{"id":14420,"date":"2011-04-22T00:00:00","date_gmt":"2011-04-22T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=14420"},"modified":"2013-01-11T22:54:22","modified_gmt":"2013-01-12T04:54:22","slug":"en_motocicleta_al_techo_del_mundo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2011\/en_motocicleta_al_techo_del_mundo\/","title":{"rendered":"En motocicleta al techo del mundo"},"content":{"rendered":"
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La tierra es tan árida y los pasos tan altos que sólo nuestros mejores amigos y nuestros más fieros enemigos nos visitarían.<\/em><\/p>\n

Ladakhi Saying<\/p>\n

Esta es una de las películas que cambia la forma en que uno se acerca a la vida. La dedicación y terquedad mostrada por Gaurav al hacer esta película son extraordinarias.<\/em><\/p>\n

Shailenda Bade<\/p>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

\"TidingDesde que Ted Simon diera la vuelta al mundo en motocicleta, los viajes a bordo de este vehículo motorizado han proliferado. Gaurav Jani, habitante de la India y perteneciente a un club de motociclistas viajeros de su país, decide viajar en motocicleta al “techo del mundo”, allá adonde poca gente llega. <\/p>\n

No, su objetivo no es el Everest, sino las poblaciones situadas entre las cordilleras del Himalaya y Karakorum, donde de alguna manera habitan miles de personas a pesar de vivir a más de cuatro y hasta cinco mil metros sobre el nivel del mar. Claro que no se trata de dar la vuelta al mundo sino de andar sobre su motocicleta “sólo” cinco mil kilómetros en setenta días.<\/p>\n

En un principio, el viaje parece bastante aburrido: una secuencia de datos desde que sale y los detalles de los lugares que va pasando. Una mera enumeración de hechos, nada de aventura. Entonces el espectador puede dejar de ver la película. Por aburrida.<\/p>\n

Pero llega el momento en que se encuentra lejos de todo y sólo encuentra seres humanos que viven en tiendas de lana de yak o en casas construidas con la piedra que labran a forma de ladrillos antes de construirlas. Está ya en la tierra donde el budismo está por todos lados.<\/p>\n

Así, el viaje termina por no tener la aventura llena de adrenalina, pero sí que tiene aventura: el encuentro con gente que no habla el mismo idioma que él, que tiene otras costumbres, que sobrevive ahí, pese a todo:<\/p>\n

“Verás: no tenemos dinero, así que tenemos que sobrevivir de alguna manera. Si tienes dinero puedes simplemente abrir una tienda y sentarte. La pobreza nos fuerza a caminar en esas montañas.”<\/p>\n

Ahí encuentra a la gente y su forma de sobrevivir, con música, pintura y budismo incluidos. Sin que lo desee, Jani va quedando preso de todas las emociones que le producen esos contactos con las personas, una vivencia de la que hablan mucho aquellos que han ido a Nepal o al Tibet.<\/p>\n

“Lo sé: dejo detrás de mí al hombre que está completamente feliz consigo mismo y su medio. Eso es mucho más de lo que puedo decir de la mayoría de nosotros.”<\/p>\n

La película está hablada en inglés, pero con un acento indio que a veces es difícil de entender. Por fortuna, los fragmentos hablados en otros idiomas son subtitulados al inglés y uno se percata de lo que está pasando.<\/p>\n