{"id":14206,"date":"2010-07-31T00:00:00","date_gmt":"2010-07-31T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=14206"},"modified":"2012-03-22T12:48:06","modified_gmt":"2012-03-22T18:48:06","slug":"la_cumbre_de_los_dioses_vol_5","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2010\/la_cumbre_de_los_dioses_vol_5\/","title":{"rendered":"La cumbre de los dioses, vol. 5"},"content":{"rendered":"<p><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<div align=\"justify\">\n<p>Yumemakura Baku y  Jiro Taniguchi. <em>La cumbre de los dioses<\/em>. Volumen 5.  Ponent Mon, Madrid. 2007. 304 p&aacute;ginas. ISBN: 978-84-96427-57-0<\/p>\n<p><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"250\" vspace=\"30\" hspace=\"12\" height=\"377\" border=\"0\" align=\"left\" alt=\"La cumbre de los dioses v. 5\" src=\"\/images\/upload\/lect280c.jpg\" \/>En un encuentro  fortuito, el fot&oacute;grafo de una expedici&oacute;n japonesa que regresa del Everest,  encuentra en una tienda una c&aacute;mara antigua y la adquiere. Es la legendaria  c&aacute;mara que llevara Mallory en su intento de 1924, del cual nunca regres&oacute;. Con  esto se suceden una serie de acontecimientos que cambiar&aacute;n la vida de  Fukumachi, pero el m&aacute;s importante es hallar vivo a Jiro Habu, un monta&ntilde;ista de  primer nivel en Jap&oacute;n y que se cre&iacute;a desaparecido.<\/p>\n<p>Pero no s&oacute;lo no  est&aacute; desaparecido sino que a lo largo de los cuatro vol&uacute;menes anteriores,  Fukumachi descubre a un persona con una fuerte personalidad y sigue su historia  paso a paso a trav&eacute;s de entrevistas con diferentes personajes que lo  conocieron. Y termina por esbozar una idea: Habu quiz&aacute; pretenda escalar la  pared suroeste del Everest, en solitario y en invierno, algo que ni siquiera es  so&ntilde;ado por los mejores alpinistas.<\/p>\n<p>La idea no s&oacute;lo  resulta ser una realidad sino que Fukamachi lo acompa&ntilde;a. Habu ha accedido con  una condici&oacute;n: <\/p>\n<p>&ldquo;A cambio, una vez  que abandonemos el campo base, no nos intercambiaremos una sola palabra. A&uacute;n  cuando t&uacute; est&eacute;s a punto de morir, o que yo quede suspendido de la cuerda en una  pared de hielo, ninguno de los dos se entrometer&aacute; en la situaci&oacute;n del otro. Si  me puedes dar tu palabra de que as&iacute; har&aacute;s, no me importa que me sigas adonde te  apetezca.&rdquo; (p. 80-81)<\/p>\n<p>Con su carga cada  quien, Fukamachi termina acompa&ntilde;&aacute;ndolo hasta muy arriba y luego regresa, ahora  s&iacute; completamente solo, hacia el campamento base, pero antes de llegar se desv&iacute;a  de la ruta de ascenso y se dirige a la pared del Lhotse, desde la cual puede  ver a Habu escalarla suroeste. Cuando al fin lo descubre, ve a un peque&ntilde;o punto  en la pared, muy por encima de la banda amarilla. Habu ha tomado la ruta m&aacute;s  directa, esa que los ingleses no hab&iacute;an ni siquiera intentado por ser muy  peligrosa y dif&iacute;cil, adem&aacute;s de estar por encima de los ocho mil metros.<\/p>\n<p>Si Habu lo logra o  no, no es importante, pues pocas p&aacute;ginas despu&eacute;s es abandonado por el autor y  la historia se centra en la vida de Fukamachi. &iquest;Qu&eacute; puede haber de interesante en  la vida de un fot&oacute;grafo despu&eacute;s de narrar la intensidad de la vida de un Jiro  Habu? Aunque ha aparecido poco, Habu se ha convertido en el personaje principal  de esta historia y una vez fuera de escena reaparece en el interior de  Fukamachi, quien se ha adentrado tanto en la historia de Habu que se obsesiona  y regresa al Everest.<\/p>\n<p>Fukamachi asciende  solo, sin ox&iacute;geno y en oto&ntilde;o al Everest, la cumbre de los dioses. Pero tampoco  es este ascenso el que define el final de la novela, sino algo que pasa durante  el descenso y que termina uniendo todos lo que al parecer eran cabos sueltos en  la novela. No narrar&eacute; ese detalle porque leer la novela perder&iacute;a sentido si se  conocen esos detalles.<\/p>\n<p>En las novelas de  ficci&oacute;n en monta&ntilde;ismo la gran mayor&iacute;a de los autores acude a la muerte o a los  accidentes para hacer h&eacute;roes a sus personajes La cumbre de los dioses no acude  a este truco muy usado y de hecho no hay h&eacute;roes ni m&aacute;rtires. Y cuando se usa la  muerte o los accidentes es s&oacute;lo para mostrar que se trata de un pasaje m&aacute;s y  que m&aacute;s adelante est&aacute; la vida.<\/p>\n<p>Mirada desde  nuestro tiempo, tiene muchas faltas, pero la historia, escrita por Yumemakura  Baku es muy buena. Fue escrita a finales de la d&eacute;cada de 1980 o principios de  1990. Fue publicada a principios de esta &uacute;ltima d&eacute;cada y, por supuesto, no hab&iacute;an  sucedido algunos acontecimientos que definen a <em>La cumbre de los dioses<\/em> en su tiempo. Algunas de las obras de Baku  han sido llevadas ala pantalla, en series de televisi&oacute;n o en pel&iacute;culas.<\/p>\n<p>Las ilustraciones  son de Jiro Taniguchi, un excelente artista de <em>manga<\/em>. Fueron estos cinco vol&uacute;menes de una sola historia los que me  abrieron los ojos ante las posibilidades del comic en el monta&ntilde;ismo. Las  novelas tienen sus limitantes por ser &uacute;nicamente palabras escritas. Pero combinadas  con las im&aacute;genes, dan una excelente idea de lo que el autor quiso decir.<\/p>\n<table width=\"90%\" border=\"0\" align=\"center\">\n<tbody>\n<tr>\n<td>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('lect280c-1', 'jpg',501,720)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>P&aacute;gina 256<\/em><\/p>\n<\/td>\n<td>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('lect280c-2', 'jpg',500,720)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>P&aacute;gina 257<\/em><\/p>\n<\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('lect280c-3', 'jpg',528,720)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>P&aacute;gina 258<\/em><\/p>\n<\/td>\n<td>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('lect280c-4', 'jpg',503,720)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>P&aacute;gina 259<\/em><\/p>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n<p align=\"center\"><em>Selecci&oacute;n de cuatro p&aacute;ginas del libro.<br \/>\n  Click para agrandarlas.<\/em><\/p>\n<\/div>\n<div align=\"right\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"15\" height=\"14\" alt=\"\" src=\"\/images\/upload\/puma.gif\" \/><\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<table width=\"100%\" cellspacing=\"2\" cellpadding=\"2\" border=\"0\" summary=\"\">\n<tbody>\n<tr>\n<td width=\"329\">       <img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"63\" height=\"15\" alt=\"\" src=\"\/images\/upload\/pm5.gif\" \/>            <\/p>\n<p align=\"justify\">Joji Habu es seguido por la lente fotogr&aacute;fica de Fukamachi en su ascenso por la pared suroeste del Everest por una nueva ruta, como es el estilo de Habu. Pero la novela no termina ah&iacute;, ni el ascenso a &quot;la cumbre de los dioses&quot; por Fukamara, sino en el mismo principio de la obra.<\/p>\n<\/td>\n<td width=\"129\">\n<div align=\"center\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"73\" height=\"100\" align=\"center\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/k_lect280c.jpg\" alt=\"\" \/><\/div>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n<p> <a href=\"https:\/\/montanismo.org\/2010\/la_cumbre_de_los_dioses_vol_5\/\"><\/a><\/p>\n","protected":false},"author":1001,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":""},"categories":[1012],"tags":[10087],"jetpack_featured_media_url":"","jetpack_shortlink":"https:\/\/wp.me\/p51GhY-3H8","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14206"}],"collection":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1001"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=14206"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14206\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":17917,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14206\/revisions\/17917"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=14206"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=14206"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=14206"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}