{"id":14549,"date":"2011-10-07T00:00:00","date_gmt":"2011-10-07T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=14549"},"modified":"2012-12-19T23:12:59","modified_gmt":"2012-12-20T05:12:59","slug":"iztaccihuatl_nuestro_actual_patrimonio_alpino","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2011\/iztaccihuatl_nuestro_actual_patrimonio_alpino\/","title":{"rendered":"Iztacc\u00edhuatl: nuestro actual patrimonio alpino"},"content":{"rendered":"<p><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<div align=\"justify\">\n<p>Pertenezco a una generaci&oacute;n de monta&ntilde;istas que ya  no pudo hacer ascensos al Popocat&eacute;petl, porque la actividad del volc&aacute;n hizo que  lo cerraran oficialmente en 1994. Para m&iacute; los grandes glaciares de M&eacute;xico son  fotos encontradas en blogs de Internet, porque ahora ya no existen y la  escalada en nieve, hielo o mixto es una mera ilusi&oacute;n. &Eacute;ste es el patrimonio  alpino que parece que perdimos.<\/p>\n<p>Pero no es as&iacute;.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3436-izta1', 'jpg',820,620)<\/script> <\/p>\n<blockquote>\n<p align=\"center\"><em>El Iztacc&iacute;huatl. Al fondo, la Cabeza, en primer plano, las rampas que llevan al Pecho.<br \/>\n  Fotos: Diego Monta&ntilde;o.<\/em><\/p>\n<\/blockquote>\n<p>El domingo 2 de octubre del 2011 Salatiel  Serralde y yo fuimos al Iztacc&iacute;huatl en busca de algo que quiz&aacute; parec&iacute;a  perdido. Quiz&aacute; encontr&aacute;ramos solo rampas de roca y hielo, pero tal vez estar&iacute;an  cubiertas de hielo y hielo, considerando las lluvias intensas y regulares que  ha habido este a&ntilde;o. Partimos con la mira en redescubrir esta abandonada faceta  de las monta&ntilde;as de nuestro pa&iacute;s. <\/p>\n<p>En el Iztacc&iacute;huatl, el potencial de escalada en  hielo era amplio pero se redujo al Colador de Ayoloco que ahora es muy peque&ntilde;o.  Pero se ha dejado de lado el resto, porque es muy peligroso o simplemente  porque no es viable escalar en hielo ah&iacute; por los cambios morfol&oacute;gicos que han  sufrido las rutas cl&aacute;sicas. Por la cara occidental del Iztacc&iacute;huatl (pero en la  regi&oacute;n norte) hab&iacute;a varias rutas de &eacute;stas, que llegaban directo al Pecho (la  parte m&aacute;s alta de la monta&ntilde;a) y se acced&iacute;a a ellas por el pueblo de San Rafael.<\/p>\n<p>Pero San Rafael ya no es una opci&oacute;n: la  inseguridad en esa zona ha ido creciendo cada vez m&aacute;s, pese a las protestas de  los monta&ntilde;istas y ha sido abandonada poco a poco. A&uacute;n van algunos y ellos son  las v&iacute;ctimas de los asaltos. As&iacute; que nos sentimos excluidos de esa zona y nos  dirigimos al c&oacute;modo acceso por el sur, por La Joya. Por ah&iacute; transita la gran  mayor&iacute;a de los monta&ntilde;istas al volc&aacute;n y por ah&iacute; nos adentramos hasta el refugio  Otis McAllister, al pie de Ayoloco. Como nuestra intenci&oacute;n era explorar las  rutas t&eacute;cnicas y no sab&iacute;amos qu&eacute; encontrar&iacute;amos, &iacute;bamos preparados para casi todo.<\/p>\n<p>La &eacute;poca parec&iacute;a adecuada: la temporada de  lluvias terminaba y comenzaba el frio. Eso podr&iacute;a garantizar algo de nieve y por  la ma&ntilde;ana no habr&iacute;a ca&iacute;da de rocas, la orientaci&oacute;n de la pared nos dar&iacute;a algunas  horas m&aacute;s de seguridad. Nuestra estrategia: salir tarde para tener visibilidad  y poder trazar una v&iacute;a, ya que no conoc&iacute;amos las zona, pero deber&iacute;amos movernos  r&aacute;pido para encontrar buenas condiciones de hielo en las empinadas rampas y  cascadas.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3436-izta3', 'jpg',620,820)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>En la Rampa de O&ntilde;ate.<\/em><\/p>\n<p>A las cuatro de la ma&ntilde;ana baj&aacute;bamos la ca&ntilde;ada  que divide Ayoloco de los corredores que llevan al pecho. Con niebla y  confundidos por no conocer el terreno, topamos con un risco que desescalamos. En  la parte final, apenas a dos metros de un campo de arena, encontramos un viejo  pedazo de metate anclado a una roca por donde se hace tiempo alguien se descolg&oacute;  para bajar los dos metros de desnivel que faltaban. Decidimos usarlo para no  perder tiempo: si el metate fallaba en dos metros, no pasar&iacute;a gran cosa pero  usar nuestro equipo s&iacute; llevar&iacute;a mucho tiempo. Sal baj&oacute; primero y el pedazo de  roca aguant&oacute; pero cuando baj&eacute; yo, se rompi&oacute; y ca&iacute; de sent&oacute;n en la arena de  abajo. Fue un susto ligero, pero c&oacute;mico y un riesgo calculado que nos  ahorr&oacute; tiempo. La siguiente ocasi&oacute;n resolveremos este paso con alguna opci&oacute;n m&aacute;s  moderna.<\/p>\n<p>Cruzamos el r&iacute;o en el fondo de la  ca&ntilde;ada y ascendimos rumbo a los corredores que llevan al norte por un fastidioso  arenal de los que hacen pensar que uno da un paso y se regresa dos. Encontramos  piedras enormes que parec&iacute;a haber ca&iacute;do desde la rampa superior. Transitar por  esta pedregosa con hielo era sumamente resbaloso. Una hora despu&eacute;s, la Cabeza y  el Pecho del Iztacc&iacute;huatl aparec&iacute;an a nuestros ojos, enormes.<\/p>\n<p>Por primera vez en mi vida pod&iacute;a  ver este espect&aacute;culo de paredes y cascadas, pero lo que m&aacute;s me asombr&oacute; fue la vasta  extensi&oacute;n de monta&ntilde;a que parec&iacute;a completamente virgen. Todos los de mi  generaci&oacute;n s&oacute;lo escuchamos historias de lo que alguna vez fue este lado de la  monta&ntilde;a, ahora abandonado. Era como ver un pueblo fantasma. <\/p>\n<p>Con los primeros rayos del alba  trazamos nuestra trayectoria. Escogimos la Rampa de O&ntilde;ate por su lado  izquierdo, pegados a los antiguos corredores de la Ruta Directa al Pecho, as&iacute;  nos separ&aacute;bamos de la zona donde ca&iacute;a m&aacute;s roca. Nos pusimos nuestros crampones  y ascendimos. Apenas sin percatarnos de ello, pronto nos encontr&aacute;bamos en la  parte m&aacute;s alta de la rampa, con inclinaciones de 50 grados y bellas cascadas de  hielo que promet&iacute;an divertid&iacute;simas escaladas: nos dirigimos a la que parec&iacute;a  tener mayor espesor de hielo.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3436-izta2', 'jpg',820,620)<\/script> <\/p>\n<blockquote>\n<p align=\"center\"><em>Las cascadas de hielo. Por desgracia no eran lo suficientemente s&oacute;lidas como para escalar por ellas.<\/em><\/p>\n<\/blockquote>\n<p>Para nuestra decepci&oacute;n, la  cascada estaba formada por centenares de estalactitas individuales que a lo lejos  hac&iacute;an creer que era un solo trozo con suficientemente grueso como para escalar  con seguridad, pero ya de cerca se pod&iacute;a inclusive meter el brazo entre todas ellas.  Adem&aacute;s, estaba el sonido del agua corriendo detr&aacute;s del hielo. Decidimos que lo  mejor ser&iacute;a volver en otra &eacute;poca para encontrarlas en mejor forma: ser&iacute;a una  incre&iacute;ble &aacute;rea de escalada en hielo.<\/p>\n<p>Entonces rodeamos esta barrera de  cascadas y salimos a la rampa de hielo que nos llev&oacute; directo al pecho. Hasta ah&iacute;  nos hab&iacute;amos movido en libre, pero la exposici&oacute;n y la altura aumentaban as&iacute; que  decidimos usar los piolets y tornillos para proteger nuestro avance porque la  pendiente en ese punto superaba los 60 grados y en la parte final (la rimaya  del glaciar) pod&iacute;a ser hasta de 90 grados, aunque fuera un par de metros.<\/p>\n<p>As&iacute; recorrimos el glaciar con apenas  dos reuniones y cuando salimos a la planicie de El Pecho, el sol nos ilumin&oacute; y  calent&oacute;. Los monta&ntilde;istas que ascend&iacute;an por la ruta normal se sorprend&iacute;an de  vernos salir por donde nunca imaginaron. Platicamos, intercambiamos comentarios  y experiencias, y para celebrar saqu&eacute; un papalote que hab&iacute;a comprado y lo hice  volar.<\/p>\n<p>As&iacute; como llegamos, casi sin  perder el ritmo, iniciamos el descenso casi a ciegas entre nubes por la ruta  normal para bajar por el glaciar de Ayoloco y recoger las pocas cosas que  hab&iacute;amos dejado en el refugio y llegar a La Joya a comer quesadillas. <\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3436-izta4', 'jpg',620,820)<\/script> <\/p>\n<blockquote>\n<p align=\"center\"><em>Con el papalote en el aire, en la cumbre del Iztacc&iacute;huatl.<\/em><\/p>\n<\/blockquote>\n<p>Creemos que las condiciones  adecuadas no se encuentran f&aacute;cilmente, pero quiero resaltar que a&uacute;n existen.  Hay que tomar m&aacute;s consideraciones, caminar mayores distancias, por m&aacute;s tiempo y  escalar m&aacute;s r&aacute;pido para llegar al lugar y a la hora adecuada, todo, para disminuir  los riesgos. <\/p>\n<p>Quienes deseen ir a escalar ah&iacute;  deben hacer una investigaci&oacute;n previa de c&oacute;mo era la ruta, qu&eacute; ha pasado en ella  y sus alrededores para saber c&oacute;mo podr&iacute;a verse ahora. Definitivamente hay que  estar listo para encontrar condiciones inesperadas dado lo precario del hielo  de la monta&ntilde;a. Nosotros Descubrimos  un potencial dejado de lado por muchos, pensado inviable o demasiado peligroso.<\/p>\n<p>Esto es lo que me hace feliz, es  como si la monta&ntilde;a estuviera buscando tiempo y soledad para regenerar su  afectada cara. Es incre&iacute;ble caminar los caminos que en a&ntilde;os nadie ha recorrido,  admirar la enormidad y el silencio, la calma y la potencia de estas &aacute;reas. Definitivamente  vamos a estar regresando para encontrar las mejores temporadas y las mejores  aventuras. No hay que volar hasta los Andes para escalar en hielo. Solo hay que  entrenar un m&aacute;s y cuidar este fr&aacute;gil patrimonio que nos qued&oacute;.<\/p>\n<p align=\"center\"><iframe loading=\"lazy\" width=\"480\" scrolling=\"no\" height=\"350\" frameborder=\"0\" marginheight=\"0\" marginwidth=\"0\" src=\"http:\/\/maps.google.com\/maps?f=q&amp;source=s_q&amp;hl=es&amp;geocode=&amp;q=Iztacc%C3%ADhuatl&amp;aq=&amp;sll=19.163168,-98.650017&amp;sspn=0.123233,0.140076&amp;vpsrc=6&amp;ie=UTF8&amp;hq=&amp;hnear=Iztacc%C3%ADhuatl&amp;t=f&amp;ecpose=19.16984665,-98.65952792,6846.43,64.264,44.11,0.013&amp;ll=19.176427,-98.645073&amp;spn=0.014187,0.020599&amp;z=15&amp;output=embed\"><\/iframe><small><a href=\"http:\/\/maps.google.com\/maps?f=q&amp;source=embed&amp;hl=es&amp;geocode=&amp;q=Iztacc%C3%ADhuatl&amp;aq=&amp;sll=19.163168,-98.650017&amp;sspn=0.123233,0.140076&amp;vpsrc=6&amp;ie=UTF8&amp;hq=&amp;hnear=Iztacc%C3%ADhuatl&amp;t=f&amp;ecpose=19.16984665,-98.65952792,6846.43,64.264,44.11,0.013&amp;ll=19.176427,-98.645073&amp;spn=0.014187,0.020599&amp;z=15\" style=\"color: rgb(0, 0, 255); text-align: center;\"><br \/>\n  Ver mapa m&aacute;s grande<\/a><\/small><\/p>\n<\/div>\n<div align=\"right\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"15\" height=\"14\" alt=\"\" src=\"\/images\/upload\/puma.gif\" \/><\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<table width=\"100%\" cellspacing=\"2\" cellpadding=\"2\" border=\"0\" summary=\"\">\n<tbody>\n<tr>\n<td width=\"329\">\n<p align=\"justify\">Quienes nunca subieron al Popocat&eacute;petl ven ahora los grandes volcanes de M&eacute;xico como un lugar donde antes se pod&iacute;a hacer escalada en hielo. &Eacute;se es su patrimonio. Pero dos monta&ntilde;istas decidieron visitar el lado abandonado de la monta&ntilde;a para reencontrarlo.<\/p>\n<\/td>\n<td width=\"129\">\n<div align=\"center\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"110\" height=\"92\" alt=\"\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/k_3436-izta.jpg\" \/><\/div>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n<p> <a href=\"https:\/\/montanismo.org\/2011\/iztaccihuatl_nuestro_actual_patrimonio_alpino\/\"><\/a><\/p>\n","protected":false},"author":1358,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":""},"categories":[1015],"tags":[10073],"jetpack_featured_media_url":"","jetpack_shortlink":"https:\/\/wp.me\/p51GhY-3MF","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14549"}],"collection":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1358"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=14549"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14549\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":23002,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14549\/revisions\/23002"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=14549"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=14549"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=14549"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}