se ha hecho en ese periodo. El Salón de la Fama está destinado a aquellos que han tenido una trayectoria deportiva importante a lo largo de su vida.
De esta manera, Andrés y Alfonso son reconocidos nuevamente por sus logros, no por su desaparición que, aunque importante, no logra eclipsar lo que hicieron.
El Luchador Olmeca de Alfonso de la Parra.
En la ceremonia, celebrada por la mañana en las instalaciones de la CODEME, los familiares de cada uno recogieron la estatuilla del Luchador Olmeca y la placa de ingreso al Salón de la Fama.
En el 2005, se otorgó el Luchador Olmeca a Mauricio Huerta y al mismo tiempo ingresaron al Salón de la Fama los integrantes de la primera expedición mexicana al Aconcagua y Elsa Ávila, por su trayectoria.
La placa del Salón de la Fama del montañismo mexicano:
Alfredo Isunza Ortiz (1997)
Carlos Carsolio Larrea (2003)
Ricardo Torres Nava (2003)
Elsa Ávila Bello (2005)
Expedición Mexicana al Aconcagua 1948 (2005)
Andrés Delgado Calderón (2007)
Dentro de la antigua historia de Mesoamérica, destaca una importante civilización, la olmeca, un pueblo que surgió en la cálida región costera del Golfo de México. Una de las características que predominan en la escultura olmeca son las figuras humanas y hasta el momento se conocen más de 20 estatuillas de bulto redondo que en su mayoría representan a hombres desnudos, algunos con cinturón, casco, collar y pectoral. Dentro de estas figuras, quizá la más representativa es el famoso Luchador de Santa María, estatuilla de 66 centímetros de altura que fue encontrada en la ribera del río Uxpanapa, en el estado de Veracruz. Es una obra de arte que resalta la musculatura masculina, en la cara se detalla el bigote y la barba, su cabeza está rapada y su actitud es de gran tensión, como si pareciera listo al combate. Esta estatuilla representa a un luchador practicando la actividad. Para los olmecas, así como para la mayoría de las culturas prehispánicas de Mesoamérica, la actividad física tenía un gran significado. El premio Luchador Olmeca fue instituido en 1982 por la Confederación Deportiva Mexicana para distinguir a la mejor actividad de cada deporte.
La esposa e hijos de Andrés Delgado con la placa de su ingreso al Salón de la Fama
