{"id":21102,"date":"2012-10-13T13:44:31","date_gmt":"2012-10-13T19:44:31","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/?p=21102"},"modified":"2012-10-13T14:06:17","modified_gmt":"2012-10-13T20:06:17","slug":"costa-rica-en-la-cima-del-mundo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2012\/costa-rica-en-la-cima-del-mundo\/","title":{"rendered":"Costa Rica en la cima del mundo"},"content":{"rendered":"
Estoy con dos compa\u00f1eros de mi expedici\u00f3n. Cian es irland\u00e9s, con 30 a\u00f1os, hombre fuerte y buen amigo para escalar. Phill es un ingl\u00e9s de casi dos metros de altura pero muy amigable y con un gran humor. Los tres llegamos \u2014tras seis horas de ascenso desde el campo 3\u2014 a esta planicie helada y barrida por el viento. Son ya 7,950 metros de altitud y finalmente estamos en el Campo 4 del Monte Everest, la monta\u00f1a m\u00e1s alta del planeta, en la zona de la muerte, donde nadie puede vivir por mucho tiempo.<\/p>\n
<\/a><\/p>\n Nos metemos a la tienda para descansar antes del ataque final a la cumbre.<\/p>\n Han pasado varios a\u00f1os desde que conoc\u00ed la nieve en la monta\u00f1a a los cinco mil metros de altura en el Iztacc\u00edhuatl (M\u00e9xico). Ah\u00ed comenc\u00e9 a prepararme. Le siguieron los largos a\u00f1os de subir y bajar monta\u00f1as nevadas en Am\u00e9rica del Sur, a\u00f1os de entrenar mi cuerpo, mi mente, mi voluntad. El mayor problema siempre hab\u00eda sido conseguir el financiamiento. Quiz\u00e1 vencer todo forjaba m\u00e1s la voluntad, pero bien me hubiera gustado que en ese plano todo hubiera sido m\u00e1s sencillo. No lo fue.<\/p>\n Ahora s\u00f3lo faltan unas horas para que comencemos a ascender. Los \u00faltimos metros hasta el techo del mundo. Para muchos todo esto es s\u00f3lo un sue\u00f1o que no se han aventurado a realizar. Para nosotros hab\u00edan quedado atr\u00e1s los problemas del financiamiento, las tormentas, los d\u00edas de incertidumbre, las largas horas de caminar, las avalanchas con sus sonidos que envolv\u00edan todo y hac\u00edan temblar todo. Muchas otras cosas m\u00e1s, por supuesto, pero estoy aqu\u00ed para subir el Everest, no para recordar el pasado.<\/p>\n Faltan pocas horas y hay que dormir, pero no puedo hacerlo. La cumbre est\u00e1 cerca. Asomo la cabeza por la entrada de la tienda y veo la Cumbre Sur tan cerca que parece broma que uno deba tardar una jornada entera para llegar all\u00e1. Un ascenso duro y exigente. Debo dar lo mejor de m\u00ed, entregarme por completo durante la escalada de esta monta\u00f1a, de sentir su esp\u00edritu y de reconocer que es un ser, un ser superior a m\u00ed. Chomolungma. Si no la trato con cuidado y respeto, puede pasar lo peor. Debo estar muy atento. \u00bfEs posible dormir as\u00ed?<\/p>\n A las 20:20 a\u00fan no he dormido pero nos preparamos para el ascenso. Fuera de la tienda nos damos un abrazo deseando lo mejor para todos y comenzamos a subir. Mingma Sherpa y yo vamos a la cabeza de nuestro grupo. Hace viento pero es llevadero y no nos impide subir, tanto que me quito la primera capa de los guantes porque no siento fr\u00edo en las manos y porque son muy inc\u00f3modos.<\/p>\n <\/a><\/p>\n Subimos despacio, muy despacio. Es incre\u00edble qu\u00e9 tan lentos caminamos por la falta de ox\u00edgeno, pese a las mascarillas. Algunas ocasiones damos 70 o 90 pasos y nos detenemos a recuperar el aliento un par de minutos; despu\u00e9s, otros 70-90 pasos. A pesar de sentir que vamos lento, rebasamos a varios escaladores. Es de noche y no sabemos qui\u00e9nes son. S\u00f3lo vemos sus frontales. No es momento de ver los precipicios que nos rodean sino de mirar las estrellas, tan cercanas, cada vez m\u00e1s. Pero vamos con la mirada fija en el suelo que pisamos. Arriba de nosotros hay m\u00e1s luces de otros escaladores que salieron m\u00e1s temprano.<\/p>\n Cuando la pendiente se hace m\u00e1s fuerte, en el inicio de una enorme pared oscura, nuestro ritmo disminuye. Este a\u00f1o la monta\u00f1a no tiene mucha nieve y la subida es pr\u00e1cticamente sobre roca. Es m\u00e1s complicado subir en la oscuridad.<\/p>\n Mi frontal s\u00f3lo abarca unos cuantos metros alrededor de m\u00ed pero en alg\u00fan momento ilumina algo que en un principio no distingo bien. Quiz\u00e1 un maniqu\u00ed. \u201c\u00bfUn maniqu\u00ed? \u00a1Qu\u00e9 tonter\u00eda!\u201d Pronto me doy cuenta que son cuerpos de monta\u00f1istas que han fallecido ah\u00ed. Una realidad brutal. Despu\u00e9s encontramos m\u00e1s cuerpos a lo largo del ascenso. Cuerpos, unos recientes y otros que deb\u00edan tener varios a\u00f1os ah\u00ed. \u201cLa zona de la muerte\u201d es un nombre que le queda a la perfecci\u00f3n. <\/p>\n Pienso en sus familias. Igual que Mingma, que Cian, que Phill, que yo y que todos los que ahora estamos subiendo, ellos tambi\u00e9n se habr\u00e1n despedido de sus familias y esperaban regresar para contar una historia, su historia en la cumbre del Everest, pero no la contaron ellos y no fue precisamente de victoria, quiz\u00e1 tampoco de cumbre. Pese a lo embotado que se puede estar aqu\u00ed, ver cuerpos de otros que intentaron lo mismo que uno, da mucho que pensar. Yo tengo claro que debo regresar a mi familia para estar con mi familia. Vivo. Estoy atento a todo porque a cualquier situaci\u00f3n que haga peligrar mi vida, dar\u00e9 la vuelta. No es cobard\u00eda, no es miedo. Es una promesa que hice a mi esposa y a mis hijos. Pienso cumplirla. Cuando llegamos al Balc\u00f3n ya no ve\u00edamos cuerpos.<\/p>\n