{"id":14633,"date":"2011-12-21T00:00:00","date_gmt":"2011-12-21T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=14633"},"modified":"2012-03-15T11:49:26","modified_gmt":"2012-03-15T17:49:26","slug":"los_primeros_hombres_en_el_polo_sur_segun_amundsen","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2011\/los_primeros_hombres_en_el_polo_sur_segun_amundsen\/","title":{"rendered":"Los primeros hombres en el Polo Sur, seg\u00fan Amundsen"},"content":{"rendered":"
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En la ma\u00f1ana del 14 de diciembre, el tiempo era de los mejores, como si hubiera sido hecho para llegar al Polo. No estoy muy seguro, pero creo que despachamos el desayuno un poco m\u00e1s r\u00e1pido de lo normal y est\u00e1bamos fuera de la tienda antes, aunque debo admitir que siempre cumpl\u00edamos esto con toda la prisa razonable.<\/p>\n

Nos fuimos en el orden usual \u2014el gu\u00eda, Hanssen, Wisting, Bjaaland, y el gu\u00eda de reserva. Al mediod\u00eda calculamos que hab\u00edamos llegado a 89\u00b0 53\u2019 y nos propusimos hacer el resto en una sola etapa. A las 10 horas una suave brisa se hab\u00eda levantado desde el sureste y se hab\u00eda nublado, por lo que no obtuvimos una altitud [se refiere al sol, para buscar su latitud<\/em>] al mediod\u00eda; pero las nubes no eran gruesas y de vez en cuando ten\u00edamos un atisbo del sol a trav\u00e9s de ellas.<\/p>\n

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Ese d\u00eda las cosas fueron bastante diferente de lo que hab\u00edan sido; a veces los esqu\u00edes se deslizaban bien pero otras demasiado mal. Avanzamos ese d\u00eda en la misma manera mec\u00e1nica que antes. No dijimos mucho pero us\u00e1bamos los ojos cada vez m\u00e1s. El cuello de Hanssen creci\u00f3 dos veces m\u00e1s en su empe\u00f1o de ver a unos cuantos cent\u00edmetros m\u00e1s lejos. Antes de comenzar, yo le hab\u00eda pedido que viera todo lo que valiera la pena, y lo hizo con diligencia. Pero, pese a que miraba profundamente, no pod\u00eda divisar nada sino la interminable llanura plana por delante de nosotros. Los perros andaban olfateando y parec\u00edan haber perdido su inter\u00e9s en las regiones en torno al eje de la Tierra.<\/p>\n

A las tres de la tarde los pilotos gritaron un simult\u00e1neo \u201c\u00a1Alto!\u201d. Hab\u00edan examinado cuidadosamente su trine\u00f3metros [se med\u00edan las distancias con una rueda detr\u00e1s del trineo] y todos mostraron la distancia total: nuestro Polo por c\u00e1lculo. El objetivo hab\u00eda sido alcanzado, el viaje hab\u00eda terminado.<\/p>\n

No puedo decir \u2014aunque s\u00e9 que sonar\u00eda mucho m\u00e1s eficaz\u2014 que hab\u00edamos alcanzado el objetivo de mi vida. Eso ser\u00eda m\u00e1s rom\u00e1ntico que real. Era mejor ser honesto y admitir abiertamente que nunca hab\u00eda conocido a ning\u00fan hombre que pudiera ser colocado en una posici\u00f3n diametralmente opuesta a la meta de sus deseos como yo estaba en ese momento. Las regiones alrededor del Polo Norte \u2014s\u00ed, el propio Polo Norte\u2014 me hab\u00eda atra\u00eddo desde la infancia, y aqu\u00ed estaba yo en el Polo Sur. \u00bfPuede imaginarse algo m\u00e1s al contrario?<\/p>\n

Calculamos que est\u00e1bamos entonces en el Polo. Por supuesto, cada uno de nosotros sab\u00edamos que no est\u00e1bamos sitio exacto; ser\u00eda imposible determinar ese punto exacto con el tiempo y los instrumentos a nuestra disposici\u00f3n. Pero est\u00e1bamos tan cerca de \u00e9l que los pocos kil\u00f3metros que posiblemente nos separaban de \u00e9l no podr\u00edan ser de la menor importancia. Nuestra intenci\u00f3n era hacer un c\u00edrculo que rodeara este campamento, con un radio de 20 kil\u00f3metros y darnos por satisfechos con eso.<\/p>\n

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Despu\u00e9s de detenernos, nos reunimos y felicitamos mutuamente. Ten\u00edamos mucho respeto mutuo por lo que hab\u00edamos logrado, y creo que eso fue s\u00f3lo la sensaci\u00f3n de que se expres\u00f3 en el poderoso apret\u00f3n de manos que intercambiamos. Despu\u00e9s de esto procedimos al acto m\u00e1s grande y m\u00e1s solemne de todo el recorrido: plantar nuestra bandera. Orgullo y afecto brillaron en los cinco pares de ojos que miraban a la bandera, a medida que se desplegaba con un chasquido y ondeaba sobre el Polo.<\/p>\n

Decid\u00ed que ese acto de plantar la bandera \u2014un acontecimiento hist\u00f3rico\u2014 se dividir\u00eda por igual entre todos nosotros. No le correspond\u00eda a un solo hombre hacer esto, sino a todos los que hab\u00edan apostado su vida en la lucha, y se mantuvieron unidos contra viento y marea. \u00c9sa era la \u00fanica manera en la que pod\u00eda mostrar mi gratitud a mis compa\u00f1eros en este desolado lugar. Pude ver que entendieron y aceptaron con el mismo esp\u00edritu con el que lo hab\u00eda ofrecido.<\/p>\n

Cinco pu\u00f1os azotados por el viento y mordidos por las heladas se agarraron del asta, levantaron la bandera ondeando en el aire, y la plantaron como la primera en el Polo Sur geogr\u00e1fico. \u201cAs\u00ed te plantamos, querida bandera, en el Polo Sur, y damos el nombre de Meseta del Rey Haakon VII a la llanura en la que te encuentras.\u201d<\/p>\n

Ese momento sin duda ser\u00e1 recordado por todos los que est\u00e1bamos all\u00ed.<\/p>\n<\/div>\n

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Era un terreno que no había hollado nadie antes y el 14 de diciembre de 1911, cinco exploradores noruegos plantaron su pie ahí. Este es el relado de Roald Amundsen de ese día.<\/p>\n<\/td>\n

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